En tarde de lluvia, el Triunfador de la Novillada fue Jesús Enrique Colombo al cortar dos orejas. Foto: F. Pineda
por: Franklin Pineda Simancas
Tarde de lluvia con un poco menos de un cuarto de plaza; de esta manera dio inicio la primera corrida de feria;
Jhonatan Guillén
Saluda con cinco verónicas al primer novillo de la tarde: “Florentino”, 360kg (No. 521) de la ganadería Cruz de Hierro. Este novillero comenzó su faena con pases por lo alto, el público presente notó el gran esfuerzo del joven y gritando el “olé” lo acompañó. Sigue su labor con una tanda larga y templada de derechazos, seguidamente de tres naturales para escuchar música; sufrió un desarme el cual no le hizo molestia alguna, ya que con las mismas ganas de triunfar recuperó la música, escuchando palmas. Cuajó una faena variada con mucho mérito, tras un pinchazo y una estocada dio fin. Cortó un apéndice.
Manolo Muñoz
Con el segundo de la tarde “Caramelo” (No. 42) con 325kg de la ganadería Santa Fe. Salió dispuesto a conquistar el triunfo; dejó dos pares de banderillas en todo lo alto. Tomó los trastos y dos rodillas en tierra, comenzó. Dos tandas de derechazos fueron suficientes para musicalizar su faena; la afición al son del pasodoble grita el “olé”. Cuando se disponía a dar una tanda de naturales sufre una voltereta, sin consecuencia; se adornó con manoletinas. Dio fin con estocada tendida; escuchó palmas.
Miguel Cobos
Sale el tercero de la tarde, pesando 325kg (No. 16) de nombre “Quinteño” de la ganadería La Consolación. Comenzó la faena por doblones, su novillo se vino a menos; el joven ecuatoriano no caló en los tendidos; la faena se tornó sin ánimos. Tras dos pinchazos, dejó una estocada tres cuartos trasera y tendido. Bronca.
Tomás Martínez
El cuarto novillo de la tarde “Tachirense” con 335kg (No. 77) de la ganadería San José de Bolívar. El joven novillero salió con las ganas de agradar; le regaló al público varias tandas de derechazos que la afición supo recompensarle con palmas y pidiendo música. Uno de sus mejores momentos lo vivió por el pitón derecho; el público estaba contento con la labor del tovareño; tras dos pinchazos dejó una estocada trasera y caída; leves palmas.
Miguel Suárez
Sale con furia el siguiente novillo de la fría tarde merideña; de nombre “Paramero” de la ganadería Rancho Grande. El médico y futuro torero, ligó series por el pitón derecho, largos y con mando; cambió la muleta de mano donde le pegó tres naturales para escuchar la música. Las series por el pitón derecho fueron largas y templadas; tras varios intentos con el acero dejó una estocada tendida. Se le observaron cualidades de artista. Escuchó leves palmas y de la presidencia le enviaron un recado.
Jesús Enrique Colombo
Viene el último de la tarde con el No. 22, de nombre “Futuro Cierto” de la ganadería El Prado. Recibió al novillo con dos largas cambiadas de rodillas y tres verónicas, para robarle las palmas al público merideño. Comenzó su labor con series por el pitón derecho para musicalizar su faena; la plaza se entregó al noble novillero. Cuando se disponía a adornarse con molinete sufrió un desarme, el cual no le impidió recuperar la música; con una tanda de naturales de muchos quilates, se escuchó en la plaza el “olé” al ritmo del pasodoble “Nuevo Circo”; armó el desorden en los tendidos. Dejó media estocada para cortar dos orejas.
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