Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal

18/9/10

Nerio Ramírez El Tovareño

por: Nilson Guerra Zambrano

Doctorado en Úbeda, Ciudad Patrimonio
de la Humanidad, Provincia de Jaén (España)
Nerio Ramírez, torero tovareño en carteles de España, Francia y Colombia








por: Nilson Guerra Zambrano

El domingo treinta de septiembre de 1979,  cuando faltaban siete minutos para las cinco de la tarde, en la histórica Plaza  de Toros de San Nicasio de Úbeda, entre los ríos Guadalquivir y Guadalimar al sur de España,  recibió la espada y muleta en señal del doctorado en tauromaquia,  el novillero Nerio Rafael Ramírez  “El Tovareño”, de veinticinco años de edad.
La ceremonia tuvo como padrino al torero hispano Francisco Ruiz Miguel y de testigo actuó el también ibérico Juan Antonio Esplá, ambos ubicados entre la primera veintena de ases de la temporada.
Segundo festejo de la  Feria de San Miguel Arcángel, cuyos orígenes se remontan al siglo trece. Siguiente día de la fiesta patronal. Tiempo soleado. Lleno completo. Se lidiaron seis toros de Don Carlos Sánchez Rico (Salamanca), cuya procedencia es de Don Félix García de la Peña. Actuó la Agrupación Musical Ubetense  (AMU), dirigida por el maestro Manuel Antonio Herrera Moya desde junio de 1969.
 El empresario del ferial  fue el madrileño Juan Gutiérrez Puerta, destacado hombre de negocios taurinos que ese año ofertó en la licitación para la  Feria de San Isidro. En un principio se había pactado la alternativa para la Plaza de Villanueva del Arzobispo, también en Jaén, con un cartel conformado por Manuel Benítez “El Cordobés”  y  Serafín Payá. No se realizó el festejo por indisposición de Benítez.
Ramírez, enfundado  en un terno malva y oro, recibió  con tres ceñidas verónicas a “Chileno”, No. 54,  negro bragado. Se escucharon sonoras palmas. Llevó el animal a la jurisdicción del picador de confianza José Luis del Monte. Buena vara.  Luego colgó dos lucidos pares de banderillas.Nerio, Nilson Guerra y el subalterno de confianza Mauro Pereira
 En medio del mayor silencio recibió los trastos de Matador, espada y muleta, y devolvió el capote.  Ruiz Miguel le dijo:   “ muchos escogen este camino, no todos llegan. Te felicito y deseo mucha suerte”. Luego de los abrazos de padrino y testigo (Esplá dijo ..enhorabuena..)  saludó al Presidente del festejo Don Luis Blanco, para iniciar faena.
Dos tandas de pases con la zurda, iniciadas con el pase cambiado,  despertaron el entusiasmo general. Luego una serie con la derecha. Sonó el pasodoble Chiclanera. Volvió por naturales, citando de frente  con los pies juntos, se adornó  y después de nuevos derechazos colocó la espada en todo lo alto, para despachar con efecto rápido.
Dos orejas. Paseo circular en medio de las palmas. En los tendidos y en el callejón surgieron los mejores comentarios para un  joven diestro americano que culminaba con éxito su carrera novilleril de quince  actuaciones en ruedos ibéricos y dos en las plazas francesas de Ceret y Arles.
Convertido en Matador de Toros, Nerio Ramírez devolvió espada y muleta al maestro de Cádiz Ruiz Miguel, quien lidió segundo y cuarto de la tarde con balance de una oreja. Ramírez agradeció a Ruiz la concesión del doctorado y éste lo felicitó por el triunfo logrado.
Ruíz Miguel tuvo un balance artístico de palmas en el primero y oreja en el segundo.
Esplá agradó  con los rehiletes y escuchó ovaciones en sus dos actuaciones, sin cortar orejas. Su primera faena fue musicalizada.
“El Tovareño”  cerró el festejo. Ceñidos lances a la verónica. Palmas para el varilarguero Manolo Atiénzar Vega.  Asistido por la buena capa de Ricardo Mencía, primero de la cuadrilla, nuevamente se lució en banderillas. Brindó a sus emocionados subalternos (también actuaron Mariano Gallardo y Antonio Maezo) y al consecuente mozo de espadas Don Miguel Mateo Barahona, hombre de experiencia en la guerra civil. Faena basada en naturales, con palmas, música y olés. Artística ejecución con la derecha. Con el estoque dejó pinchazo y entera. Despedido con aplausos.
El cronista  Rafael Alcalá del “El Diario de Jaén”  escribió en su reseña que “hubo una cosa que me gustó en el torero venezolano y es que ligó faena  y estuvo tranquilo, sin nervios, aunque latiera con prisa su joven corazón”.
Antes de regresar  a Madrid, la cuadrilla festejó con brindis y cena en un restaurante ubetense.  El dueño del negocio, que había estado en la corrida, emocionado por la visita del triunfador, ofreció la comida en su honor.
Culminada la corrida,  “El Tovareño” quedó registrado como el  quincuagésimo sexto torero venezolano de alternativa en cincuenta y siete años de historia después del doctorado de Eleazar Sananes en Madrid (Plaza  de la Carretera de Aragón) el 22 de mayo  1922.
Nerio, Marypaz Vega y Nilson GuerraEs el segundo merideño que hizo el grado en una plaza española. El primero fue César Faraco Alarcón, oriundo de San Juan de Lagunillas, el trece de mayo de 1955, a la edad  de veintidós años, apadrinado por el caraqueño Antonio Bienvenida y testimonio de Manolo Vásquez, en la madrileña Plaza  de Las  Ventas.
Treinta y ocho venezolanos recibieron el doctorado, hasta ese momento, en tierras españolas, destacando la plaza de Barcelona con ocho actos, de los cuales cuatro corresponden a la  familia Girón Díaz (César, Rafael, Curro y Efraín) y completando Carlos Saldaña, Adolfo Rojas, Celestino Correa  y José Nelo).
El mayor número de padrinazgos lo tiene César Girón con cinco, seguido por Antonio Bienvenida y Curro Girón con tres,  con dos quedaron registrados Antonio Chenel “Antoñete”,  Eloy Cavazos,  Paco Camino, Manolo Martínez y Dámaso González.
La genealogía  de la alternativa de “El Tovareño” revela que Ruiz Miguel recibió el doctorado  de manos de  José Fuentes (Barcelona, 27.04.1969) y éste de Antonio Ordóñez Araujo (Málaga, 18.04.1965), siguiendo la línea histórica con los nombres  de:


  • Julio Aparicio (a Ordóñez en Madrid, 28.06. 1951)


  • Joaquín Rodríguez “Cagancho” (a Aparicio, 12.10. 1950)


  • Rafael Gómez  “El Gallo”  (a “Cagancho”, 17.04.1927)


  • Emilio Torres “Bombita”  (a “El Gallo” , 28.09.1902) 


  • Manuel García “Espartero” (a “Bombita”, 29.09.1893)


  • Antonio Carmona “El Gordito” (a “Espartero”, 13.09.1885)


  • José Carmona “Panadero”  (a “El Gordito”, 08.07.1862)


  • Juan Pastor “Barbero”  (a “Panadero”, 02.06.1850)


  • Juan León “Leoncillo” (a “Barbero”, 08.04.1839)


  • Curro Guillén (a  “Leoncillo”, 1820)


  • Jerónimo José Cándido (a  Guillén, 22.06. 1799) y Pedro Romero (alternativado  el 20.04. 1776 a  Cándido en  1792)).
La historia de la plaza de Úbeda, levantada en medio de iglesias góticas y palacios renacentistas, registra un importante hecho. El 29 de septiembre de septiembre de 1865,  día del Patrono San Miguel, tomó la alternativa el célebre califa cordobés  Rafael Molina “Lagartijo”, de legendaria rivalidad con  Salvador Sánchez Povedano “Frascuelo”.
Entre los años 1967 y 1979 en los carteles ubetenses destacaron los nombres de los toreros  Miguel Mateo “Miguelìn”,  Angel Teruel, José Fuentes, Miguel Márquez, Antonio Chenel  “Antoñete”,  Manuel Benítez “El Cordobés”, Sebastián  “Palomo Linares”, Cèsar Girón,  Antonio Millán  “Carnicerito de Úbeda” , Francisco Rivera “Paquirri”, Dámaso González, Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea”, Santiago Martín “El  Viti”, Paco Alcalde, Luis Francisco Esplá, José Luis Galloso, Julio Robles, José María Manzanares, Juan Antonio Ruiz “Espartaco” y Emilio Muñoz.

Lucha por un sitial
La historia de Nerio Ramírez (Tovar, 24.09.52) representa el esfuerzo de un muchacho humilde por abrirse paso, sin mayor apoyo que su afición,  en la difícil y controvertida fiesta brava. En su infancia asimiló las primeras ideas taurinas durante la celebración  de dos novilladas en un redondel portátil cerca de su casa, en la parte  posterior de la   Capilla de la Cruz, que entonces se buscaba convertirlo en templo parroquial de Nuestra Señora  de  Fátima, en mayo de 1963.
El  niño Nerio estaba en la catequesis, bajo la dirección del sacerdote trujillano Alfonso Albornoz Pérez. Este prometió la entrada gratis al circo taurino a quienes ayudaran en las labores  de construcción, lo cual lo llevó a esforzarse cargando ladrillos.
No otro pudo ser el impacto. Por primera vez  se presentaron toreros tovareños.  Debutó el  fino artista del capote Ramón Ramírez “Rísquez II”, al lado de Francisco Alonso Briceño y José Alcides  Salas.  Completaron las ternas  Eduardo Landa y el peruano Alejandro Campos “Campitos”.
Tres meses más tarde presenció  la feria septembrina de Nuestra Señora de Regla y  cimentó su afición al ver en el Teatro Cinelandia, gerenciado por Don Miguel Rosario,  películas con algunos segmentos taurinos rodados  en plazas españolas. Una de ellas  es  “Nace un torero”, con Manuel  Cano “El Pireo”, matador  de toros de los años sesenta.
Instaló su primer cuartel taurino al inaugurarse la Plaza de Toros Monumental  de Mérida, en 1968, después de haber dejado sus primeros capotazos a novillos criollos en la tovareña Plaza Vista AleNerio y su hijo Rafael Albertogre (*).
Se enfundó en un traje  de luces por primera vez en el circo portátil  instalado en La  Plazuela, barrio El Añil  de Tovar,  el nueve  de septiembre de 1970, alternando con el matador  de toros Alfredo Sánchez y los novilleros Luis Meza y Carlos Reinaga.   Por los redondeles portátiles de la zona andina (colombiana y venezolana) anduvo en sus primeros momentos, intercalando entrenamientos y actuaciones con el necesario trabajo para subsistir.
De esos pueblos interioranos y montañeros se recuerdan Queniquea, Colón, Coloncito, Caño Zancudo, Nueva Bolivia, Canaguá  y Río Chiquito de Venezuela, y los colombianos Bochalema, Sardinata, Toledo, Labateca, Arboledas, Gramalote, San Luis  de Cúcuta y Villa del Rosario.
En septiembre de 1971 integró cartel  con los también novilleros tovareños Vicente  Ramírez y Julio Dávila, con toros  criollos, en lo que fue la última temporada en el histórico lugar de las ferias tovareñas. 
Lleno completo y alegre expresión de la tovareñidad en redondel de madera.
En 1974  decidió irse  a España para mejorar su autodidacta formación, personalizar su forma de interpretar el arte, alcanzar identidad propia y lograr una alternativa decorosa.  Allí se encuentra con sus amigos novilleros venezolanos Jorge Polanco, Marcos Peña “El Pino” y Rafael Pirela.  Durante el primer año, residenciado en la céntrica calle del Barco (No. 24)  de Madrid en casa de Marita Rodríguez Seoane,  anduvo en  el grupo de “El Chino Torero”,  acreditada cuadrilla cómico – taurina dirigida por Manuel Pérez Luque,  con numerosos contratos en España y América. 
En diez oportunidades  se vistió de luces para lidiar y estoquear un novillo por tarde, en lo que se conocía como la “parte seria” del espectáculo, pero sin que estas presentaciones sirvieran para ingresar en la estadística o para relato de medios de comunicación social. De baja remuneración e integrado totalmente al equipo de trabajo, donde además de torero tenía que hacer de obrero, cargador, ayudante y cómico, Nerio vio cubrir sus gastos, guardar unas cuentas pesetas y acrecentar su experiencia frente a la bravura y raza del toro ibérico.
Asiduo visitante del  inmenso parque  “Casa de Campo” para conservar facultades físicas y entrenar de salón,   de la vieja Plaza de Toros “Las Ventas” para presenciar cuanto festejo se realizara y de los corrillos taurinos del centro madrileño (especialmente del bar “La Sastrería) para mantenerse en el ambiente. En este último lugar  conoció a dos acreditados subalternos Alberto Díaz Martínez “Madrileñito” y Ricardo Mencía Barros. Con Mencía, un exigente director artístico y apoderado,  le correspondió andar  en cuatro temporadas anuales, hasta culminar con la alternativa en el coso ubetense.
Las primeras actuaciones ocurrieron en plazas de tercera categoría, en novilladas sin picadores, logrando sumar el cupo para extranjeros. No faltaron tardes de añadidura en las que su nombre no figuró, pero  que se contrataban con el ánimo de fortalecer la preparación para la fuerte campaña de festejos con animales de mayor peso.
El 17  de septiembre de 1978 debutó con picadores en Cascante (Navarra), alternando con José  Castilla y Enrique González “El Bayas”. Su triunfo le valió la repetición al año siguiente. Y desde allí no paró de torear todas las semanas hasta totalizar  diecisiete novilladas con balance  de veinticinco orejas y tres rabos, y tres festivales.  En sus dos presentaciones en Francia cortó orejas.
Su único paseíllo en la monumental “Las Ventas” fue  el domingo diecisiete de junio de 1979, durante mañanero festival a beneficio de los huérfanos de la Policía Municipal del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid. Conformó cartel con los matadores Joaquín Bernadó y Agapito Sánchez Bejarano, y el novillero Juan Herrera. Se lidiaron cuatro novillos de “El Pizarral”, de Casatejada, Provincia de Cáceres. Cortó una oreja. Las  fotos de la época muestran a Nerio con la oreja y a un lado el subalterno Alberto Díaz  “Madrileñito”. Completaron la cuadrilla Ricardo Mencía y el picador  José Luis del Monte Galán.
En la temporada española  de  ese año quedó colocado en la casilla quince de los novilleros, con quince paseíllos, veintiséis orejas y cuatro rabos.
 Figuraron en la estadística, entre otros,  “El Mangui”, Pepe Luis Vásquez, Maribel Atiénzar, Víctor Méndez, Luis Reina,  Juan Antonio Ruíz “Espartaco”, Antonio Ramón Jiménez, Patrick Varin, Richard Millán,  Paco Ojeda, Luciano Núñez y Pepín Jiménez. El máximo triunfador fue  Mario Triana.  Sus actuaciones más relevantes tuvieron lugar en Cartagena, Azpeitia y Cascante (por segunda vez).
Medio centenar de corridas
 “El Tovareño”  dio prestigio al gentilicio de la tierra mocotiense y abrió lo que ya se puede conceptuar como “la escuela taurina tovareña”, al triunfar en las Plazas Nuevo Circo de Caracas (en dos oportunidades),  Mérida  (en cinco tardes), Maturín, San Felipe, Barinas y Guayabal (Tolima – Colombia).
De especial significación fue su debut  en Mérida, el 16 de  febrero de 1980. Hizo el paseíllo con  Francisco Rivera “Paquirri”  y Miguel Espinoza  “Armillita Chico”. Dejó dos faenas ante toros de Mimiahuapan, cortó las orejas a “Mocotíes” y salió  a hombros.
Ese mismo año, veinte de abril,  se estrenó en el Nuevo Circo  de Caracas con Manolo Martínez y Bernardo Valencia, y cinco meses más tarde (14.09.80)  dejó su nombre para la historia  de la plaza capitalina al indultar  a “Rumboso”  de  Reyes Huerta, tras una faena en la que las tandas de naturales, citando de frente  a pies juntos,  sirvieron para abrir todas las crónicas. En tan memorable tarde le acompañaron el español Julio Robles y el mexicano David Silveti.
En España solo alcanzó dos corridas. La primera en  la sureña plaza de San Roque, el veintiséis de julio de 1980, actuando como testigo de la alternativa que Diego Ramos “El Merlo”  le concedió al diestro local  José Lara. Lidiaron  toros de Núñez Moreno de Guerra y Pío  Tabernero de Vilvis. Cortó oreja al primero (con petición de otra) y dio vuelta al ruedo en el segundo.
Nuevamente toreó el tres de agosto  de 1981 en Pedro Muñoz, compartiendo  cartel con el rejoneador sevillano Antonio Ignacio Vargas y el matador madrileño Serafín Payá. Lidió  toros de Tulio e Isaías Vásquez. Su segunda faena se la ofrendó  a la  señora Mirna Girón Ricard, hija del torero caraqueño César Girón Díaz en el matrimonio con la francesa Danielle Ricard.
Confirmó su alternativa  en  la Plaza Santamaría de  Santafé de Bogotá de manos del mexicano Manolo Arruza y testimonio del español Gabriel de La Casa en noviembre 1984, con toros  de Santa Catalina.  Actuó además  en  San Cristóbal,  Maracaibo,  Táriba, Valera, Valle de La Pascua, San Felipe, El Vigía, Santa Cruz de Mora y Ejido. Una suspensión del festejo, a última hora y habiéndose cumplido el sorteo,  le impidió su debut en la arena calicantina de Maracay el diecinueve de agosto de 1990 en cartel nacionalista compartido con Manuel Medina “El Rubi” y Manolo Rodríguez.
El once de  septiembre de 1992 tuvo el honor de integrar el cartel  de inauguración de la nueva y polifuncional plaza tovareña denominada El Coliseo, ubicada  a menos de ciento metros de su casa natal, cuya capacidad es de siete mil cien personas.  Integraron la terna los españoles Tomás Campuzano y Curro Durán, además del rejoneador emeritense Javier Rodríguez. Lidiaron animales  de  José Ramírez  Cuevas (“Los Ramírez”)
.Coliseo El Llano Tovar
Su despedida de los ruedos ocurrió el doce de septiembre de 1999 en la misma arena, en  cartel que compartió  el mexicano Ernesto San Román “El Queretano”,  el colombiano  Diego González y el rejoneador emeritense Javier Rodríguez Jáuregui, con toros  de Tierra Blanca. En esa tarde la municipalidad le confirió la Orden “Ciudad de Tovar” en su primera clase y hubo discurso especial.
En su tierra natal  es el diestro con  mas actuaciones en los feriales de septiembre y acumula  el mayor número de orejas.  Sus paisanos le vieron triunfar en par de tardes al lado del ilustre torero aragüeño Francisco “Curro” Girón Díaz, el diestro venezolano de mayor número de actuaciones en España y dos veces campeón de la estadística anual en 1959 y 1961.  En  la primera ocasión alternaron con  Carlos Osorio  “Rayito”  en la Plaza de “Vista Alegre” lidiando toros de Bellavista y en la segunda con el bien recordado colombiano José Eslava “Pepe” Cáceres (nacido en Honda, Tolima) en la Plaza  de Sabaneta, ante toros de  “Rancho Grande” .
Se recuerda una faena a “Caracolito”  de Los Arangues en la plaza instalada en el sector “La Periquera”. Una larga y artística faena, obviando el tiempo reglamentario, provocó el indulto del bravo toro larense.
En Venezuela superó  el medio centenar de corridas y su historial taurino agrega festejos menores en ciudades y pueblos  como Ciudad Bolívar, La Grita, Colón, Bailadores, Zea, Canaguá,  Jají,  Escuque, La Fría, Queniquea, San José de Bolívar, El Chivo y El Nula.

Plaza de Toros Vista Alegre en 1971 
(*) 
a) La primera plaza de concreto del Estado Mérida se inauguró en la Parroquia El Llano de Tovar el seis de septiembre  de 1964, construida por  un grupo privado conformado por los  aficionados José Rosario Salas, José Pulido y Francisco Guerrero, con capacidad para mil ochocientas personas, separadas en tendidos de sol y sombra,  y un costo  de ochenta mil bolívares. El cartel de apertura lo conformaron los novilleros Felipe Iglesias, Simón Mijares “El Duende” y León Espinosa, con toros criollos de la ganadería “El Piñal” de Don Teodolindo Henríquez Márquez (fundada en 1942), para entonces gerenciada por Oswaldo Henríquez Vera.
b) Nerio Ramírez estuvo como espectador en el callejón acompañado de sus amigos Carlos Briceño Vera, Alí Quintero y Jesús Alberto Araujo. 
c) Antecedente importante de la iniciativa  de construir este coso fue la celebración  de dos novilladas en un circo portátil instalado en la parte posterior  de la  Capilla de la  Cruz, luego llamada  de Nuestra Señora  de  Fátima,  bajo la organización  de  Salas y Pulido, con el patrocinio del  Presbítero Alfonso Albornoz Pérez, Cura Rector, en mayo de 1963.
La ganadería  “El Piñal”  contrató la elaboración  de un  proyecto para la cría de ganado  de casta española, con el Profesor  José García Pastor, en 1962, que no llegó  a implementarse.

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