Por. Freddy Ramírez “Garapuyo”
Contarlo es poco fácil, para el trabajo que lleva instalar, armar una plaza de toros, venir desde Cagua hasta El Vigía, atravesando varios estados, en un recorrido de 650 kilómetros, sorteando cientos de “policías acostados" y otros de a pie, aunado a los piratas de carretera y demás "fauna". Además, junto al tema combustible y, si sumamos lo ultimo acontecido en Carora con la plaza de toros, es como para pensarlo dos veces.
Gracias a los Santos, Vírgenes y demás imágenes que Manuel Medina “El Rubi” como torero, tiene en su retablo, el viaje desde el Estado Aragua, al Estado Mérida transcurrió con normalidad, los inconvenientes, nos cuenta “El Rubi”, han sido al llegar al El Vigía, el terreno, donde gran parte ya había sido instalada la Plaza “El Torero” no era el más apto, por lo que se decidió cambiar de sitio para armar el coso taurino.
Han sido unas 30 horas trabajo de siete hombres, sin contar las horas de vuelo, que ha llevado instalar la plaza de toros.
La idea de venir, nos dice El Rubi, con la plaza más grande, una del par que tiene, ha sido para darla a conocer por estos lares.
"Por acá existe una gran afición a los toros, creo, que “El Torero” como plaza de toros se va a quedar pequeña para el evento taurino que han programado", agrega el propietario del coso, quien por cierto no será parte del cartel pautado.
La plaza es muy cómoda, segura en su estructura, literalmente es un lego que se ensambla; cuando hay que soldar se hace, sus vientos, barras tensoras de equilibrio de fuerzas, así como los asientos y demás instalaciones cumplen con todas las medidas de seguridad.
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