El toro de la incertidumbre repartiendo miradas por estos predios. Foto:
La situación taurina del país continúa en una larga incertidumbre, casi peor que lo vivido con las medidas restrictivas aplicadas cuando el COVID que cambiaron prácticamente costumbres y diversiones de todos los venezolanos.
Actualmente el mágico mundo de la fiesta brava en nuestro país, se sostiene gracias a los sonoros triunfos de Jesús Enrique Colombo en plazas de Europa y Perú que de alguna manera revitalizan ánimos.
Y en medio de esta obligada recesión, lo único que se está produciendo en el país, son analistas políticos, que surgen a montones por redes sociales (RRSS) con comentarios, reflexiones y escenarios salomónicos que siembran mayor confusión.
Las Ferias de Tàriba y Tovar están en el calendario más cercano con carteles hechos, y ampliamente difundidos y además con total aceptación de los aficionados. Pero hay que estar en la mente y bolsillos de los empresarios taurinos frente a esta situación, para poder valorar opciones de éxito en su justa dimensión.
Tàriba ya definió la celebración por la conmemoración de la santa patrona, la Virgen de La Consolación, con total apoyo al futuro del toreo local.
En Tovar, hermoso pueblo serrano, la Cofradía de Virgen de Regla, el comité de ferias 2024, el ciudadano alcalde Yván Puliti, la comisión taurina que preside Roger Barón, Coremer y la empresa JSA Productions, digieren sin espasmos la situación con lluvia de ideas entre nubes, sin descartar por ahora, un replanteo de fechas, que a todas luces no sería el mejor escenario.
San Cristóbal y Mérida, son ferias más lejanas en el panorama por enero y febrero 2025, no están ajenas a la situación pero desde luego, tienen más tiempo y a lo mejor con otros escenarios favorables que puedan surgir
Lo importante, bajo estas espesas nubes, es que empresarios, ganaderos, matadores, subalternos, aficionados y apoderados, navegan en el mismo mar del optimismo y la esperanza, con la firme intención y propósito que el espectáculo taurino no entre en la lista de lesionados o incapacitados, producto de algo sobrevenido y muy dañino que dejará secuelas.
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