El recién concluido
en Mérida, Municipio Libertador del Estado Mérida, Carnaval Taurino de América 2020, bajo la acertada mano empresarial
de “Ramguertauros C.A.”, ha dejado un claro y contundente ejemplo, en tiempos
de crisis: con voluntad, esfuerzo y ajustada inversión, se puede echar
adelante, trabajando sin mirar a quien, sin distingo de clase y posición, por
el impulso socio económico, cultural tradicional, costumbrista ferial, de una
ciudad y por ende, de nuestra Fiesta Brava.
No hay duda en ello. En
esta ciudad andina venezolana, bien servidas y jugadas fueron las cartas; se apostó al reimpulso económico citadino, al éxito ferial taurino, que de
hecho se logró, en medio de la situación circunstancial compleja que se vive en
el país; se echaron por el piso, los deseos del fracaso que algunos auguraban. Poder
es querer, lo demás es cuento de camino.
Mérida, apostó por su
Feria del Sol y el Carnaval Taurino de América, ganó la ciudad, se impulsó lo
económico turístico, nuestra Fiesta Brava, que sale fortalecida, afloró la
afición infantil, la del relevo generacional, que, en las tres corridas de
toros y novillada picada, acudió a la Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo
Sandia”, reafirmando en su graderío el “Sí a los niños en los toros”, amén de
que se disfrutó de tardes de toros,; así digan lo contrario, el (los) detractor
mequetrefe, conocido de sobra, que no tiene moral para criticar, ni vergüenza
alguna, más cuando se tiene rabo de paja.
Enhorabuena para
todos. El éxito ferial taurino se logró, contra viento y marea, en Mérida; imposible negarlo y en crisis, a más ver,
nuestra Fiesta Brava sale fortalecida; dejó a la vista a quienes, con su novel afición
infantil, constituyen la generación de relevo, a más ver, con Dios y olé, por
todo lo alto.
Tomado de
www.antolincastro.opinionytoros.com
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