Gran labor muleteril de reposo, inteligencia y temple de Otto Rodríguez con el novillo de Santa Fe. Foto: Andrés Rodríguez
* Siete orejas en festival a beneficio del alguacilillo de Valencia
por: Jesús Ramírez “El Tato”
Unas 600 personas se dieron cita en el festival taurino realizado este domingo 06 de julio en la Monumental de Valencia, a beneficio del alguacilillo mayor de dicho coso, Pedro Guarenas, quien ataviado de liquiliqui, recibió los primeros aplausos de admiración y reconocimiento de los aficionados y los toreros actuantes, quienes le brindaron sus novillos.
En la arena un paseo ganadero por la cabaña brava venezolana con novillos de “Camoruco Españolero”, “El Rocío”, “Santa Fe”, Juan Campolargo y “Rancho Grande”. Destacando por su bravura, los de Campolargo y “Santa Fe”, en festejo donde se cortaron un total de siete orejas.
Abrió plaza Victoriano Garrido con uno de “Camoruco” que se dejó y al que el veterano espada en retiro logró momentos de lucimiento. Rafael Martìnez tuvo su momento más brillante con la capa en armoniosas verónicas que remató con media de lujo con uno de “El Rocío” que cambió comportamiento en el tercio postrero.
El gran triunfador de la tarde con una faena de altos kilates fue Otto Rodríguez con buen gusto a la verónica y despacioso toreo con el bravo novillo de “Santa Fé” que no se cansó de embestir a la templada muleta del valenciano en derechazos largos, rebosantes de temple y aguante y naturales con clase, siempre en los medios, donde el novillo demostró su bondad en larga faena. Mató de sensacional estocada y recibió las dos orejas por demás merecidas.
Manolo Zapata también saboreó las mieles del triunfo con un bravo colorado ojo de perdiz de Campolargo, bonito de presentación que permitió a Zapata momentos de lucimiento con la muleta en variadas tandas. Atizó espadazo arriba y recibió dos orejas. Eduardo Valenzuela banderilleó con precisión a un esmirriado becerro de “El Rocío” con el cual estuvo valeroso e insistente sin lograr el triunfo esperado por las pésimas condiciones del astado. Manolo Muñoz banderilleó con desigualdad al novillito de “Rancho Grande” de escasas fuerzas, al que supo aprovechar las débiles embestidas con ambas manos para despacharlo de estocada y recibir dos orejas.
Cerró el festejo el aficionado práctico José Breña destacando par extraordinario del subalterno Enrique Muñoz. Predominó la voluntad de Breña con muletazos aislados en todos los terrenos como cayò pronto el burel, recibió una oreja de Usía.
Presidió el festejo el doctor Angel Stopello acompañado en el palco por el doctor Fernando Yamín y el homenajeado alguacilillo Pedro Guarenas en entretenida tarde.
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