Colombo ya demostró que venía a por todas: Triunfador de la Feria de Tovar 2019 Foto: Juna Carlos Carrero
por: Víctor Ramírez “Vitico”
Jesús Enrique Colombo cerró su brillante paso por la feria de Tovar como un huracán arrollador, no sólo por las tres orejas que paseó sino por su actitud ante los toros, mientras que sus compañeros no tuvieron la misma suerte. La corrida de San Antonio, la mejor de toda la feria en cuanto a presentación, con auténticos toros, tuvo ejemplares que dieron aceptable juego.
Colombo ya demostró que venía a por todas en su primero, al que banderilleó con un derroche de envidiables facultades físicas, para luego montarse encima del ejemplar para sacarle los muletazos, primero de uno en uno, luego más cruzado para que el animal que tenía muy escondido un buen fondo tomase el engaño.
El torero, ligo tandas de buena factura, aunque cuando se enfadó de verdad con el toro y se fajó con él le arrancó una serie muy ligada que encendió la llama. Gran estocada y oreja al canto. Al sexto, más terciado, Colombo le saludó con una larga cambiada de rodillas, buenas verónicas y un estupendo recorte. Tres buenos pares de banderillas, prologaron una faena interesante, con estupendas series de muletazos, largos, templados y ligados, rematados con pases de pecho largos, con el torero tan relajado que se daba el lujo de mirar al público, sonriendo. Demasiado fácil, tanto que incluso que es hasta contraproducente, porque en el tendido se tiene la sensación que torear es un juego. Entró a matar sin muleta, cobrando una superior estocada que desató la algarabía. Dos orejas indiscutibles.
Finito de Córdoba tuvo el santo de espaldas, limitándose a dejar destellos de su excelente corte torero. Parado y algo tardo el primero, no era dese luego el toro más idóneo para un diestro estilista, que no se complicó la vida, se puso solo por el lado derecho, dejó detalles y a otra cosa mariposa. Muy complicado el cuarto, que calamocheó mucho y fue áspero, Finito simplemente cumplió el trámite de ponerse delante. Desde luego no había más cera que la ardía.
Entregado y dispuesto Rafael Orellana, que sin embargo no tuvo suerte. A su primero un precioso toro negro y bien hecho, le toreó por ambos lados con voluntad, dejándole a veces en los cites la ventana y por ahí se le colaba achuchándole. El espigado espada dio varios pases de buen corte, pero no pudo triunfar. Con el áspero y complicado quinto, se limitó a cumplir. El astado bronco, protestaba cuando el diestro trataba de someterle.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de Tovar
Domingo 8 de septiembre.
Tercera y última corrida de feria.
Menos de un cuarto de entrada en tarde agradable.
Toros de San Antonio, bien presentados, salvo el terciado sexto y de juego desigual, siendo ásperos y broncos en líneas generales. Noblote el tercero y noble con cierta clase el sexto.
Pesos: 485, 430, 500, 445, 483 y 440 kilos.
Juan Serrano “Finito de Córdoba”, de negro y azabache: Silencio y silencio.
Rafael Orellana, de negro y azabache: Silencio y silencio.
Jesús Enrique Colombo, de azul rey y oro: Oreja con fuerte petición de la segunda y dos orejas con petición de rabo. Salió a hombros.
En las cuadrillas destacaron Gerson Guerrero y Eduardo Graterol en la brega, en banderillas Francisco “Chico” Paredes y Ramón Contreras. En varas Alfredo Guimerá.
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