Va por el semillero taurino venezolano y sus familias, que se mantiene vivo, siguen certificando que la Fiesta Brava en Venezuela, jamás morirá
A pesar de las circunstancias consabidas en las Escuelas Taurinas que aún se mantienen activas en Venezuela, tres en total, la de Mérida y la “Rafael Orellana” de Tovar, ambas en el Estado Mérida y la “César Faraco” en San Cristóbal, Estado Táchira, entidades federales en la Región Los Andes, sus alumnos, contando con el apoyo irrestricto de sus padres y representantes, se mantienen activos, constantes, cumpliendo con su proceso de instrucción y formación en el mundo del toro.
El semillero taurino venezolano se mantiene vivo, no me cabe duda de ello, deseosos siempre, de verle la cara, en cualquier día, a un becerro, vaquilla, novillo, avivando en su aprendizaje, enterándose de todo aquello que, entre otras cosas, le permita vencer y dominar el lógico miedo escénico, alimentando cada día, el gusanillo taurino que llevan muy dentro de sí, lograr convertirse en profesionales del toro.
Con este panorama actual, es gratificante el anuncio de la realización de un Festival Taurino en el marco de la Feria en honor a Nuestra Señor Virgen de La Consolación en Táriba, Municipio Cárdenas del Estado Táchira, en el Coliseo “Hugo Domingo Molina”, festejo que contará con la participación de alumnos de las escuelas andinas de Mérida, Tovar y San Cristóbal, festival a beneficio de esta última.
Pues nada, en la incertidumbre socio económica política, que está latente en el país, va por el semillero taurino venezolano y sus familias, que se mantiene vivo, siguen certificando que la Fiesta Brava en Venezuela, jamás morirá, sobrevive, por encima de todo, de los ataques de quienes nos adversan, punto en boca y olé.
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