Ganaderos: José Luis Rodríguez y Gabriel Manfreddy por la puerta grande junto a toreros. Foto: J. Cepeda
* Campo Pequeño embistió y le cortaron Tres orejas y un indulto
por: Jorge Cepeda
Con ribetes de oro finalizó la XLII internacional del Sol en Mérida, al terminar esta última corrida del ciclo de seis que tenía previstas la empresa merideña de los hermanos Rodríguez Jáuregui ya que a pesar de la lluvia que se hizo presente durante el festejo, la ganadería de Campo Pequeño, que debutaba en esta plaza, dio la nota resaltante y sus toros se prestaron para el lucimiento de cuatro matadores que se actuaron esta tarde.
Abrió el festejo el venezolano César Vanegas quien lidió un toro de La Cruz de Hierro que fue soso y que poco le colaboró al espada nacional; destacó en dos pares de banderillas que gustaron al respetable; a la muleta llegó parado y sin trasmisión por lo que abrevió.
Con el quinto que le permitió realizar una faena importante con muletazos largos y de dominio, lo fue consintiendo y con tandas ligadas por la derecha le dieron la música; toro noble, con recorrido, que despachó con estocada caída y que la Presidencia le otorgó las dos orejas.
El valenciano Eduardo Valenzuela estuvo de torero toda la tarde; con su primero se adornó con la copichuela en los medios y realizó vistoso quite. El toro fue noble, con recorrido; el espada logró darle tandas por la derecha, con la lluvia de testigo y el público que se quedó; le realizo faena donde probó el lado izquierdo pero éste se le quedaba corto; con la espada perdió trofeo ya que quedó muy caída por lo que le negaron trofeo.
Con su segundo, por el contrario, estuvo en plan de torero grande donde las bondades de “Bombón”, toro que fue indultado, a pesar que no fue una virtud a los montados, le permitió realizar una gran faena sobre ambas manos, rematando sus muletazos a la cadera; la faena fue a más y logró que el público solicitara el indulto, el cual fue otorgado.
El merideño Alexander Guillén su primero lo brindó al Alcalde de la Ciudad: Lester Rodríguez; sus muletazos tuvieron calidad, sobre todo por el pitón derecho; toro que se los tragaba con mucha bondad; su faena fue en los medios pero no remató con la espada.
Con el séptimo, fue poco lo que logró; toro que llevó la cara alta pero que sometió hasta que le dieran la música; pero su espada amellada le hizo oír un aviso.
El español Iker Cobo, residente en esta ciudad, estuvo muy centrado en ambos toros pese a su inactividad; con el primero logró someterlo por bajos y le dio importancia para que el toro se le entregara, a pesar de sus defectos y las pocas virtudes que tenía; expuso su pellejo y dejó muestras de lo valiente que es; se vencía por ambos pitones pero persistió hasta que le dieran la música; fue una pena que la espada cayó muy perpendicular. Con el último, estuvo mejor: faena larga y de templados derechazos que culminó con una buena espada para que le dieran una merecida oreja.
FICHA DEL FESTEJO
XLII Feria del Sol
Martes 8 de marzo de 2011
Plaza de toros Román Eduardo Sandia, Mérida, Venezuela. Media entrada en los tendidos y mucha lluvia durante el festejo.
Un toro de la Cruz de Hierro (1ro), Soso y sin recorrido y siete toros de Campo Pequeño terciados que se prestaron para el lucimiento.
El toro indultado: “Bombón”, número 166 con 460 kilos.
Actuaron:
César Vanegas (Burdeos y oro): Silencio y dos orejas
Eduardo Valenzuela (Azul Noche y oro): Vuelta al ruedo y dos orejas simbólicas
Alexander Guillén (Champaña y oro): Palmas y silencio tras aviso
Iker Cobo (Azul noche y oro): Palmas y una oreja
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