Savater y los Antitaurinos

Para el escritor y filósofo Fernando Savater "Prohibir la lidia es una vuelta a la inquisición". Foto: elmundo.es

Por: Alejandro Moreno Muñoz

Desde siempre la tauromaquia ha tenido sus admiradores y maldicientes. Además, estos espectáculos taurómacos de tradición y estirpe, despiertan pasiones entre lo divino y lo humano. Lo que sucede es que últimamente el debate llega a las plazas públicas debido algunas decisiones políticas y judiciales en España, donde las corridas de toros serán prohibidas. Algo parecido se intentó, en Colombia: recientemente la Corte Constitucional votó a favor de las Corridas de Toros y ahora los antitaurinos planean solicitar un referéndum consultivo.

También existe un respeto por las opiniones de las organizaciones proteccionistas de animales, como el planteamiento que los mismos esgrimen sobre la lidia: lo califican como un acto de salvajismo. Aquí, sí debemos acogernos a aquel dicho que dice: “Entre gustos no hay disgustos”

En la octava feria del libro de Bucaramanga, que se realizó en la Universidad Autónoma de la capital Santandereana, figuró entre sus principales invitados el español Fernando Savater: ganador del premio Planeta 2008 y autor de las obras: Ética para Amador, Historia de la Filosofía y El valor de educar; libro éste de lectura obligada para un educador. El recinto del auditorio principal de la “Ulibro” en la Unabe, donde haría su presencia el laureado literato estaba “hasta la bandera”.

La disertación del escritor versó sobre: “Para qué sirve la Filosofía”, la cual fue aplaudida; pero lo mejor de la velada estuvo cuando le lanzaron una pregunta tan apasionante para el filósofo Fernando Savater y los asistentes como lo es: ¿Qué opina sobre la eliminación de las corridas de toros?

Inició su respuesta con el cuestionamiento a la decisión del parlamento de Cataluña de prohibir las corridas de toros; el afamado filósofo nacido en San Sebastián en 1947, luego complementa: “Los toros bravos son unos animales privilegiados que llevan una vida estupenda en toda su existencia y luego se les da la oportunidad de luchar en el cuarto de hora final de su vida”. “Prohibir la lidia es una vuelta a la inquisición”; además, “a quien no le guste las corridas de toros, que no vaya”; así de simple. Insiste en que “La barbarie es no distinguir entre la sangre de los animales y los humanos”, “El bárbaro es el que se pone pintura roja y unas banderillas a la espalda, apostado a las puertas de una plaza de toros como si ellos fueran los toros”

A lo mejor, para algunos lectores puede causar sorpresa estas afirmaciones viniendo de una mente tan analítica como la de Savater. Sin embargo, para los taurófobos estas expresiones serán como sacarle el Cristo al diablo.

Cuando se han exhibido protestas contra la Fiesta Brava por parte de sus ofensores, dejan en sus reparos un resguardo casi enfermizo, que en vez de captar seguidores alejan a quienes pudieran estar interesados en el tema, por ser precisamente muy fundamentalistas las reprobaciones. Les hace falta mucha sindéresis.

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