26/5/13

César Valencia escuchó palmas en Madrid


Palmas que le reconocen como torero bueno y entregado. Foto: blog elvitoalostoros

por: EL VITO

Cuando en la lejanía del recuerdo César Valencia escuche las cerradas palmas que escuchó en Las Ventas de Madrid, le sabrán a dulce, tendrán compás y no serán amargas, como amargo debe de haber sido el trago que este lunes 20/05 bebió del cáliz que le sirvieron en la de novillada de Nazario Ibáñez.

El novillero criollo surgió hace un par de años como la gran esperanza del toreo nacional en Venezuela. Destacó este joven de dinastía, en un momento de sequía de espadas venezolanos. Surgió como la estrella en el firmamento de los becerristas. César triunfó en competencia, con los más destacados alumnos de las más diversas escuelas taurinas. Hasta que el becerrista ascendió, con sello de esperanza en el grado de novillero.

Lleva César Valencia un año como novillero profesional, es decir que actúa en festejos con picadores y apenas lleva cuatro festejos en la categoría. Pocas para ir a Madrid; pero si no lo hace ahora, lo arrinconan , se oxidaría en el rincón del olvido donde las empresas colocan a los novilleros sin recursos económicos para pagar por torear, y desaparece como torero. Cruel esta realidad la que vive César Valencia y que viven los novilleros en España.

La novillada de don Nazario salió dura como pena de pobre, con mucha presencia. Los dos novillos de Valencia, fueron los peores del encierro porque a sus compañeros le salieron con mucho más trapío que cualquiera de las corridas de toros que hemos visto en las últimas temporadas nacionales. Sin clase los novillos, embistiendo con la cara alta, quedándose cortos y pregonando su peligro. Sin embargo, si pretendemos ser justos, debemos decir que César Valencia superó con creces las dificultades del amuruchado comportamiento de los novillos de Ibáñez; y es por ello que consideramos que las palmas que con justicia le otorgó el entendido público de Madrid le sabrán a gloria en el tiempo, cuando cuaje como torero. Cuando en el futuro se haga torero, siempre y cuando los venezolanos le tratemos con el respeto que merece su entrega, arrojo, vocación y deseos de hacerse matador de toros.

La ficha del festejo nos informa que César alternó con Álvaro Sanlúcar: estocada caída (silencio); media caída (silencio) y con Gonzalo Caballero: pinchazo, casi entera tendida y contraria —aviso— y dos descabellos (ovación); pinchazo y media baja (ovación).
César Valencia: estocada (silencio); estocada (silencio).

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