En 2022, el domingo 8 de mayo celebramos el Día de la Madre; por ello, es propicio hablar de las madres de los toreros que alimentan con su bondad y esperanza, las ilusiones de los hijos que escogieron el complicado mundo del toreo para escalar posiciones y afianzar futuro. Y es que tal vez sin las oraciones de la angustiada madre, el triunfo no hubiese acompañado al hijo torero.
*Oposición inicial de madre
Generalmente el torero proviene de un hogar humilde, donde, en contados casos, se va a la mesa a comer una vez al día, y donde la cultura no tiene cita en ningún momento. Son hogares en los cuales muchas veces la ausencia de padre la suple la abnegada mujer que no quiere inundar de mayor tristeza al hogar por la irremediable decisión del hijo que se empeña en ser torero. Esa madre temerosa de un futuro distinto, lo anima a tomar los libros y estudiar, antes que ir a una plaza a dar capotazos al toro de la ilusión. Y quién puede contener el sueño de fama y gloria de un joven que tal vez solo ha visto toros por TV o internet. Y quién domina el ímpetu juvenil por la aventura.
*La angustia de doña Angustias.
Angustias Sánchez se llamaba la madre del Califa Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", fallecida hace ya varios años cuando iba a cumplir los cien años. Hija de obrero ferroviario, esposa, dos veces, de toreros y madre de un torero que fue el que la sacó del anonimato y la pobreza. Su único hijo varón copó la escena con la verticalidad de su toreo y murió en las astas del mal recordado toro"Islero" de Miura en la plaza de Linares.
Doña Angustias que ya había sufrido lo suyo en el toreo, recibió el cadáver de "Manolete" sin derramar una lágrima y sin palabra alguna. Desde aquel verano de 1947 doña Angustias se enclaustró en el lujoso chalet que su hijo le había regalado; y así, día tras día, fue perdiendo fuerzas y vigor, teniendo solo ánimo para depositar flores en la tumba y asistir a la misa, trajeada de riguroso negro. Nunca pudo Doña Angustias acostumbrarse a las vicisitudes de los toreros. Sufrió con Rafael Molina "Lagartijo", su primer esposo; luego con Manuel Rodríguez "Manolete III" con quien casó tras la muerte de "Lagartijo". Alargó el sufrimiento con su hijo "Manolete". Nunca mejor empleado el nombre para la madre de un torero: ¡Doña Angustias!
*El temple de Doña Esperanza
El temple de una mujer venezolana, formó una de las más numerosas dinastías americanas de toreros. Doña Esperanza Díaz de Girón fue ejemplo cabal de madre abnegada que siempre estuvo con los hijos compartiendo luchas y avivando esperanzas. Iba a todos lados, animando a César Girón, lanzando la voz oportuna ante el peligro que servía de quite milagroso. Con Don Carlos Girón, compartió responsabilidades en organizar festejos para que César, Curro, Rafael y Efraín torearan y saborearan el éxito. Recorrió con sus hijos las plazas, transmitiendo optimismo, aliento y regañando fuerte cuando las cosas no salían bien o sus muchachos se enmendaban. Una mujer criolla de temple y nervios acerados como muy pocas. Se fue de este mundo después que vio a sus hijos matadores de toros y en figura. Un sueño de madre cristalizado.
*El triunfo y la vida
Cuando el hijo torea, la madre está al teléfono esperando la llamada. Pregunta por las orejas cortadas, pero más le interesa si regresó sin un rasguño, sin heridas del compromiso. Porque para ella lo más importante es la vida de su hijo. Y cuando el percance surge, se arma de valor y fuerza para compartir el dolor y revivir el ánimo al torero herido.
Las madres de los toreros son mujeres de sufrimientos prolongados. Con un amor diferente al hijo que viste de seda y oro, que armado de muleta y espada, desafía la muerte en pos del triunfo. Es un sufrimiento de oro y seda, en tardes plenas de sol; pero también con sangre y llanto....el llanto por el sacrificio del hijo que ama y busca la fama.
Honor a todas las madres en este Día de la Madre en Venezuela y muchos países, especialmente a las madres de los toreros.
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