Foto: García Soteldo
por: Enrique Barrios Barrios
EN LA MAESTRANZA “CESAR GIRON”.-
Efectivamente, el día 5 de Mayo del año 2013, en la plaza de toros La Maestranza “César Girón” de Maracay, se llevó a cabo la despedida de los ruedos, de torero venezolano José Nelo Almidiciana-Morenito de Maracay-. En un cartel integrado además por el diestro caraqueño Erick Cortés, el español Antonio Ferrera y el azteca Diego Silveti, despacharon ocho ejemplares colombianos de la ganadería El Capiro.
En su primer toro, a Morenito de Maracay le fue imposible el lucimiento al enfrentarse con un enemigo que presentó condiciones desfavorables para el triunfo, no así en el segundo de su lote, un astado de nombre “Lucerito” más adecuado para la lidia, por lo cual el referido matador que se encontraba dando el último adiós a las corridas de toros, pudo dejar constancia de su arte, dominio y conocimiento de la labor taurina, realizando como lo ha hecho muchas veces, con brillantez, sitio y oficio, todas las suertes de la faena.
ALIADOS DE MORENITO.-
Podemos observar tres aportes fundamentales que contribuyeron a conformar la vida torera de Morenito de Maracay. El primer aliado fue precisamente el maestro Pedro Pineda, reputado director de la Escuela Taurina La Maestranza del Estado Aragua, quien le suministró las primeras nociones sobre la lidia de reses bravas. El segundo aliado vino a ser la bella y distinguida dama Maribel Llorens de Branger, quien le entrega en Madrid por orden de Don Juan Ernesto Branger, la suma de dos mil dólares para que continuara preparándose en España y se hiciera torero, renunciando así por consiguiente a la idea de regresar a Venezuela, por encontrarse frustrado y desilusionado. El tercer aliado resultó siendo su apoderado Luis Alvarez, el mejor apoyo con que contó en su vida personal y profesional.
UN FINAL DE INTENSA EMOCIÓN.-
Después de luchar con los toros durante casi cuarenta años en los diversos cosos taurinos del mundo, llegando a ser el último torero venezolano en abrir la puerta grande de Las Ventas de Madrid, donde actúa durante trece años consecutivos en la Feria de San Isidro, se dispone a cortarse la coleta para retirarse de los toros, en la bella plaza del Calicanto de Maracay.
Bajo los acordes del alma llanera, Morenito de Maracay es paseado en hombros por los miembros de su cuadrilla que le dan la vuelta al ruedo, recibiendo del público los aplausos, el aprecio y el apoyo fervoroso de la motivada afición que concurrió a su despedida.
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