por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com
La Universidad Bicentenaria de Aragua, rebautizó su càtedra de Arte y Tauromaquia con el nombre del inigualable torero venezolano César Girón cuya actividad realizó en el salón de la biblioteca ante una numerosa asistencia de aficionados e invitados especiales como miembros de la familia Girón y directivos de la Fundación Cultural Girón (FCG), de reciente creación y una de las instituciones motivadoras para este rebautizo.
En el acto especial, se incluyó la participaciòn de la FCG con las palabras de su màximo representante e inspirador Señor Nelson Hernández quien en su discurso repasò la importancia que ha tenido Maracay en la historia taurina de la Fiesta Venezolana y la figuración preponderante del apellido Giròn en el ruedo taurino español donde hasta la fecha son los extranjeros que màs han toreado en lo que èl mismo llama: "patio màs viejo y difícil"
***** Palabras de Nelson Hernàndez en el ACto de instalaciòn de la Càtedra César Giròn *****
Ciudadano Rector
Ciudadanos Vicerrectores
Ciudadana Secretaria
Honorables Decanos
Profesores, alumnos, aficionados taurinos, directivos de la Fundación Cultural Girón, invitados, amigos periodistas.
Familia Girón Díaz.
Señoras y Señores
Los estudios de educación superior están sometidos a un dinamismo social que impone cambios en sus programas, pedagogías e instrumentos para colocarlos en consonancia o armonía con las nuevas realidades, tanto las de los veloces tiempos del ahora como de las circunstancias regionales o locales.
La globalización no impide que se propicie la identidad propia de una entidad federal o de un municipio, porque, justamente, el efecto globalizador más bien sirve para que esas manifestaciones se proyecten como expresión cultural de sectores territoriales o minorías.
La tauromaquia es una actividad que supera el siglo en el Estado Aragua y en el Municipio Girardot, con arraigo histórico y con perfil propio, a un punto tal que por años fue el centro del quehacer recreativo, compartiendo tiempo con el trabajo y el estudio.
Eran los tiempos del gobierno nacional del Presidente Juan Vicente Gómez, un maracayero de adopción que vino con la impronta taurina de la frontera andina y aquí promovió la modernización del espectáculo taurino con una hermosa plaza y ganadería de raza ibérica.
Las crónicas de los años treinta y cuarenta del siglo pasado, en la prensa de Caracas, y por supuesto en la local, permiten apreciar la importancia del hecho taurino en esta ciudad y las fotos comprueban el arrastre de miles de personas que abarrotaban la hermosa plaza del barrio Calicanto, cada vez que abría sus puertas.
La modernidad implicó la presencia de ganado y toreros españoles, para que la fiesta brava no fuera burda imitación criolla sino la representación verídica de la usanza hispana. Es decir, autenticidad en el arte.
En esa etapa de modernidad se afinca el nacimiento de la nueva tauromaquia de los años cincuenta y sesenta en Aragua, con nuevos aficionados, con maestros de enseñanza en el redondel y con toreros propios.
De esos artistas taurinos ya da cuenta la historia, la que ubica en sitial preferente y con letras doradas a los seis hermanos Girón Díaz, César, Rafael, Francisco o Curro, Efraín, Pedro o Freddy, y José Luis o Pepe Luis, los hijos de Don Carlos y Doña Esperanza, una dinastía de tan vasta influencia en la tauromaquia mundial que tiene episodios de grandeza en varios países sin haber sido superados a lo largo de medio siglo.
El apellido Girón sobresale en todo el orbe. Las estadísticas ibéricas muestran que se trata de los extranjeros que más han triunfado en ese viejo y difícil patio, donde con bastante facilidad superaron el millar de festejos mayores y dejaron como récord la conquista de los trofeos de las veinte ferias más importantes.
Aquellos logros fueron cuando toda España era tauromaquia, sin la fuerza actual del fútbol, sin la vitalidad del ciclismo y automovilismo que hoy tiene campeones mundiales. En medio de una recia dictadura, Girón era nombre de nobleza taurina y de personalidad exitosa, en los mismos instantes en que la baraja torera hispana se unía para frenar a los portadores de la bandera gironista venezolana.
César y Curro Girón se ocupan, nada más y nada menos, que de guardar en su esportón cuatro temporadas como líderes absolutos, mientras se alejan del invierno hispano para derrochar éxitos en México, Colombia, Perú y Venezuela.
Las circunstancias históricas impusieron a César como el hombre insignia de la familia Girón Díaz, con tal fama y prestigio que en todos los países era esperado en los aeropuertos por decenas de periodistas, la mayoría no especializados en tauromaquia, pero sabedores de su bien ganado espacio en las páginas noticiosas.
En España dejó el récord hace ya casi seis décadas de triunfar clamorosamente en forma consecutiva en la feria abrileña de Sevilla, con la suma de trofeos, orejas y rabos, que no ha sido igualada, mientras que en Perú escribe la mejor página de torero alguno en la vieja plaza de Acho, donde estuvo como homenajeado y otras veces vio festejos el Libertador Simón Bolívar, hace casi dos siglos. Se ha dicho que Bolívar fue aficionado práctico.
Solo señalo algunos grandes hechos. Estos se coleccionan por centenares, con tan grande influencia que el vocabulario popular venezolano tiene como sinónimo de buen torero el apellido Girón, de la misma manera como se asimila el toro bravo con el apellido Miura.
La triunfal trayectoria de César lo ubicó como uno de los cien venezolanos más importantes de la historia, a juzgar por la edición de su biografìa dentro de la Colección biográfica del Diario “El Nacional” de Caracas, que dirigió el Licenciado Simón Alberto Consalvi.
Todo lo anterior, que es un breve esbozo, es lo que ha dado sentido a la Resolución del Consejo Rectoral de la Universidad Bicentenaria de Aragua, novedosa institución que prestigia la entidad aragüeña, de bautizar la Cátedra de Tauromaquia con el nombre del gran César.
Se responde así al reto de la actualización permanente del programa de estudios, de acuerdo a la identidad local, soportando la decisión en la historia y sabiendo que la cultura taurina va más allá del redondel para insertarse en buena parte de la conciencia colectiva.
La Fundación Cultural Girón se congratula de llevar tan glorioso apellido, de tener en su seno direccional a miembros de la familia y de compartir con júbilo este acto de lanzamiento de la cátedra que ocupa el primer lugar dentro de las universidades venezolanas y que reconoce la validez de un conglomerado social esparcido por toda la República, pero especialmente afincado en estos valles aragüeños.
Señor Rector y autoridades universitarias.
Nuestra Fundación siente como propia esta Cátedra porque comparte sus objetivos y fines, y porque juntos podemos ampliar los horizontes taurinos venezolanos para lograr una mejor calidad de los egresados y para que con cada promoción o graduación salgan comunicadores sociales que promuevan la validez de nuestra afición y nuestra cultura taurina.
En ese sentido, entregamos al Ciudadano Rector un ejemplar de las estadísticas taurinas venezolanas de la Dinastía Girón, elaboradas por nuestro colaborador Nelson Arreaza, para que sean objeto de consulta en la sección taurina de esta Biblioteca General. Otros aportes haremos en el futuro. Uno de ellos podría ser, y lo someto a consideración de las dignas autoridades universitarias, una galería con los rostros de los nueve girones, ubicada en este recinto de cultura y saber.
Incluso podríamos invitar a los hijos de César para el acto de apertura de esa galería. Su hija mayor, Myrna, es la Presidenta Ejecutiva de la Fundación Cultural Girón.
A los interesados les informamos que también pueden consultar las estadísticas, en la comodidad de sus hogares, en nuestra página web www.fundacionculturalgiron.com.ve, que ya suma cien mil visitas.
Esta página web está a la orden de estudiantes y profesores. Podemos abrir una sección especial para que ustedes publiquen sus trabajos y opiniones, en la seguridad de que lograrán una gran cantidad de lectores.
No debo concluir mis palabras sin hacer una invitación abierta, a todos los sectores y autoridades, para llevar adelante conversaciones y buscar acuerdos sobre la custodia y mejoramiento del bien patrimonial cultural que es la Plaza de Toros de Maracay, cuyo epónimo es César Girón.
Muchas gracias.
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