Se realizó el domingo 3 de julio, la quinta novillada del "Certamen de las Américas" en la plaza de toros "Román Eduardo Sandía", en la ciudad de Mérida (Vzla). Con buen ambiente a las cuatro de la tarde ,como se habia programado, pero con poco público y buen tiempo se inició el festejo que estuvo acompañdo de una leve brisa. Se le dió continuidad a estos festejo programados, antes del último que se realizará en México.
Actuaron seis novilleros de distintas nacionalidades con su participaron en busca de un triunfo. Actuaron: Yonathan Ortega de Venezuela, Eduardo Sebastián de México, Cleideman Méndez de Venezuela, José Gutiérrez de Venezuela, Jesiel Morales de México y Diego Alejandro de Colombia.
Poco se dejaron los novillos de varias ganaderías venezolanas y no dieron chance para un buen triunfo; muchas ilusiones y buenos deseos. Algunos novilleros se vieron con escasos recursos para el compromiso.
Abrió plaza el venezolano Ortega que estuvo bien ante un novillo de San Antonio que a pesar de tener poca fuerza se dió algunas series sobre la mano derecha. Dejó estocada tracera y entera. Palmas.
El mexicano Sebastián se fue a portagayola y le dió una larga cambiada al novillo de El Trébol, rematando con revolera. Con muleta el novillo era muy pronto y le dejó darle derechazos de poca continuidad; le premiaron con palmas.
El venezolano Cleiderman Méndez El Moro no logró sujetar al de Los Aránguez que le correspondió en suerte. Pero en la muleta le vimos las buenas maneras que poco a poco ha venido mejorando; series bien rematadas con la mano derecha para oir la música y alegrar al cotarro. No fue certero a la hora de la verdad y oyó palmas tras un aviso.
El cuarto novillero, fue el venezolano José Gutiérrez a quien le correspondió el más serio de la tarde de la ganadería de San Antonio que lo recibió con larga cambiada y lo remató a la cintura con media. Brindó su faena a la empresa merideña de los Rodríguez y al presidente de Coremer Sharif Aissami, el novillo se le quedaba y no daba oportunidad de un pase, pero lo entendió tomándolo en corto y dándole tres series que no podía rematar por lo quedado; fue enganchado pero solo le rompió la taleguilla. Estuvo valiente, pero abrevió con estocada arriba y descabello tras oír aviso.
El mexicano Jesiel Morales le correspondió un astado de Los Aránguez que no demostró mayores cosas; con poca fuerza en sus primeras embestidas y así fue toda la lidia. Le robó algunos derechazos aislados. Despachó de entera y oyó palmas.
Diego Alejandro, el colombiano, con el último de la ganadería El Trébol, tuvo mucha voluntad y su faena fue a base de derechazos aislados, pero le dieron la música; fue un astado que poco le ofrecía garantía por lo que despachó pronto, con estocada entera finalizó para oir las palmas y dar vuelta al ruedo.
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