Parte I
Por. Freddy Ramírez “Garapuyo”
Con los dispositivos móviles de alta gama, ahora es fácil grabar cualquier acontecimiento y los toros no escapan; ahora con la tecnología a la mano, son muchos los aficionados y público en general que en una corrida de toros toman nota un video y fotos de todo cuanto acontece en el ruedo, quedando compilado en el archivo de aquellas cajitas.
El buen aficionado, aquel de la vieja guardia y los posmodernos -teniéndolos- no requieren de estos aparatos para grabar cualquier evento o instante, por mas efímero que sea, lo grabamos en las retinas, memoria que guarda lo sublime, lo bonito, agradable, lo artístico, terso, lo valioso y hasta lo trágico también queda en las “retinas”; y a la papelera del olvido va lo desagradable, amorfo, sin sentido, lo feo, lo grotesco, grosero, en fin…
Finalizado el corto ciclo de corridas de toros de la 51 Feria del Sol 2022, damos vuelta en nuestro “archivo”, contamos lo agradable de haber sido parte de aquel entradón en la primera corrida de feria, -sábado 26 febrero- todo un acontecimiento. Con boletos comprados, pagados, regalados, coleados, como sea, la plaza registró una excelente entrada calculada en unas 13 mil personas.
Lo bonito es pensar que cada boleto de entrada a la plaza generó al Municipio Libertador un impuesto del 10%, cifra significativa de unos 13.000 dólares por medida bajita -liquidación impuesto Municipal de la primera corrida de feria- estos números son lejanos del valor real, estimados a precio mínimo 10 dólares por boleto.
Lo feo, que se puede reparar para la próxima feria, ha sido la mojiganga que se vivió al empezar la primera corrida sin los caballos de picar, jamelgos que tenían que haber estado en la plaza al menos 24 horas del clarinazo, tal cual como reza el reglamento taurino de Mérida.
Lo amorfo de aquella tarde, fue haber acusado públicamente -sin pruebas- a los anti-taurinos, que cuales comando israelí "secuestraban" en carretera los camiones del traslado de caballos de picar y mulas de arrastre
Lo Grosero, es la respuesta al preguntar el valor de un pan con chorizo -choripan- y algunas bebidas, y al saber el precio, casi caigo como el reportero grafico Ramón Pico en la última de feria.
Sin sentido, para la reflexión y análisis, ha sido la actuación la autoridad, Presidente de la Comisión Taurina que como “reina” de pueblo, regalaba orejas tal cual caramelos en un desfile ferial; igual para la ganadería San Antonio que trajo unos toros como escalera pesada con peldaños, disparejos en todos los órdenes.
Lo grotesco, ha sido un esmirriado novillo que a la entrada de los corrales, daba mala impresión por su escuálida estampa que no llegaba a los 320 kilos de peso.
Lo artístico de la primera corrida, es poco, quedando pasajes para la retina con la actuación de las cuadrillas de banderilleros y picadores encabezadas por el banderillero Gerson Guerrero que han estado en su sitio, prestos y eficaces.
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