Mauro “Maurito Chimeneado” Pereira
En misa de aguinaldo, “me espantó el frío”, dirían mis ancestros, al conocer la noticia de la partida al Reino Celestial, de un querido apreciado amigo, compañero de correrías, vicisitudes, entretelones, chismes y diretes del mundo actual y de lo que más nos apasiona, la Fiesta Brava; vaina se nos fue Mauro “Maurito” Pereira, torero de plata, maestro de maestros, todo un gran hombre sencillo, apasionado por el mundo del toro, al que le dio toda su vida, que se nos ha ido a torear al Reino de Dios.
Quisiera describir tanto de lo que en vida fue “Maurito Chimeneado” como le decíamos sus más allegados cercanos, acucioso maestro taurino que daba todo por el todo para transmitirle a los alumnos de la Escuela Taurina de Mérida, del que fue titular, “sus pupilos del alma” sus conocimientos del toro, enseñarles hasta como sentarse, pararse, caminar, hablar, en verdad, amigos taurinos venezolanos, que se nos ha ido, un gran hombre, taurino de excelente y solera, duele de todo corazón su viaje celestial.
Sobra escribir más, no me da la mente, para describir en una cuartilla lo que fue Mauro “Maurito Chimeneado” Pereira, allá en el Reino Celestial, habrá de estar pendiente de todos nosotros y sus pupilos chavales aprendices de lo del toro, cuidándonos de la mano de Dios, descansa en paz Maurito en la gloria del Señor y un abrazo solidario a su familia y olé.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario