26/5/17

Sin lugar a dudas JE Colombo repite en Las Ventas el 18 de Junio


En el tercio de banderillas con poder ante “Ratonero“ dejó en claro que cuando al toro le falta vara, ahí está la casta de un rehiletero nato. Foto: Andrew Moore

* San Isidro no le ha dado la espalda

***** Los ejemplares del hierro “Montecillo“, encaste ensamblado en Domeq, dejaron mucho qué desear ante el morbo del mono-encaste de hoy día que viene malogrando la fiesta en cualquier plaza europea o americana.

por: Eduardo Ravell - Diario Pico Bolívar – Mérida Venezuela

Tras la escandalera que armó el joven venezolano Jesús Enrique Colombo la tarde-noche del pasado lunes 22 en el marco del décimo segundo festejo en el Templo de la Tauromaquia, Las Ventas de Madrid, hemos podido confirmar que es un hecho la nueva presencia del tachirense en la corrida de novilleros triunfadores; y decimos corrida porque aquí lo que se lidian son utreros por arriba de las arrobas de su peso, obviamente corridas de toros en América en cualquier plaza de primera o segunda categoría.

De no haber sido por un señor de nombre Javier Cano serían distintas las cosas; en lo más alto del palco, donde presidió el lunes 22/8, y donde fue el único que no vio la avalancha de pañuelos blancos, del abucheo y brutal bronca de unas 19 mil personas que acudieron a ver a dos sevillanos y un sudamericano que pisa fuerte. Tanto Pablo Aguado como Rafael Serna no contaron con mayor suerte con sus lotes con sendas ovaciones y silencio, teniendo que ser Jesús Enrique Colombo quien diera la cara y se la jugara; y de qué manera con su segundo ejemplar de nombre “Ratonero“ con 482 kilos y al que lo sometió a fuerza de valor, entrega, oficio, y sobre todo porque en Madrid hay que dar la cara.

Ya en su primero había sido un calvario al recibir dos espectaculares volteretas sin mayor consecuencia y ganándose la ovación del soberano. Estuvimos pendientes de la faena gracias a las redes sociales por donde intercambiamos opiniones con Javier Carabias, Manolo Molés y con un alto personaje madrileño quien nos pidió omitir su nombre para evitar de pronto represalias en contra del novillero venezolano. “La única credencial que le faltó a Colombo para ser admitido en el veredicto de triunfador, fue ser español “, así nos lo hizo saber vía Twitter y WhatsApp este caballero quien reside en Madrid y estuvo, obviamente, en el festejo.


La gráfica no puede ser más elocuente, doblándose, de un torero que ha estado por arriba de su lote.



Ese señor Cano le ha robado el pundonor de triunfador a Colombo, él lo ha hecho tan perfecto que la fiesta se lo agradece desde que le estamos viendo en Jaén en su primer festejo sin caballos y en plan de triunfador. Todos los medios taurinos y sus informantes así lo han hecho saber y es por ello que el señor Simón Casas en su primer año de inquilino en Las Ventas y en otras plazas de primera, segunda, etc., ya lo tiene en su agenda para ser tomado con plena seguridad en la novillada de triunfadores del domingo 18 de Junio, conmemorando el mes del rey de la casa: El Día del Padre. El grato ambiente que ha dejado el venezolano en su estreno es todavía comentario obligado que seguramente en el espacio Tendido Cero de la TV española este sábado 27/5 a las 11: 30 PM, no faltarán los comentarios de Don Federico Arnás, Belén Plaza y Javier Hurtado quien le viene observando desde que Colombo era becerrista en Mérida.

La fiesta tiene futuro con Jesús Enrique Colombo y el domingo 18 de junio va a por uvas. Le esperan luego el Puerto de Santa María y Bézier en Francia; en Las Ventas ha quedado honda la huella de las zapatillas de un tachirense, antes lo había logrado Manolito Vanegas, coterráneo que cuenta las horas para el ansiado doctorado en territorio galo. Nuevo milenio taurino con sabor andino.

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25/5/17

Video-Entrevista de NTR a JE Colombo en Las Ventas

El joven torero venezolano atendiò en el tendido de la plaza la entrevista de NTR

por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com

Luego de su exitosa presentaciòn en Las Ventas de Madrid, el venezolano Jesùs Enrique Colombo ha atendido diversos medios para ser entrevistado sobre su paso por Las Ventas.

En esta ocasiòn las gradas del tendido medio de Las ventas han servido de escenario para la conversaciòn donde el joven novillero expresa sus sensaciones con lo vivido el Lunes 22 ante los dos ejemplares de Montecillo pero con màs ènfasis en el cuarto de la tarde - Ratonero- que se prestò para mostrar su forma de torear y entregarse.



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JE Colombo: Video resumen de Novillada en Madrid

Jesús Enrique Colombo en remate de capa con su segundo el Lunes 22 de Mayo debutando en Las Ventas Foto: las-ventas.com

por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com

Luego de su presentaciòn en Las Ventas, el novillero venezolano Jesùs enrique Colombo contibùa dando de què hablar por la entrega demostrada en sus dos ejemplares de la ganaderìa El Montecillo.

Entrevistas en diferentes medios taurinos le han reconocido y agradecido que estuvo en novillero, como se hacìan antes las cosas en este ruedo clave en la carrera de cualquier torero.

Presentamos el resumen de la novillada realizado por la gente de prensa de la empresa concesionaria de Las Ventas.





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Inevitable realidad

Lo taurino venezolano, está en cero, en punto muerto.

por: Giovanni Cegarra

Seguimos en las mismas en este país, en un tira y encoje que raya la paciencia de todos, no se llega a nada y en medio de todo este enrarecido panorama, nuestra Fiesta Brava viene nadando en turbias aguas, manteniéndose a flote abrazada de un madero que la arrastra junto a la crisis socio económica política que se afronta y confronta en Venezuela, en la que en estos tiempos por demás difíciles, hablar de toros, sería no estar acorde con la realidad que se tiene por delante en nuestro territorio venezolano.

Inevitable realidad la de la Fiesta Brava en Venezuela, tan clara como el agua misma. Imposible se escape de la crisis en la que está sumido nuestro país, que afecta a todos por igual.

Indudablemente que la nostalgia por la Fiesta Brava es difícil de ocultar y la alivia con satisfacción en medio de esta crisis, el saber que en otras latitudes del mundo: España, Francia, Perú, hay novilleros y matadores de toros venezolanos que están poniendo muy en alto los colores patrios, con su toreo de impecable firma, como es el caso, entre otros, de los novilleros andinos Jesús Enrique Colombo, Manolo Vanegas a punto de recibir su Alternativa, Carlos Sulbarán; los matadores de toros Eduardo Valenzuela, Gregorio Torres Maravilla, Javier Cardozo, César Vanegas, Antonio José Ramos.

Con todo y crisis, la afición y pasión no perdemos por nada del mundo, se mantiene en las buenas y en las malas, abogando, hoy por hoy, por venideros buenos tiempos que deberemos, unidos todos, contribuir a forjar o de lo contrario, nos come la desgracia, no habrá nada que nos quite el llanto.

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24/5/17

SEBASTIÁN PALOMO LINARES - por: Pepe Cabello

El cronista taurino venezolano Pepe Cabello, saludando a su gran amigo Sebastián Palomo Linares. (Foto Cuevas).

Con motivo de cumplirse, el 24 de mayo de 2017, un mes del fallecimiento del maestro Sebastián Palomo Linares, comparto con los aficionados taurinos el magnífico y ameno reportaje de mi gran amigo Pepe Cabello (Q.E.P.D.), publicado en su libro “Toreros Fuera del Ruedo” en 1972.
Rafael Dupouy Gómez

por: Pepe Cabello - Libro: “Toreros Fuera del Ruedo” - 1972

Entró a la historia por un rabo en Madrid. Toreó para sacar la mugre de casa. Su Palomar es un fastuoso palacio.

En Linares, pueblo andaluz y minero, balcón de Sierra Morena, entre flores y romeros, murió “Manolete”. Y en Linares, le sobraba mugre y le faltaban pesetas, nació Sebastián Palomo. Pasado y presente de la fiesta brava. Dos nombres toreros y una ciudad, plaza vetusta con piedras machacadas en bajos tendidos, en la historia de una geografía con piel de toro.
Le pusieron Palomo, ¡era tan chiquito! exclamó la madre, y le agregaron el Linares, en los carteles. Ocho hermanos. Todos los días atormentando el hambre. Penalidades. Finalmente en silencio la resolución:

-¡Seré torero!

La carrera más rápida de la tauromaquia. En veintidós meses de maletilla, ambular de un sitio a otro, toreando a las reses a escondidas en los cortijos a matador de fama y su frase:

-Quiero quitar la mugre de mi casa...

Le sobraba mugre y le faltaban pesetas. Ahora todo es limpio, claro como el agua que no falta y albo cual la harina que coqueta empolva el pan. Sebastián Palomo Linares, a los veintiún años de edad, fue millonario.


LA PRIMERA VAQUILLA

En Jaén abundan las minas de plomo. Golpea el pico sobre la tierra, se desmoronan los trozos levantando un polvillo gris. El 27 de abril de 1947 nacía Sebastián, flotaba en el aire esa tonalidad incolora de la miseria, que sólo produce sombras. Desde chico empezó a trabajar como zapatero.

Sin antecedentes taurinos en la familia, pero con mucha afición por las cosas de los toros. Con ocho años, sin permiso de sus padres, se marchó Sebastián a la ganadería de Santa Helena, a cincuenta kilómetros de Linares.

-Me colgué de un tren hasta llegar a un sitio denominado “El Añadido”. ¡Y después caminando... caminando!

Lo dejaron actuar, ante una vaquilla, como no permitirlo, era tan simpático el chaval, saliendo con un tremendo revolcón pero el regusto de sentir la emoción en varios muletazos con la izquierda. Siguió de aprendiz de zapatero en el taller de Pedro Casado. Martillando suelas, clavando el deseo de ser torero en su corazón infantil.


¡LA OPORTUNIDAD!

Los hermanos Dominguín, idea de Domingo, el mayor, decidieron organizar en su plaza de Vista Alegre, la segunda de Madrid, una serie de festejos para descubrir noveles. La llamaron la “Oportunidad”. Se presentaron mil doscientos maletillas. Palomo recuerda su fama, para adelantarse al grupo:

-Yo me “colé” entre los maletillas. Les dije que tenía que marcharme y les debí hacer gracia, porque me dejaron pasar. Toreé la vaca, fui aprobado en el examen, pero mis compañeros me dieron una paliza por “colarme”.

El 20 de julio de 1968 se viste de luces en Vista Alegre para resultar el máximo triunfador. Televisión y prensa proclama las condiciones de Palomo. Había agarrado muy fuerte la oportunidad. Fue su gran oportunidad y cabalgó en hombros.


DE MALETILLA A MATADOR

Palomo es la picardía personificada. Picaresca sin maldad, el afán de superarse y ser el mejor. Y hacer las cosas premeditadas:

-Cuando chico, allá en Linares, entrenábamos en una cantera, tres compañeros y yo. Hacíamos una práctica completa de todo. Nos preparábamos para entrar a escondidas en los cortijos y también para el caso de tener que lanzarnos como espontáneos en alguna plaza.

El 3 de enero de 1965 debuta Palomo con picadores en Ondara (Alicante), alternando con Vicente Punzón y “El Inclusero”, con astados de Núñez Guerra:

-Tuve una tarde completa, sonríe Sebastián cuando habla, parece que tartamudea un poco, llena de triunfos y esperanzas para mí carrera, conquisté cuatro orejas, dos rabos y una pata.
Suma ese año ochenta novilladas y recibe como trofeos 190 orejas. Publicidad desbordante en todos los periódicos.

Entrevistas y reportajes. El 19 de mayo de 1966 la alternativa en Valladolid, con toros de Galache, siendo Jaime Ostos maestro de la ceremonia y testigo “Mondeño”.




A una mano remató Palomo Linares los lances de bienvenida al burel que le cortó las orejas y el rabo en la feria madrileña de San Isidro 1972. El mundillo taurino tembló de emoción, después de 34 años un rabo era otorgado en la Catedral del Toreo (Foto: Martín). Libro “Toreros Fuera del Ruedo” de Pepe Cabello.

Presenté la crónica viajera de Venezuela. Pude comprobar la tremenda popularidad de Palomo Linares, como se enfrentaba a “Feíllo”, era en realidad un toro demasiado bonito y cómodo, berrendo con fino tipo, al que le tumbó las orejas. El maletilla de veintidós meses se había transformado en matador.


AMIGO

En muchas oportunidades el cronista habló con el torero. Aquella noche en Valladolid viendo por televisión un partido de fútbol después de la corrida, luego en Madrid, en Alameda de la Sagra, un pueblito cerca de Toledo, donde viven las tías de Eduardo Lozano apoderado y también en América. A Palomo le sorprendía y gustaba la posición del periodista:

-Así debe ser. Tener libertad para escribir y decir las cosas, como se siente ¡El sentimiento no se debe esconder, ni disfrazar!
Pero seguidamente le salía su picardía, soltaba la risa y su comentario:

-A los amigos hay que tratarlos con mano suave ¿Verdad? No decirles las cosas tan fuertes...

En Caracas (Venezuela) la Presidencia le negó la oreja a Palomo y al segundo astado, simuló cortarla con la espada. Le agarró el apéndice auricular con la izquierda y procedió con la diestra a efectuar un movimiento de serrucho, pasando varias veces el acero. Todo esto con el toro vivo. En la reseña anotamos que la negativa de trofeo fue justa. A Palomo no le disgustó la observación, sólo añadió:

-A los amigos hay que tratarlos con mano suave...y movió, en forma de serrucho, su diestra. Cada vez que la crónica era “fuerte”, según su expresión, repetía sonriente el ir y venir de la mano. Correspondió a España las atenciones que en Caracas le dispensaron Manolo Rigueiro y Federico Uslar. Al ser corneado en Castellón, herida gravísima, el pitón entró por completo en el vientre, tuvo que estar retirado varios meses y se fue a descansar a Alameda.

Era fácil conseguir saber su forma de pensar, en la intimidad de aquella soledad que desata la lengua y desboca las palabras. Reapareció en Granada, tomó la espada y la muleta y se acercó a la barrera:

-Doctor Pepe Cabello, voy a brindarle la muerte de este toro para agradecer a toda Venezuela las deferencias que ha tenido con mi persona, al preocuparse tanto por mi salud.


¡Va por Venezuela!

En el hotel ratificó que su agradecimiento era sincero. De Venezuela habían llegado numerosas cartas, telegramas y llamadas telefónicas al Sanatorio. Se puede decir que Rigueiro y Uslar habían realizado el viaje para verle. Y en Granada aplaudieron la vuelta de Palomo, su bello gesto. Un gesto de importancia, por tratarse del astado de su reaparición que es costumbre dedicar al público. Pero Palomo rompió con el rito. A Venezuela la ofrenda.

¡Gracias amigo!

De verdad un amigo. Para tratar con afecto fuera del ruedo. Y la misma mano de siempre, sincera y objetiva, en las crónicas de toros.
CONFESIONES

El diálogo se unifica en la entrevista, pero se forma en diferentes lugares. Trozos de conversaciones sostenidas aquí y allá. Unas veces en pleno vuelo, otras a toda velocidad rumbo a Aranjuez para comer espárragos. Palomo Linares lleva un santuario a cuesta. Muchas medallas.

-¿Cuál es la que más quieres?

-En realidad a todas, pero siento especial cariño por la Virgen de Linares, con la que salí de mi pueblo al ir a Madrid, a buscar la “oportunidad”.

-Las otras, ¿qué Virgen representan?

-Una de Santa Ana, que yo llamo “La Abuelita”, que es como le dicen en Jumilla. Esta es el Santo Rostro de Jaén, aquí la de los Desamparados... ¡Esta... y ésta...!

-Suficiente Sebastián ¿tienes novia?

-¡No!... No puedo tenerla a mi edad, estando tan ocupado con esto del toro.

-¿Qué es lo que más te gusta hacer?

-¡Torear! Eso ni se pregunta, torear…

-¿Y después de torear?

-Leer revistas, los “tebeos”, los libros de toros de Cossío y la Tauromaquia de Pedro Romero. También ir al cine, la tela y jugar a las cartas con los viejos del pueblo. ¡Eso me divierte mucho!

-¿Te gusta hablar?

-Mucho, especialmente con personas que sepan de toros y por ello me pasaba muchas horas en compañía de Federico de Oro, quien vive en Alameda y fue apoderado de Domingo Ortega.

-¿Toreros favoritos?

-A los actuales los respeto a todos. Respeto a quien se vista de torero. Y del pasado a Juan Belmonte, que cambió el sistema de torear, ganándole terreno al toro. A “Joselito” que podía con todos los toros, a “Manolete” con su gran personalidad y forma de ser. También “El Guerra”, que era un tío, cada palabra una sentencia, así como “Bombita”, un lidiador de aquí te espero. ¿Y qué me dices de la estocada de Mazzantini?, ¿Y de Domingo Ortega?

-Para ser figura del toreo, ¿es necesario la suerte?

-Para todo hay que tener suerte, pero no comparen a los toros con la lotería. La verdadera lotería es que embista el toro, es una parte y la otra, casi el noventa por ciento, la tiene que poner el torero…

-¿Qué piensas de la muerte?

-No puedo pensar en eso. Nunca me imagino la muerte, ni yo de viejecito a punto de morir...

-¿Y de las cornadas qué?

-¡Dios! Dios está en todas partes y yo estoy con él. Una cornada es obra de Dios, cuando el deja que los pitones se claven en la carne será por algo.

-Luego de una cornada, ¿sientes miedo?

-¡No! Todo tiene que seguir igual. El miedo no existe, yo no creo en el miedo. Creo en la seguridad. Y yo tengo seguridad.

Así habla Sebastián Palomo Linares. Como todo un hombre. Sonriente siempre, pelo revuelto, flequillo adelante y atrás un remolino, pero con un fondo filosófico de madurez intelectual.


NO LE GUSTA EL ORO

La verdad a Palomo no le gusta el oro. Parece que el amarillo le es repelente, prefiere la plata. En su sentido figurativo del dinero y también por su color. Todos sus trajes de luces son a base de plata, con blanco o tonalidades suaves.

Eso tiene para Palomo un motivo.

-Desde que me inicié como novillero he usado la plata en mis trajes de luces. Es de buena suerte seguir igual. . .

En una oportunidad el matador se puso un terno lila con oro viejo, la tarde no le salió muy bien. Definitivamente a Palomo no le gusta el oro, para salir a la plaza.


¡EL DINERO!

Millonario de verdad. Desde que recibió la alternativa tiene Sebastián Palomo Linares el sello de torero caro. En una oportunidad no vino a América por hacer una película, otra vez suspendió su campaña, estaba anunciado en Cali, elevados emolumentos, alegando enfermedad. Piensa construir una casa cerca de Aranjuez, sobre una colina, cuyo proyecto solamente cuesta dos millones de pesetas. Tiene ganadería de reses bravas, debutando con una novillada en Vista Alegre y salieron bravísimos.

Cuando esta libre, pocas veces sucede eso, hasta la fecha se mantiene entre los punteros, le agrada irse a Alameda de la Sagra. Con las tías de su apoderado Eduardo Lozano, jugando a las cartas con los viejitos del pueblo, enseñándoles a los muchachos a mover la capichuela y examinando sus propiedades. Siembra de todas clases. Con su banderillero de confianza, Antonio Caro, entrena a diario.

-¿Su mejor faena?

Una en Castellón de la Plana la mencionada siempre en las entrevistas. Hace poco le aseguró al cronista, después de una corrida en Barcelona, recibió tres orejas, que en Sevilla se sintió muy a gusto. Y agregó:

-Al público no le entusiasmó mucho mi labor, estaba frío conmigo como sucede con los toreros que no son de allá. Pero a ese toro de Guardiola, un verdadero toro, le he dado los mejores muletazos hasta la fecha.

Una vida por delante para Palomo. Remontando vuelo. Desbordante simpatía, personalidad dentro y fuera del ruedo. De maletilla a matador. Por los cielos de la gloria, cabalgando nubes de éxito.


PASA A LA HISTORIA



Así los iniciales muletazos de Palomo, con la montera en la mano izquierda, rodillas clavadas en la arena. (Foto: Cano). Libro “Toreros Fuera del Ruedo” de Pepe Cabello.



Tambaleante el mundillo taurino. Aquello parecía imposible, en el ferial madrileño de 1972 cortaba Palomo el primer rabo que se otorgaba desde hacía 34 años. Con la hazaña pasaba a la historia, su trasteo tuvo el mérito del reposo y la rítmica continuidad. Desde las suaves verónicas, rematadas a una mano, pasando los derechazos de rodilla y el pectoral por ambos lados, en la misma posición, para seguir con naturales perfectos. Y culminar con estocada, rúbrica del pitón en la pierna derecha, rasgada la seda, carne al aire en rosa de sangre, en cubrir de pañuelos los tendidos. Un rabo en Madrid, la mayor hazaña de los últimos tiempos.



Lo increíble, Palomo Linares pasaba a la cumbre de la torería con el rabo de “Cigarrón” en Madrid, el 22 de mayo de 1972. (Foto: Cano). Libro “Toreros Fuera del Ruedo” de Pepe Cabello.


La campaña de Sebastián en su año cumbre de 1972 tuvo triste final, un hachazo en la mano izquierda retumbó hasta el codo, salió el hueso por ese sitio. Al Palomar, verdadero palacio, en lo alto de una loma cerca de Aranjuez, tuvo que refugiarse el diestro. Corte de amores y amoríos. Personalidades rodeando al ídolo. Estrellas de cine, las mujeres más bellas en su ambular por los predios de Sebastián. Aquel chaval que había sacado a los suyos de la mugre, que ahora reparte generoso todo lo que tiene, para volver luego a los ruedos a seguir la lucha. Su lucha contra la fatalidad, imponiéndose solo.

PEPE CABELLO
(Pepe Cabello. “Toreros Fuera del Ruedo”. Caracas, Año 1972.)

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23/5/17

El presidente roba el trofeo al arrojo del novillero

Jesús Colombo, en las Ventas. Foto: R. Mondelo larazon.es

* Jesús Colombo se presenta en Madrid, deja buena impresión y da una vuelta al ruedo

tomado de: la razon.es - por: Navarro, @PatriciNavarro Madrid. 22 de mayo de 2017. 21:44h Patricia

Las Ventas. Undécima de San Isidro. Se lidiaron toros de El Montecillo, más terciados de presentación. El 1º, noble y manejable; el 2º, movilidad, desigual de ritmo, basto y sin entrega; el 3º, descastado; el 4º, encastado pero falto de codicia y a menos; el 5º, de buen condición por el derecho e imposible por el izquierdo; y el 6º, complicado y muy mirón. Más de tres cuartos: 18.162 espectadores.

Jesús E. Colombo, de grana y oro, pinchazo, estocada (saludos); estocada, aviso (vuelta al ruedo)

Pablo Aguado, de verde botella y oro, estocada defectuosa, estocada, aviso (silencio); buena estocada (saludos).

Rafael Serna, de fucsia y oro, estocada (silencio); estocada trasera, cuatro descabellos (silencio).

Hizo el paseíllo sin la montera puesta. Era su primera vez. Su presentación en la plaza de Madrid. Pero no se le notó en su puesta en escena. En la seguridad. El venezolano Jesús Colombo llegó a Las Ventas como lo hacían antes los toreros, con el rodaje hecho. Y se le vislumbró desde el principio por cómo manejó los terrenos durante el tercio de banderillas que él mismo protagonizó con solvencia y después. Fue en su manera de estar en la plaza donde se vieron el aplomo, la solvencia y la capacidad de llegar ese puntito más. El novillo de El Montecillo tuvo nobleza y se dejó hacer. Lo aprovechó el novillero y cuando bajó revoluciones el animal, aprovechó las cercanías, pulseó la embestida e intentó alargarla. En la estocada se tiró de veras. Pinchó y a la segunda fue la vencida. Torerísimo fue el saludo de capa al cuarto, y con chispazo en los remates con las manos muy bajas. Se jugó los muslos, el pecho y las ideas en banderillas con este novillo que arreó una barbaridad. La expectación era máxima cuando comenzaba la faena de muleta, rodilla en tierra. Aquello era un huracán, y un punto por dentro en la embestida. Se presentía algo bueno. Por la derecha fluyó pero duró poco. Apenas en una tanda morían las emociones, al unísono de la comunión, el toro que tenía raza le faltaba ese punto de repetición, de codicia, y al torero dejarle de veras la muleta en el hocico. De ahí que la faena comenzó a naufragar, sobre todo cuando se echó la muleta a la izquierda, por donde el novillo desarrolló más dificultades. Abrumadoras fueron las bernardinas y la manera de volcarse en la estocada, de donde salió arrollado. Se le pidió la oreja. Fue rácano el presidente con un chaval que acababa de llegar y lo había entregado todo, a pesar de que no alcanzó la rotundidad, hubo verdad en todo momento. Le obligaron a dar la vuelta al ruedo.

Pablo Aguado está en su última temporada como novillero. En Sevilla, por San Miguel y como Rafa Serna, se convertirá en matador de toros. Su primer antagonista, que era el segundo de la tarde, no se lo puso fácil. Se movió el de El Montecillo y apretó en el caballo, pero lo hizo siempre desigual de ritmo, pegajoso y sin acabar de definirse en la muleta. La faena de Aguado no logró nunca tener una estructura fija, solventó el defecto inicial del toro que se venía por dentro y anduvo voluntarioso después, aunque lo mejor fueron los muletazos a dos manos que prepararon al animal para el desenlace. Se gustó con la capa en el quinto, sobre todo cuando lo llevó galleando al caballo y esperamos mucho de la faena. Aunque lo primero que nos sobrevino, cual impacto, fue una colada brutal por el izquierdo. Era ángel y demonio el de El Montecillo. Clase y nobleza a rabiar tuvo por el derecho y se dio cuenta Aguado en la siguiente tanda. En cambio la faena no alcanzó la armonía deseada y entre los altibajos se le fue la labor, hasta que dejó un estoconazo. Por el izquierdo era un criminal, pero bueno por el derecho.

Esperó mucho en banderillas el tercero y no acabó nunca de emplearse en la muleta. Bajo de raza y sin emoción llegó al engaño de Rafa Serna, que hizo todo con mucha parsimonia e intentado torear siempre con los vuelos de la muleta. El difícil sexto le quita más sitio que dárselo. Se le notó incómodo con el animal.

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MUNDOTORO: Tenemos un problema

Jesús Enrique Colombo con el segundo de su lote. Foto: LAS-VENTAS.COM

tomado de: mundotoro.com - por Maribel Pérez

Tenemos un problema con los novilleros, aunque no queremos ni hablar de él, ni entrar a tratarlo a fondo. Porque si supuestamente en San Isidro entran los mejores, se supone que hay que intentar ponerle lo mejor de las ganaderías. Y por coherencia, si a los supuestamente mejores del escalafón de matadores no se les ofrecen estos hierros, no entendemos por qué sí se les presentan a los supuestos mejores de la novillería. Porque el novillo que viene a Madrid, más o menos bonito, es un toro. Hablando claro: hemos hecho del novillo un toro. Y a la par, y por ende, de los novilleros hemos hecho matadores de toros. Por eso, cuando llega alguien con un desparpajo, un aire fresco y una entrega de novillero absoluta como las que derrochó el venezolano Jesús Enrique Colombo, es obsceno que el palco, instalado en la monotonía intransigente de las corridas de toros, no tenga el talento suficiente como para premiar con justicia lo que el novillero se había ganado.

Porque su soltura, su desparpajo, su frescura y su impronta de novillero le hicieron merecer una oreja de ley. Pero su temple a la verónica, sus facultades en banderillas, y su verdad frente al manso cuarto, un toro con ímpetu y velocidad que acabó defendiéndose -y que incluso le llegó a voltear al entrar a matar por derecho-, no fueron suficientes para un insensible palco que no supo ver ni la petición de oreja mayoritaria de Madrid, ni calibrar la importancia de la importante actuación del venezolano Colombo en la tarde de su presentación en Las Ventas.

Por eso no se entiende la autoritaria e injusta actuación del presidente, que negaba así ese trofeo de ley al que se la había ganado a pulso en una tarde en la que también saludó una ovación frente al geniudo primero, al que cuando perdió ese genio inicial, consiguió extraer largos y despaciosos naturales de enorme mérito, con actitud de matador de toros. Porque la novillada de El Montecillo enlotó a tres novillos armónicos -los tres primeros, y a otros tres con hechuras de toro, dentro de un conjunto cuya nota principal fue la de la mansedumbre. Porque no hay que confundir la bravura con la velocidad y el ímpetu de ese cuarto, que terminó por defenderse en la muleta de Colombo.

Tampoco lo tuvo fácil Pablo Aguado con un lote complicado, pese al que brilló con el temple de su capote a la verónica y en variedad de quites con ese sabor y aroma sevillano que tanto le distingue. Buscó la estética el espada, exhibiendo su bella torería por el pitón derecho del quinto, el más potable de un animal que por el lado contrario resultó ser una auténtica prenda que cantaba el peligro y se metía por dentro, lo que no fue óbice para que Aguado aguantara con firmeza semejantes coladas. Importante faena premiada con una merecida ovación. Nunca fue metido en la muleta el segundo, un novillo para que pasara, no para torearlo, mucho más complicado y deslucido de lo que el público vio. Precioso el cierre por bajo, lo mejor y más torero que pudo hacer en esa faena.

El pacífico y mansito tercero fue el mejor del encierro y terminó rajándose. Solvente, con temple y muy fácil Serna con él, que tuvo que pechar con una peleaguda papeleta después con el peligroso sexto, que se frenó y no pasó nunca y con el que no tuvo ninguna opción.

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Colombo tira la moneda y se la roban

Impactante bernadina de Colombo en el cuarto novillo de El Montecillo foto: ANTONIO HEREDIA - elmundo.es

tomado de: elmundo.es - por: ZABALA DE LA SERNA 22 may. 2017 23:04

No hay Dios que entienda a la presidencia de Las Ventas. Dicho así en general y en particular con don Javier Cano. Que ayer se anotó la machada de negarle una oreja a un novillerito de Venezuela que se entregó en cuerpo y alma. Como antes se reclamaba a un debutante. Aquello de "estar en novillero". Y Colombo lo estuvo. Y hecho un tío. Toda la tarde. Y cuando atacó con la espada el volapié recto como una vela también. Del embroque salió rebotado y cojitranco el venezolano y rodado el toro. Una pañolada inmensa, mayoría absoluta, sin resquicio a la duda, despreció el señor Cano. Que se saltó el Reglamento como si fuese Yelena Isinbáyeva. Y lo más grave es que además había motivos para no hacerlo. Los que dio Colombo con este cuarto novillo de El Montecillo de enorme movilidad. Muy de público. Que ya creyó descubrir la bravura en los estruendosos estrellones contra el caballo y en su velocidad vertiginosa en banderillas. Al chaval le exigió todas las facultades físicas de sus 19 años. Y firmeza en la muleta con aquellas acometidas rectas y tralleras. Por dentro siempre. Aguantó el tipo todos los envites. Cuando el utrero redujo su ímpetu fronterizo entre la casta y el genio, se defendió. Y desarmó a Jesús Enrique Colombo, que se recompuso en unas impactantes bernadinas de ataque en tromba. De moneda al aire. De todo o nada. Y, cuando iba a salir cara tras el inapelable espadazo, va el usía, se ofusca y se la roba.

Todavía el otro día con El Fandi se podría discutir sobre el número de moqueros. Pero ayer se hacía tan abrumador el porcentaje que habría que hablar de incompetencia, mala fe o voluntad secuestrada... El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, presente en el callejón para apoyar a dos promesas de Sevilla como Aguado y Serna, tomaría nota del latrocinio. Como en los toros no existe la nevera futbolística para los árbitros, al tal Cano se le verá tan campante presidiendo próximamente y concediendo entrevistas como estrella de rock.

José Enrique Colombo ya había dejado muestras de su facilidad capotera con el novillo que estrenó la tarde. Suelto de caballos, alocado en banderillas y veloz como una flecha. Otra vez la quietud de Colombo en el tercio de muerte, su actitud, su asentamiento como principal arma. Y de nuevo el enemigo disminuyendo marchas una vez perdido el motor, la raza o el genio. Raza de verdad la de Colombo.

Volvía Pablo Aguado a Madrid. Cayó inconsciente en la novillada de apertura de la temporada en una escena dramática. Por la violencia de la voltereta y el golpe contra el ruedo, las cuadrillas le tuvieron que sacar la lengua que se había tragado. Ayer lo que se le atravesó fue el novillo de El Montecillo. En sentido literal. Ya se le vino cruzado, midiendo, por dentro y sin humillar en el capote. Seguiría la guasa en la muleta. Especialmente por el pitón derecho. Resolvió con oficio los problemas sin que su esfuerzo, ciertamente contenido pero generoso en el tiempo, trascendiera a la parroquia. Un bajonazo y un aviso no ayudaron. La única vez que apareció la entrega, esa cosa olvidada en la novillada de El Montecillo, fue en el pitón derecho del grandón quinto y sólo a ratos. Intratable el bruto por el izquierdo, orientado con instinto de tiburón. Aguado cumplió con las opciones ofrecidas.

También Rafa Serna sabe lo que es sufrir sobre esta arena. Su cornada de 2016 sería de las más graves de la temporada. El burraco, montado y grandón utrero de Paco Medina declaró pronto su estilo en los capotes y en el peto. Nada bueno a su favor. Manso y rajado desde el principio de faena, las dos series que embistió fueron de mentira. Sin empuje. Al menos Serna dejó entonces constancia de su concepto. Perdió el celo y el interés el novillo. Si es que alguna vez los tuvo. Y el alto sexto fue una prenda infumable. Lo de El Montecillo está en un punto como para hacérselo mirar.


FICHA DEL FESTEJO

EL MONTECILLO | Jesús Enrique Colombo, Pablo Aguado y Rafael Serna

Monumental de las Ventas. Lunes, 22 de mayo de 2017. Duodécima de feria. Tres cuartos de entrada. Novillos de El Montecillo, bonitos de cara, desiguales de hechuras, cuajados y montados 3º, 4º y 5º; con mucha movilidad, sin entrega y con complicaciones de genio.

Jesús Enrique Colombo, de grana y oro. Pinchazo y estocada trasera (saludos). En el cuarto, estocada (mayoritaria petición y vuelta al ruedo).

Pablo Aguado, de verde botella y oro. Bajonazo, estocada atravesada y descabello. Aviso (silencio). En el quinto, estocada (saludos).

Rafael Serna, de fucsia y oro. Estocada tendida (silencio). En el sexto, estocada atravesada y tres descabellos (silencio).



COMENTARIOS DE LOS LECTORES

supersonicmander
23/05/2017 00:52 horas

Es una auténtica vergüenza que este año sea por encima de todo protagonista la presidencia. Una clamorosa falta de criterio en todo, una oreja birlada al Fandi, otra regalada que ni en un pueblo para David Mora. A este novillero venezolano que le ha faltado picar al toro se la ha quitado por imperativo presidencial. Qué pasa aquí?¿ Qué está sucediendo¿? Huele a podrido en la presidencia. Ah y dicho sea de paso, el toro es un punto más pequeño que los de años anteriores. Se ha perdido trapío y hoy, sí hoy, dicen que olía a barbería... pero yo no entiendo y ni lo afirmo ni desmiento.
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