César Vanegas triunfante en La Grita. Foto archivo: G. Castillo
* Se efectuó en La Grita accidentada corrida de toros sin picadores
por: Jesús Ramírez “El Tato” - Diario El Aragüeño
De todo pasa cada día en nuestro complicado ambiente taurino de la provincia y pareciera que sin causar el menor asombro. Una feria tan antiquísima como la de La Grita que todos los años se realiza en honor al Santo Cristo, tuvo este año la irregularidad que un fuerte aguacero hizo cambiar de planes a la empresa organizadora.
A la hora del inicio de la corrida llovía fuerte en la cordillera andina, por lo que la empresa de Jesús Colombo suspendió el evento y ordeno el regreso de los toros de “Rancho Grande” y “El Prado” a la finca que dista muy cerca del lugar. Pero una hora mas tarde salió un sol resplandeciente y comenzaron los aficionados a acercarse a la plaza pidiendo la realización del festejo ferial. Ya los matadores se habían desprendido del áureo traje y los subalternos emprendido el regreso.
Al filo de las siete de la noche, con escasas luminarias, regresaron los toros y los toreros a la plaza portátil enclavada fuera de la Grita en la vía hacia La Fría. Estaban las cuadrillas de subalternos completas pero faltaban los caballos, y los matadores decidieron echar la corrida adelante, “en nombre de Dios” dijo el director de lidia César Vanegas.
Salieron tres astados de “Rancho Grande” y uno de “El Prado” para los matadores y uno de “Campo Pequeño” para el rejoneador José Luís Rodríguez, quien cortó dos orejas. César Vanegas fue el gran triunfador al cortar tras efectivos espadazos, las dos orejas a sus toros para salir a hombros, mientras Alexander Guillén perdía los trofeos por errático acero, solventando con profesionalismo las dificultades de sus oponentes que requerían de la labor de los piqueros. En su primero recibió fuerte voltereta y en el otro tuvo fuerte petición de oreja no concedida.
Un poco más de un cuarto de aforo registró el coso de quita y pon en esta accidentada corrida, pero el sábado fueron menos aficionados a la novillada sin jamelgos en la cual resultó triunfador Anyson Vanegas que cortó la única oreja con vuelta al ruedo para Manolo Vanegas, Antonio Suarez y el niño torero Jesus Colombo.
Es de esperar que ahora con tanta improvisación en esas plazas portátiles que ruedan por nuestros pueblos, no se imponga la norma, por aquello de reducir costos y que los toreros acepten, de imponer corridas de toros sin picadores. Vaya usted a saber…
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