Manuel Escribano en un lance por chicuelinas. Foto: Jorge Cepeda* Sólo a Cobo se le concedió una oreja
Por: Jorge cepeda
Se realizó la primera corrida del tradicional abono de la feria de Tovar donde se lidiaron ocho toros de la ganadería venezolana de Tarapío, corrida que resultó un fiasco por la mansada que envió la ganadera que hacía la reaparición en esta plaza: Coliseo El Llano. Toros que a pesar de su presencia y que había gran ilusión por verla, en su mayoría fueron descastados y con mucho genio; solamente el español Iker Cobo cortó una oreja; y el venezolano Curro Ramírez estuvo bien en su primer ejemplar. Hubo algo más de media entrada en los tendidos y una tarde llena de aburrimiento.
Actuaron en la corrida
- Manuel Escribano: puntazo y palmas
- Eduardo Valenzuela: palmas y palmas tras avisos
- Curro Ramírez: Vuelta y silencio
- Iker Cobo: Palmas tras aviso y una oreja
Manuel Escribano
El torero español estuvo muy aplaudido desde su salida, ya que es triunfador en esta feria y el público estaba con él. Su primero remató bien en el burladero cuatro y se creía que iría a mas; le dio tres verónicas y media que hicieron oír los primeros Oles.. de la tarde. Al caballo, el ejemplar no acudió y solamente le dieron un picotazo; tomó las banderillas y dejó tres buenos pares; en su segundo fue prendido y recibió un puntazo en bolsa escrotal que ameritó hacerle afrontamiento de tejido al pasar a la enfermería. Con la muleta lo recibió en los medios con un cambiado y una bonita serie por la derecha. Comenzó el martirio del español cuando quiso colársele por lo que su actuación se limitó a realizar un trasteo para despachar pronto. Palmas.Con el segundo de su lote, tampoco fue una malgama de bondad; la salida fue corretear por el redondel y no lo pudo sujetar; nuevamente colocó banderillas que gustaron al respetable. Con la roja pañosa fue poco lo que logró; su toro llevó la cara alta y siempre buscando el bulto; lo despachó de entera para oir palmas.
Eduardo Valenzuela
El valenciano, se puede decir que pechó con lo mas manso del encierro: toros sin raza. En su primero se le vieron vistosas verónicas y alegró los tendidos con tres pares de rehiletes. En la muleta se le colaba por ambos pitones, por lo que abrevió.
Con el segundo que le correspondió: un toro feo de cuerna y de tipo, se adornó en el segundo tercio; pero en la muleta tampoco fue mucho lo que le ayudó, desde que se fue a tablas y queriéndose escapar; con la espada tampoco fue certero y oyó un aviso.
Curro Ramírez
Era fuerte el compromiso con su público ya que es el torero local; pero salió bien librado del compromiso. A su primero, si se quiere el más potable del encierro, le recibió con una larga cambiada y le dio tres verónicas y una revolera. En varas, el ejemplar recibió un puyazo; su faena la brindó a su progenitora y comenzó por bajos, doblándose con el astado y se fue a los medios dando buenas tandas por la derecha para que le dieran la música; luego probó el pitón izquierdo; pero el astado se le colaba, por lo que su faena la hizo por la derecha donde ligó buenos muletazos; con la espada dejó una estocada desprendida y el astado se le amorcilló; tuvo que recurrir al descabello y su público le pidió dar la vuelta al ruedo.
Con el segundo de su lote, otro de los mansos del encierro de Tarapío, fue poco lo que logró, solamente dejó muestras de sus buenos deseos y su labor fue silenciada.
Iker Cobo
Tampoco se perdió de los regalitos de la ganadería, el debutante español. Su primero fue manso desde la salida; no fue a los caballos; y con la muleta fue poco lo que pudo lograr; solamente aliño para despedirlo pronto y su labor se silenció. Con el último: el octavo, estuvo bien con la capa; le dio muletazos aislados que le otorgaron la música; con una estocada desprendida le dieron una benévola oreja.
ALGUNAS IMAGENES DEL FESTEJO
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