Los antis quieren humanizar a los animales irracionales y afirman que las corridas de toros no son éticas. Naturalmente ello es una falacia. Veamos...
tomado de: aplausos.es - por: Rafael Comino Delgado
En el artículo de José Luis Benlloch titulado “Contagioso, pegadizo y simplista” se habla del mensaje de los antis y ello me da pie para exponer mi opinión al respecto.
Dicho mensaje se puede resumir en muy pocas palabras: Quieren humanizar a los animales irracionales y afirman que las corridas de toros no son éticas. Naturalmente ello es una falacia. Veamos:
Los animales irracionales no pueden ser como los humanos por la sencilla razón de que no tienen inteligencia para comprender la diferencia que hay entre ambos. No pueden preguntarse, como lo hace el ser humano: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Para qué estoy aquí? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el significado de la vida? No tienen un concepto de la vida, ni del bien y del mal; su vida está regulada por instintos. A los irracionales no se les pueden exigir los deberes que se les exigen al ser humano, y por tanto tampoco pueden tener los mismos derechos. Eso es tan elemental que cualquiera, excepto un animalista, lo puede comprender.
Los animalistas nos llaman, a los taurinos, bárbaros, y al respecto el catedrático de Ética, don Fernando Savater, afirma, en su libro “Tauroética”, que “la barbarie es considerar a los animales irracionales con los mismos derechos y deberes que los humanos”.
Los animales irracionales están en la Tierra para que el ser humano los utilice según necesite. Naturalmente respetándolos, eso nadie medianamente inteligente lo duda, pero de ahí a considerarles como iguales a los humanos hay un abismo. Sólo pensar que los irracionales son semejantes a los humanos es una aberración mental, y quien así piense tiene desestructurada su mente.
Los taurinos respetamos a los animales irracionales, y concretamente al toro de lidia, muchísimo más que los animalistas que, dicho sea de paso, algunos ni se respetan a sí mismos. Miren Vds, en Estados Unidos el Peta (partido animalista) ha quemado granjas de caballos (donde vivían con todo tipo de atenciones) con los animales dentro, para que el dueño no se aprovechara de los beneficios; en Galicia los animalistas liberaron miles de visones de una granja (en la que estaban perfectamente cuidados), y la inmensa mayoría murieron de hambre o a manos de los depredadores, con tal de arruinar al dueño. ¡Díganme si eso es respetar a los animales! O díganme Vds, ¿que se respeta el tal Peter Janssen cuando se tira a una plaza de toros, llevando insultos pintados en el cuerpo contra los taurinos, pero eso sí, pagado? Sólo hay que mirarle la cara para darse cuenta de que estamos ante un trastornado.
Pero el problema es más profundo de lo que parece, porque tengan presente que “aquellos que hoy quieren humanizar a los animales irracionales mañana querrán deshumanizar a los humanos”. Sí, así como suena, de hecho ya Hitler llegó a decir que los judíos no eran humanos y que por tanto no era un crimen matarles.
Así pues, resumiendo: querer humanizar a los animales irracionales es una barbaridad propia de mentes patológicas.
Naturalmente que las corridas de toros son una actividad ética, pero eso lo trataremos en un próximo artículo.
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