José Cubero "Yiyo" estaba llamado a ser una gran figura del toreo, lo tenía todo para llegar a lo más alto pero "Burlero" truncó su camino. Una sustitución en 1983 en Madrid le abrió el camino, le llamaron para cubrir la vacante del lesionado Roberto Domínguez y comenzó a abrirse paso. Dos años después otra sustitución, para suplir a Curro Romero le llevó a la muerte. Las vueltas que da la vida dirían algunos.
El 22 de mayo de 1983 Yiyo cuajó al famoso toro "Lanzaquemá" de Antonio Ordóñez al que cortó una valiosísima oreja alterando con Jorge Gutiérrez y Curro Durán, la tarde que dejaba libre Domínguez por su accidente en moto.Así pudo volver a Madrid el inmediato 1 de junio para salir a hombros tras pasear una oreja de cada toro de Alonso Moreno y Bernardino Giménez alternando con Ángel Teruel y Miguel Espinosa "Armillita Chico" esta vez supliendo a Juan Antonio Ruiz "Espartaco".
Y aún tomó una tercera vacante en esa memorable feria de San Isidro el 3 de junio. Con toros de El Viti y Garzón dio una vuelta al ruedo en su primero y cortó la oreja del segundo, alternando con Antonio Chenel "Antoñete" y Tomás Campuzano.
La ascensión del joven madrileño del barrio de Canillejas estaba cantada. El joven José Cubero empezó a figurar en las grandes ferias, no sin tropiezos y problemas de despacho pero con su concepto del toreo y los triunfos fue sacando adelante su carrera.
Pero el 26 de septiembre de 1.984 su vida cambió para siempre. Testigo directo de la cornada mortal de Francisco Rivera "Paquirri" tuvo que estoquear al toro "Avispado" causante de la tragedia. Le cortó las dos orejas pero le impresionó mucho ponerse delante de ese toro. Y esa tarde se le quedó marcada a fuego. En 1.985 las cosas iban bien pero la exigencia empezaba a notarse sobre todo en Madrid.
El 29 de mayo de ese año vestido de burdeos y azabache cortó su última oreja en Las Ventas al toro "Niñito" castaño de 545 kilos de Aldeanueva alternando con José Antonio Campuzano y Jaime Malaver. La próxima vez que José volvería a Las Ventas con ese vestido sería amortajado para una última vuelta al ruedo póstuma.
La contratación de Yiyo para Colmenar Viejo la hizo la empresa Melan S.A ante la caída del cartel de Curro Romero. Tras torear en Calahorra emprendieron viaje a Madrid y a su apoderado Tomás Redondo comenzaron a llamarle para cuadrar la sustitución. Sobre las cinco de la madrugada llegaron a un acuerdo sellando ambas partes, empresa y apoderado lógicamente, sin saberlo el destino de Yiyo, que recibió muy feliz la noticia ya que iba a torear cerca de la capital.
Ese 30 de agosto se levantó temprano a hacer gestiones en el sastre, mientras su apoderado recibía otra llamada pero de la empresa de San Sebastián de los Reyes para ofrecerle la sustitución de José María Manzanares que no pudo aceptar Tomás Redondo por haber hecho ya la de Colmenar Viejo. De haber llegado la otra llamada antes quién sabe qué habría pasado.
Su última comida fue un filete a la plancha y espárragos aunque comió poco. Su mozo de espadas Juan Bellido "Chocolate" le tenía hecha la silla con el burdeos y azabache pero Yiyo que traía un vestido azul marino y oro le dijo que prefería éste. Así se vistió para su última tarde en la que alternó con Antonio Chenel "Antoñete" y José Luis Palomar. Cuajó de forma perfecta al sexto "Burlero" negro giron de Marcos Núñez. Tras un pinchazo, José se volcó en la estocada saliendo prendido, luego en el suelo el toro le recogió y le propinó la cornada mortal.
Su entierro en el cementerio de La Almudena fue muy emotivo y desgarrador. Yiyo en Venezuela sólo toreó una corrida en San Cristóbal el 23 de enero de 1983 lidiando toros de Los Aránguez con José Antonio Campuzano y Rafael Pirela. José Cubero fue ovacionado en ambos. De no haber caído en las astas de "Burlero" seguramente el Príncipe habría llegado a ser el Rey del toreo.
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