Feria de Merida 2010.

* Resumen de las tres primeras corridas

por: Fabián Días

Saludos afición, asi como a todos a quienes gustas o se inquietan ante esta fiesta hermosa, como lo es la Fiesta brava; en esta oportunidad me voy a referir a la feria del Sol 2010.
Mérida, con su clima frío, rodeada de sus imponentes montañas y picos, es siempre agradable y única; uno se aclimata y adapta con gusto; sus estudiantes, venidos de todas partes del país, le dan un ambiente juvenil y esperanzador, aparte de su gente educada y conservadora de nuestras buenas costumbres. Las siete corridas de toros programadas por la pujante y bien organizada empresa de los hermanos Rodríguez Jáuregui fueron en su conjunto un éxito, tal como lo vienen haciendo desde que tomaron el timón de la plaza Román Eduardo Sandia, hacia finales de los años 90.

La primera corrida: con tres venezolanos y encierro de los Aránguez, el cual estuvo bien presentado, de no ser por la espada mal usada por la terna, se le han podido cortar orejas; el matador valenciano Rubén Darío, escuchó música en su segundo toro: el quinto del encierro; reitero, de no ser por la espada hubiese tocado pelo.

La segunda corrida estuvo precedida con despejo de flamenco y procesión de la Virgen del Rocío que bendijo la corrida, con un magnifico encierro bien presentado y de diverso pelaje de la ganadería colombiana de La Ahumada, asentada en Medellín, la cual confirmó sus triunfos en Venezuela; tocó la banda de música en cinco toros; por cierto, qué bien interpretan los pasodobles esta banda de La Mesa de Ejido, la cual dirije de maravilla , el maestro Antonio Rangel Flores; bueno, para resumir esta segunda corrida, me voy a permitir hacerlo con los dos toros de El Fandi: el primero, un hermoso toro burraco de nombre Pistolero, con peso de 440 kilos, marcado con el No 629 en los lomos, el cual pasaba bien por el pitón derecho; pero aún mejor y de largo por el izquierdo; El Fandi le cortó una oreja, porque tuvo que apelar al descabello. Lo mejor de la tarde vino con el quinto de la corrida, de nombre Gallito, el cual rindió honores a su nombre, tuvo peso reglamentario de 425 kilos, marcado con el No 643; El Fandi ha estado sensacional (este torero ha ido añejando como los buenos vinos), con el capote en chicuelinas con lopesinas; en banderillas magnífico; con la muleta estuvo inmenso; el toro fue indultado.

La tercera corrida fue con encierro de San Sebastián de las Palmas, ganadería hermana de la anterior; resumiré con la actuación de César Vanegas, que estuvo bien; cumplió exitosamente, creo que con más esfuerzo puede estar mejor, tiene condiciones y valor, cortó tres orejas; con el estoque estuvo superior en su segundo toro. La gran faena de la tarde, estuvo en manos de El Juli, con el toro de nombre Apresado ll, con peso de 425 kilos, marcado No 610, con el que estuvo inmenso, sobre todo en varios circulares de espalda sin moverse; en un palmo de terreno; el toro fue indultado.

La cuarta corrida fue con un encierro de la ganadería venezolana Santa Fe, hierro del ganadero y empresario Otto Rodríguez Jáuregui, toros bien presentados y que en general fueron con fuerza al caballo. El torero mexicano Federico Pizarro, cumplió con dos toros que no fueron fáciles para la muleta. Alexánder Guillén, estuvo bien con el quinto; escuchó música, si acierta con la espada corta oreja. El torero de Albacete Rubén Pinar, debutó en Venezuela con el toro de nombre Andino, de Santa Fé, con peso de 465 kilos, No 29, toro que peleó, metiendo los riñones en varas; este toro fue muy bien banderilleado por los subalternos; pasó bien por el pitón derecho y por el izquierdo; Pinar mató de estocada entera para cortar dos orejas. Hay que destacar que a pesar de la consabida situación económica, con excepción de la primera corrida, en la segunda hubo tres cuartos de plaza, en la tercera se llenó, en la cuarta tres cuartos. Dejaremos para otra crónica, las otras tres corridas.