Nota dedicada
a Julio Stuyck,
un madrileño
"hueso colorado"
... Agradecido de su amistad
El Vito
Aquella tarde nos reunimos en el Mesón Casa de La Dolores, a un lado de la Iglesia del Señor de Medinacelis, a espaldas del Hotel Palace, en Madrid con Curro Vázquez, Alberto Ramírez, José Carlos Arévalo y Paco Aguado. Veníamos de Açores, de la Isla Terceira donde habíamos fundado La Unión Mundial de los Periodistas Taurinos.
Aquel día, por primera vez, recorrí lo que los taurinos se refieren como La Ruta de Gallito en Madrid. Fue Aguado, como baquiano y José Carlos, relator del cúmulo de acontecimientos que sostienen la importancia en cada uno de los puntos del recorrido gallista, el que con Joselito como columna vertebral se viste con anécdotas de Rafael y de Fernando.
Quisiera hoy, ya que en mayo se conmemoran dos centenarios de muy importantes acontecimientos ocurridos en Madrid, importantes para los aficionados venezolanos uno de ellos, solicitar al muy apreciado, entendido y distinguido aficionado Juan Salazar, nos oriente, ilustre o comente, alrededor de los mismos.
El primero e importante por trascendente es el centenario de la muerte de Manolo Granero por Pocapena, del Duque de Veragua, el 7 de mayo de 1922; cuarta corrida del abono. Anunciados en el cartel con Granero el sevillano Juan Luis de la Rosa y el madrileño Marcial Lalanda y toros de Albaserrada y de Veragua.
El otro acontecimiento y que nos interesa a los venezolanos fue la alternativa del caraqueño Eleazar Sananes “Rubito” el 17 de mayo de 1922, exactamente a los 10 días de la muerte de Granero, en la vieja plaza madrileña de La Carretera de Aragón de manos Julián Sáiz, “Saleri II”, Marcial Lalanda, y Juan Anlló “Nacional II”, con el toro Sanluqueño de Gamero Cívico en una Corrida de Beneficencia que celebraba el cumpleaños del Rey Alfonso XIII.
El venezolano Sananes fue el primer torero sudamericano en alcanzar la alternativa en Madrid, con su doctorado se abrieron caminos muy importantes para la tauromaquia venezolana.
Juan Salazar, entendido aficionado, guía en el entrañable Madrid taurino, podrían indicarnos algunos sitios que pudieron haber sido frecuentados pr Sananes aquella temporada de 1922.
Coo dato quele guíe a Juan podemos informarle que Eleazar Sananes "Rubito" llegó a Madrid con dinero ganado como torero figura en plazas de Venezuela, donde era el ídolo de la afición. Entre los muchos éxitos de Sananes destacaba el de la Gran Corrida del Centenario en Valencia, año de 1921, la tarde que se encerró en solitario con seis toros del General Salvador Barreto, “Barreteros”, en la plaza Arenas de Valencia llegando a alcanzar inusitado triunfo al cortarle las orejas a cinco de los bravos toros cojedeños. Éxito alcanzado a pesar de un desbordado aguacero que inundó la ciudad, por cuyas inundadas calles le pasearon a hombros los entusiasmados aficionados valencianos hasta muy altas horas de la madrugada reunida la ciudadanía en la Plaza Bolívar de Valencia, corazón de la capital de Carabobo.
En España Eleazar Sananes hizo su presentación como novillero en la Plaza de La Carretera de Aragón en Madrid el 6 de abril del 22. Repitió con ganado del Duque de Tovar con el histórico Nicanor Villalta en el cartel junto a Fausto Barajas el 2 de mayo. Novillada en la que triunfó con salida a hombros.
Cuenta el apreciado amigo, buen aficionado y entendido historiador taurino Rafael Dupouy Gómez: “Después de demostrar en ruedos españoles todo aquello que habían visto asombrados, el célebre crítico taurino Gregorio Corrochano, manifestó su impresión sobre Eleazar Sananes “Rubito”, señalando: “En tierras de América ha nacido un gran torero”..
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