Jesus Ramirez"El Tato"
Está semana fue operado de una grave lesión en el hombro izquierdo, el joven matador de toros aragüeño Edgar Antonio, luego de casi dos años de sufrimiento y sin poder torear a raíz de la fuerte voltereta recibida en la plaza limeña de Torokuna, cuando entró a matar el astado sin muleta.
La delicada y riesgosa operación practicada por los reconocidos médicos Francisco Cernada, Douglas Ledezma, Carlos Betancourt, Ivo Canales y Daniele Ramos, corrigió la inestabilidad anterior del hombro izquierdo, rotura parcial del tendón sub escapular y el reforzamiento capsular.
La voltereta que le ocasionó la fuerte lesión en el hombro izquierdo
Ya en su casa de habitación con el apoyo y cariño de amigos y familiares más cercanos, y en total reposo, el joven diestro Victoriano, nos dice que fueron dos largos años sin vestir de luces, que le han servido para meditar, reflexionar y madurar como persona y como torero, aceptando con firmeza el hecho de no haber podido cumplir fechas importantes que tenía en Perú; y al mismo tiempo poder comprender que cuando estas situaciones ocurren, y el teléfono no suena, es cuando se aprecia el sonido celestial que te dice que hay que seguir adelante, que hay caminos estrechos que con la bendición de Dios se amplían para mejores cosas.
Tras la esperada y necesaria operación, Edgar Antonio en unos días comenzará la rehabilitación, un delicado proceso que se espera le permitirá estar nuevamente en forma para reasumir compromisos en traje de luces con la firme intención de pisar nuestras plazas de toros.
Siete salidas a hombros en la Maestranza; la última con Erick Cortez y Manuel Escribano
De su última actuación en Maracay, el joven espada recuerda la salida a hombros con su padrino de alternativa Erick Cortez y Manuel Escribano en triunfal tarde que disfrutó igual que los cientos de seguidores que fueron a verlo.
Finalmente, le preguntamos si volvería entrar a matar un toro sin muleta, y al instante nos respondió que siempre ha salido a los ruedos con disposición de triunfo y que quien se vista de luces y no entienda que hay que jugarse el triunfo con la vida, pues tiene el camino muy corto. Siempre saldré a triunfar y eso lo saben los aficionados que me siguen aquí y en Perú.
Dejamos al torero, porque le iban a revisar los puntos de la herida, esas heridas que afianzan los sueños e ilusiones y los mantienen optimistas y firmes para ceñir nuevamente el traje de luces.
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