Tarde importante en Maracay, por el éxito de Manuel Escribano (foto), la oreja de Erick Cortez, la buena asistencia de aficionados y el empeño de la empresa por seguir dando toros en nuestra ciudad. Foto archivo: Jorge Cepeda
Maracay, Informa: José Luis Jiménez
El joven diestro español Manuel Escribano continúa rozando los linderos de convertirse en el nuevo ídolo de la afición aragüeña por el resultado de su actuación del domingo 05/06; ha cortado cuatro orejas y ha convencido, una vez más, que hay que rendirse a lo evidente.
Sus alternantes, los venezolanos Luis de Aragua y Erick Cortez, pecharon con lo peorcito del encierro, siendo Cortez el afortunado por los criollos, al sacar con pinzas una oreja.
El material pitonudo provino de Rancho Alegre (1) y laguna Blanca (5); diferentes de fachadas, comportamiento y pesos a la imaginación.
“Salvador” con 435 kilos de Rancho Alegre, solo permitió ver al veterano Luis de Aragua en pasajes preciosistas con la capa para escuchar la primera ovación. Con la muleta su labor consistió en probaturas por ambos pitones, algunos derechazos de buen ver y parpadeos por el pitón izquierdo, lado por donde el astado se colaba feamente. El diestro optó por liquidar de estocada caída. Silencio.
“Caobo” de Laguna Blanca, segundo de su lote, justito con 425 kilos, fue un ilidiable astado, más parecido a un roble por su dureza para agarrarse al piso. El diestro aragüeño tuvo que cazarlo para terminar con el calvario de tres pinchazos antes de acertar con el estoque. Silencio.
Erick Cortez, ribeteado por el triunfo del pasado año en la Feria de la Chinita, ratificó ese buen momento este domingo en Maracay, con un público a favor que supo corresponder a lo realizado con capa y muleta. Fue sugerido para cubrir el tercio de banderillas con mucha insistencia; pero el moreno diestro no estaba en condiciones de hacerlo por resentirse de una vieja lesión en las extremidades inferiores. No obstante, tuvo el acompañamiento de la banda al interpretar artísticos muletazos con profundidad y técnica, reiterando que aún tiene mucha cuerda para soltar por los caminos del toreo. Liquidó de estocada con derrame que tiró sin puntilla al toro de Laguna Blanca, acreditándose una oreja con fuerte petición del respetable.
Hubo cambio de decorado ante el quinto, de nombre “Provocador”, con tantos problemas para opcionar al triunfo. Desde su aparición en la arena regateó las embestidas, a pesar de la insistencia de Cortez por descifrar la aduana de ambos pitones. Estocada, precedida de dos pinchazos fueron suficientes para tumbar al lagunero. Palmas.
La tarde fue para el sevillano Manuel Escribano, con la bendición del sorteo y por su inspiración total. Una larga cambiada, templadas verónicas y remate vistoso de la serpentina, indicaron el camino del éxito ante el tercero de nombre “Guerrillero” con 427 kilos.
Cubrió el tercio de banderillas con mucha precisión y poderío en todos los terrenos para, literalmente, poner la plaza boca abajo. Inició su labor muleteril con cambiados por la espalda y la locura en los tendidos, a pesar de las bruscas embestidas del toro cuando toreó al natural. Se fue apagando el lagunero y el diestro entró muy decidido tras la espada para liquidar con certeza y recoger el premio de las dos primeras orejas.
Duplicó trofeos ante el sexto que llevó por nombre “Tortol”, aliviadito de carnes, que hizo lucir enorme con las banderillas. Brindó al diestro Morenito de Maracay en medio de una respetuosa ovación signada de sentimentalismo, por el presente y futuro de esta generación del toreo nacional. El toro de Laguna Blanca fue encastado y al grito de “torero” “torero”, la locura colectiva en los tendidos.
Aquí surgió un pequeño receso cuando una decena de inmorales miembros de la secta satánica “pro animalitos” cometieron el grave error de desafiar a más de cuatro mil personas, entrando a lo macho a la plaza, aliñados con sustancias nocivas y con malas intenciones; pero, afortunadamente, se activaron los cuerpos de seguridad y lograron controlar la situación. Demás está decir que se llevaron una buena tunda de golpes, porque tal parece que es la única manera de hacerlos recapacitar, si es que estos individuos tienen esa capacidad.
Pasado el mal rato, Escribano continuó su labor echando hacia fuera naturales bien iniciados, con temple y largura. Se volcó en el morrillo y en justicia a su labor, cortó otras dos orejas y no se hizo esperar para ser llevado en volandas hasta las afueras de la plaza.
Tarde importante en Maracay, por el éxito de Manuel Escribano, la oreja de Erick Cortez, por la buena asistencia de aficionados y por el empeño de la empresa por seguir dando toros en nuestra ciudad para señalar que no sólo es la feria sino cualquier fecha que permita difundir esta gloriosa fiesta, así los enemigos sigan dando tumbos en su contra.
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