Compartiendo con los miembros del Centro Taurino del Perú, Colombo reafirma el apego a su segunda patria. Foto: torosenelmundo.com
tomado de: torosenelmundo.com por: Martín Campos - Perú
“A los padres, los toreros no los quieren… perdiendo también se gana“, así sentencia, con la suficiencia que le han dado sus años en el toro, Jesús Colombo, matador de toros en retiro y padre de la novísima revelación, el novillero Jesús Enrique Colombo, el mismo que tras su rotunda actuación en Madrid ha puesto a todo el mundo hablando de él.
Jesús Colombo (izq) comparte con aficionados del Perú en el tendido mientrs su hijo Jesús Enrique actúa en los ruedos de este país.
El matador Jesús Colombo –Colombito–, como se le conocía en la turbulenta década de los ochenta, aquí en el Perú, donde toreó por todo el territorio nacional dejando siempre gran cartel del que se le recuerda mucho, especialmente por la zona sur, los departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Abancay y Puno.
Toma la palabra y se echa a contarnos algunos aspectos de la carrera en ciernes de su hijo el aún novillero -lo dejará de ser en muy breves semanas cuando se doctore de matador de toros durante la Feria del Pilar de Zaragoza- con una elocuencia que hace evidente en el brillo de sus ojos el emotivo sentimiento de satisfacción que desborda a un padre henchido de orgullo pero muy consciente de la responsabilidad, tanto suya como la del ya famoso hijo.
Esto lo tiene muy claro Colombo y así lo hace notar en la siguiente conversación que sostuvimos aprovechando la visita que hiciera hace unas semanas al Centro Taurino de Lima, sobre Jesús Enrique, de cara a su anunciada presentación en Acho esta temporada y aún antes más en la feria de Cora Cora, al sur de Ayacucho:
– Matador Colombo, es un gusto recibirlo en casa…
“El gusto siempre será mío por estar aquí en Perú, encantado y agradecido por la gentileza de su invitación a este local tan lleno de torería y solera”
– Empecemos por preguntarle por el novillero Jesús Enrique Colombo, qué tiempo lleva afincado en España ?
“Jesús Enrique ha estado desde los quince años viviendo en España ingresando a la escuela Marcial Lalanda de Madrid en el 2012. Un gran apoyo para Jesús Enrique ha sido el brindado por don Juan Lamarca quien le propuso el proyecto de llevarlo al escalafón. Menciono también que la alcaldesa de Táriba, en Venezuela, siendo incluso chavista, le ayudó mucho. Ella se trajo a los Roca Rey desde Perú entonces se les hizo debutar allí a Michelito Lagrevere, Andy (Andrés) Roca Rey y Jesús Enrique. Tres puntales que van a sonar y darle a esta parte del mundo el protagonismo en el toro. Andrés ya es figura mundial y su salto ha sido impresionante, todos queremos que los otros estén al nivel alcanzado por Andrés (Roca Rey). Poco a poco así será…”
– Aquí lo hemos visto desde niño, particularmente recuerdo esa vez que se presentaba en una portátil al sur de Lima…
” Ha venido varias veces, hizo mucha amistad con los Roca Rey. Esa fecha que señalas yo estuve con él y también toreamos, fue en san Juan de Miraflores. Es curioso, a propósito del Perú, país que amo profundamente y al que siempre considero mi segunda patria, una vez no le dejaron torear aquí a Jesús Enrique por un asunto de los papeles y visados de trabajo, algo que más pareció cosa de mezquindades de algunas personas. Un hecho que nos tocó pero que ya pasó, siempre nos han tratado muy bien en esta tierra bella y generosa…”
– Muchos en Europa no sabían exactamente de dónde era el novillero
“Jesús Enrique nació en San Cristóbal, que está a 60 kms de la frontera con Colombia, pero se siente de toda la vida taribeño de corazón y cepa… somos muy devotos de la Virgen de la Consolación y del Santo Cristo y de la Virgen del Carmen…nuestro nombre, Colombo, es apellido. Mi nombre es Jesús Adolfo Ruíz Colombo, mi hijo es Jesús Enrique Ruiz Silva, lleva Colombo por mi apellido. Vivimos en la frontera, en el municipio de Cárdenas…estamos cercanos a Colombia y hasta hablamos parecido”.
– ¿Cuéntenos acerca de la anécdota de Santa Rita de Casia?
“Estando en Linares de Alcántara un 22 de mayo, día de Santa Rita de Casia, habiéndolo hecho también un dpia similar en Maracaibo al que desorejó. Recordando eso, el día del sorteo para Madrid me llevé en el bolsillo una estampita de Santa Rita, en una mano cogí el papelito con los toros y en la otra a la santita que algo hizo pues desde allí las cosas se han ido dando”.
– ¿Produjo mucha desazón lo de Madrid y la oreja negada ?
“Jesús Enrique ha salido triunfador de Madrid así no le hayan otorgado orejas…perdiendo también se gana y todos sabemos que Madrid da y quita…ese juez que le negó el trofeo nos resultó favoreciendo, todo el mundo quedó hablando de Colombo…nos llaman de todas partes y ya ves estaremos en Acho pero antes también en Cora Cora…el apoderado medio que no se convence de que Jesús Enrique venga para Cora Cora antes de su alternativa en Zaragoza”.
– ¿Cómo dejaría de venir si ya hay creado una gran expectativa?, sabe matador, la gente de esas zonas son muy taurinas aparte guardan mucho recuerdo del nombre Colombo por usted, es de seguro que para Acho acudirán en gran número para ver al torero.
“Seguro que sí mi amigo Martín, seguro que sí, pues yo lo se, a mí siempre me han tratado incluso mejor que en casa, hice muchas temporadas por esos lugares preciosos pero complicados por la geografía…he sabido torear en lugares casi inaccesibles, de mucha altitud donde las piernas ya ni las sientes y el alma se te va en cada exhalación…así había que ponerse delante del bravo de casta y del otro, ese que ustedes le dicen cunero, que es de media sangre y que cuando se defiende madre mía nomás se te cierra y te la pega al menor descuido…”
– Volviendo a lo de Jesús en Madrid, debe haber sido un preparativo por demás excitante, lo vimos muy bien trajeado incluso para Cora Cora me dice que estrenará uno de aguja, son detalles que le marcan en su torería
“Imagínate, Jesús Enrique, le da mucha importancia a los detalles como anotas bien. Sin olvidar cómo nos iniciamos pues él lo tiene muy presente, desde toda esa gente que le ayudó en el principio colaborando, juntando un dinerito, una cosita, algo que lo ayudara y motivara. No es de escatimar nada con tal de estar como se debe estar en esta profesión. Te cuento, por ejemplo, me dice papá me instalaré en el Wellington…Jesús Enrique vea bien, casi 400 euros, que esto que lo otro, ya sabes uno como padre; nada, a un torero ni le importa antes de salir al ruedo ni la plata ni la vida, solo estar en torero”
– Lo cierto es que fue de suma injusticia no permitirle tocar pelo en Madrid, no solo estuvo en novillero sino resolviendo con solvencia la papeleta que le planteó ese segundo novillo, exigiéndolo y acometiéndole la muleta como un tren hasta, incluso pegarle tornillazos ya luego cuando más eran sus últimos arrestos defensivos, y el espadazo final, entrando a por todas y por todos que lo vieron salvo el juez cicatero.
“Jesús Enrique en su segundo echó la moneda al aire…no había más, el novillo llevaba mucha violencia al quedar mal señalado en la vara…le digo coge los palos que sino -pues en un principio dudó si tomarlos o no- van a echarte en cara que vas cagao…así se lo dije y lo he repetido cada vez que he hablado de esto. Es complicado ser padre en esto, ponerse en este caso y asumirlo con fuerza. Pero si no es uno quién otro se lo dice y que lo entienda. Luego del colofón del espadazo, la voltereta un juez que se cree protagonista y le mezquina el premio yendo en contra de toda la plaza…bueno así son las cosas…como para que vaya sabiéndolo…te repito, ese juez nos causó más favor que perjuicio”
– ¿Algo más para el final que quiera agregar matador?
“Hablando de Juan Lamarca, no quisiera dejar de decirlo, es como un segundo padre para Jesús Enrique, con el Círculo Dinastía Bienvenida, siempre le han prodigado de atenciones y preocupado por él. Don Juan ha llevado a Reynaldo Gilio, Fabio Castañeda y recientemente a Manolo Vanegas. A Jesús Enrique lo ponen en la Escuela Marcial Lalanda con el maestro Felipe Diaz Murillo, su director”.
“Otra persona muy importante en la vida de Jesús Enrique es Fernando Rose, su apoderado en Colombia, siempre muy pendiente. Nos consideramos como hermanos. En México tenemos a mi compadre Michel Lagrevere, aquí en Perú a mi otro hermano Marco Franco”.
Una conversación aleccionadora, edificante, que nos muestra a un padre inteligente, sensible, amoroso, y por ello, la sabiduría de conducir a su hijo por la senda del triunfo.
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