07 Orejas en La Guaira

César Vanegas, Reinaldo Polanco, José Cariel “El Amarillo”, Eduardo Valenzuela y el sobresaliente Rafael Martínez. Foto: Raúl Gordon.

por: Raúl Gordon Blasini



Con una entrada que casi roza el lleno, se celebró la I corrida de Feria de Vargas. Se lidiaron toros de Juan Campolargo de justa presencia; pero con un común denominador: nobleza y transmisión. 1: Noble con transmisión. 2: Noble y repetidor. 3: Complicado y Brusco, calamocheando al final de los muletazos. 4: Complicado con la cara alta, pero repetidor. 5: Noble, repetidor. El lidiado en primer lugar con el No. 789, recibió la vuelta póstuma. Hay que destacar que la autoridad de plaza estuvo en plan correcto.

César Vanegas (Corintio y azabache): 02 orejas

Reinaldo Polanco (Celeste y oro): 01 oreja

José Cariel “El Amarillo” (nazareno y oro): 01 oreja

Eduardo Valenzuela (Rosa y oro): vuelta tras 01 aviso

Rejoneador Rafa Rodríguez: 02 orejas
Actuó como sobresaliente Rafael Martínez.

César Vanegas: Estuvo como siempre: entregado. Destacó en su tercio de banderillas, donde el colofón fue su par del violín al quiebro en los medios. La faena de muleta la inicia de rodillas logrando dar una primera tanda de entrega. El toro repite, y a pesar de torearle por ambos pitones en series de manos bajas acompañado de la música, el toro acusa el echar las manos por delante al final de los muletazos. Mató de estocada. Dos orejas.

Reinaldo Polanco: Acusó la inactividad; pero aún con sus recelos, estuvo aseado en el saludo de capa. Con la muleta, estuvo desconfiado ante un toro noble, repetidor, que pedía muleta adelante y firmeza en los pies, pero con el que anduvo siempre con la “pata para atrás”. Logra dar algunos muletazos aislados, pero sin ligazón. La música lo acompañó en su faena. Sin aún darse cuenta de lo que hizo, logra dar unos cuatro naturales, largos, de manos bajas, que si hubieran sido en dados en plaza de primera, ya la gente estaría hablando de lo que hizo. Pero el público de Vargas, ayuno de conocimientos taurinos, optó por aplaudir los pases rodilla en tierra que el toreo puro. Mata de un pinchazo y media delantera. Oreja.

José Cariel: Inicia su faena al hilo de las tablas, para -por el pitón derecho- llevar al toro a los medios. Voluntarioso y decidido estuvo aseado ante un toro que si bien repetía, tenía un molesto calamocheo al final de cada muletazo. Escuchó música hasta que fue desarmado. Mata de estocada. Oreja.

Eduardo Valenzuela: Recibió a su toro de larga cambiada y algunas verónicas estimables. Destaca en las banderillas, en dos pares de poder a poder. El toro era repetidor, lo entendió, y le realizó faena por ambos pitones, con el que estuvo decidido y sobrado, siempre por encima de las condiciones del toro. Perdió las orejas ganadas por el mal manejo de la espada. Seis pinchazos, estocada y descabello. Vuelta al Ruedo.

Rejoneador Rafa Rodríguez. Hizo gala de buena monta, decisión y entrega en su faena. Certeros los tres rejones de castigo; espectacular con sus dos quiebros en los medios, y con la negra sombra de la noche en el ruedo. Luego deja un apretado par al violín y uno al sesgo. La gente entregada con él. Mata de un pinchazo y un rejón entero. Dos orejas.