Andrés Roca Rey: Su regreso era esperado por la afición de Lima. Puerta Grande en la primera de feria de Acho 2019 Foto: Luis Sueyras
Redacción: Alfredo Silva-Santisteban D.
Fotos: Luis Sueyras
Es un domingo 4 de noviembre y la histórica Plaza de Acho recibió con una gran ovación a su ídolo peruano Andres Roca Rey (canela y oro), quien hizo el paseíllo con Enrique Ponce (plomo y oro) y Juan Serrano “Finito de Córdoba” (negro y azabache). Era la reaparición del joven torero peruano que estuvo alejado de los ruedos desde el mes de julio por la hernia en la cervical que lo hizo cortar su temporada.
El ganado fue de El Olivar y La Viña. Bien presentado en general, algunos con mucho peso, fueron desiguales en el juego que dieron. Destacaron el segundo y tercero de El Olivar. Varios recargaron en los caballos.
ANDRES ROCA REY.- Su regreso era esperado por la afición de Lima, En el primero de su lote cortó las dos orejas contundentes tras gran estocada en lo alto y en el sexto que cerraba la tarde pudo también tocar pelo, pero no acertó con la espada. Salió en hombros y fue aclamado con gritos de ¡Torero! ¡Torero! por su afición que lo esperaba con ansias.
En el tercero de la tarde “Farolero” de 571 kilos (El Olivar) lanceó a la verónica con gran colocación y el picador lo deja casi entero por orden del matador. Quite por chicuelinas de manos bajas y de muy buen sabor rematando con revolera, vistosa, gran ovación. Con la muleta inicio por estatuarios y luego sentidos pases con la derecha y luego naturales, largos, hondos cadenciosos. Engarza una faena en base a llevar largo al toro y dejándolo muy bien colocado. Faena entregada, exprimiendo la nobleza y clase del toro que fue el mejor de la tarde. Al finalizar, bernardinas, cambiado por la espalda y una estocada que hace rodar al toro sin puntilla. Dos orejas y el clamor de la gente que aplaudió lo vitoreó.
En el sexto, destacó un quite por tafalleras con una enorme revolera llena de torería. el público de pie. En la muleta Andrés toreo al natural que era el mejor pitón del toro y entregado. Fue faena de poder y de oficio, siempre dejando todo en el ruedo. Pincha y pierde las orejas pero el público lo aclamó. Volverá en la última de feria.
ENRIQUE PONCE.- Siempre es esperado en Lima y esta vez fue poco lo que pudo hacer por las condiciones de sus toros. El primero se colaba por el pitón derecho por lo cual la faena la desarrolló por naturales. Varias tandas por la izquierda, con empaque y suavidad a un toro tardo y sin trasmisión. Poco pudo hacer por las condiciones del toro que tenía peligro y no se entregó. Estocada baja, palmas.
En el cuarto de la tarde “Norteño” de la Viña, bonito de tipo y codicioso algo gordo, llegó a la muleta con alegría y ello permitió que en tendidos de sol el valenciano cuaje una faena por derechazos y toreo fundamental. Se sucedieron luego naturales ayudados y el de pecho. El toro se fue apagando y se rajó hacia el final de la labor mutereril. Tras pinchazo, hubo descabellos, silencio.
JUAN SERRANO “FINITO DE CORDOBA”.- En su primer toro se ciñe con buenas verónicas de manos bajas, el toro “Marinero” de 574 kilos, recarga en lo alto. En la muleta ligó algunas tandas de derechazos a un toro noble, corriendo la mano y alargando la embestida. La faena tuvo arte y empaque, siempre entregado el matador logró componer una faena en base a pases de buena calidad con mucho temple. Luego toreo al natural, extrayendo del toro todo lo que tenía. Entregado y con arte no pudo redondear su labor al dejar una estocada baja que le impidió cortar una posible oreja. Palmas.
El quinto toro “Berraquero” de 530 kilos tuvo una fuerte caída en el ruedo y fue para el olvido. En la muleta llegó sin pases y aplomado, por lo que poco pudo hacer Finito, abreviando su labor.
Nos vemos en el tiempo.
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