por: Víctor Ramírez “Vitico”
El matador de toros Marcos Peña “El Pino” ha cambiado el oro por la plata, decisión que sorprendió a muchos aficionados, ya que es uno de los diestros con mayor arte, clase y temple que ha dado Venezuela.
Pero los años pasan, las oportunidades no llegan y en el caso de nuestra temporada, año tras año, los festejos son más escasos.
Cambiar el oro por la plata nunca es fácil, pero el toreo está lleno de historias de toreros que incluso fueron figuras un tiempo y terminaron siendo excelentes profesionales de la brega y las banderillas.
El Pino ahora forma parte de los toreros de plata, joven y con facultades, comienza esta nueva andadura con ilusión, ya que seguramente su grácil capote mecerá con arte y temple a los toros, y con los rehiletes derrochará alegría y eficacia.
Desde niño el joven Marcos empezó a soñar con los toros, y fue su padre, “El Pino” viejo quien le enseñó los primeros pasos, como buen maestro, que conocía de primera mano la profesión ya que fue novillero y luego banderillero. El maestro César Faraco en la Escuela Taurina de San Cristóbal terminó de pulir a ese diamante que toreaba como los ángeles como lo demostró cuando se presentó con picadores. Cumplió buenas temporadas como novillero, llegando a ir a Europa para seguir formándose. Se mantuvo 15 años como matador de toros, con actuaciones en Venezuela, Perú, México y viajes a España.
El Pino se presentó con picadores en San Cristóbal el 16 de enero de 1998, estoqueando al novillo “Faraquillo” de El Prado, al que cortó la oreja tras una espléndida faena. Alternó con el rejoneador Luis Augusto Rodríguez, el español Antonio García “El Poli”, Reinaldo Polanco y Mauro David Pereira. Como novillero triunfó varias veces en San Cristóbal y Valencia, donde deslumbró. En esta etapa sumó 17 novilladas cortando 13 orejas, estoqueando 29 novillos con 4 salidas a hombros. También actuó en Francia, en Béziers el 15 de agosto de 2001, lidiando novillos de Occitania con Julien Lescarret y Julien Miletto, dando una vuelta al ruedo. Como novillero en San Cristóbal toreó 5 tardes, cortó 2 orejas, dio una vuelta al ruedo sin cortar trofeos y lidió 8 astados, sufriendo en una corrida mixta una lesión en la clavícula.
La alternativa tuvo lugar en San Cristóbal el 24 de enero de 2002 con Javier Conde y El Juli, quienes le cedieron al toro “Consentido”, número 35 con 493 kilos de El Paraíso, con el que escuchó los tres avisos, pero remontó cortándole las dos orejas al sexto para su primera puerta grande como matador de toros. En toda su carrera en Venezuela El Pino toreó 55 corridas de toros, en las que cortó 48 orejas y 1 rabo, dio 4 vueltas al ruedo sin cortar trofeos, lidió 100 toros, de los cuales indultó 1 en Boconó. En San Cristóbal toreó 12 corridas, cortando 6 orejas con 2 puertas grandes. 6 tardes actuó en Táriba cortando 7 orejas, en Tovar fueron 5 corridas con 3 orejas y una clamorosa salida a hombros y Valencia fue otra de sus plazas talismán con 3 corridas y 4 orejas. Su mejor temporada fue la de 2009 año en el que sumó 9 corridas, cortando 9 orejas, dando 2 vueltas al ruedo sin trofeos, con 3 salidas a hombros.
Su última corrida como matador de toros fue en Tovar, el día que dio la alternativa a Cristian Valencia. Ahora abre un nuevo camino, que seguramente será brillante. Suerte torero, bienvenido.
En españa un profesional que se viste de plata y va con una figura saca casi 80.000 euoros al año
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