por: Giovanni Cegarra
Lo de la exclusión del novillero Leonardo Buenaño de la novillada de la 172ª Feria en honor a Nuesrta Señora Virgen de Regla de Tovar, ha traído cola, un destape de olla de como se mueven en lo organizativo taurino venezolano, las sucias manos pelúas que desde hace tiempo vienen haciendo daño dentro de nuestra Fiesta Brava.
Lo dicho por el novillero venezolano negreado a última hora por presión de la mano pelúa del cartel de la novillada ferial tovareña tras haber sido anunciado, destapa una olla de agua hirviendo, pone en entredicho a unos cuántos, salpica a la Empresa Taurina de Tovar.
Ratifica esto lo que siempre he dicho, que dentro de nuestra Fiesta Brava tenemos enemigos dentro de ella, cuyas manos pelúas han hecho grave daño a matadores de toros y novilleros de la nueva generación taurina venezolana, que no ven luz con las empresas por culpa de los señorillos que practican aquello de que quite ese que mi torero va por menos, ese ni torea, poco conocido es y pare de contar las triquiñuelas que sacan a relucir, dándoselas de decentes de la Fiesta Brava en Venezuela.
Vaya papeleta, Tovar se las trae nuevamente y cuando ha sido declarada La Ciudad Taurina de Venezuela, se destapa una mala olla, el caldo hirviente ha subido, derramado, quemado a unos cuantos.
Espero no venga el veto, veremos que pasa, destapada la olla está, el agua hirviendo ha salpicado y al que le caiga el guante que se lo plante.
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