** Admirable resulta la capacidad que muestra este joven matador, todo un lujo, que vive y siente en torero, e increíble y sorprendente aparece la actitud del mundo profesional taurino manteniéndolo en el ostracismo. Sin duda, su tenaz y triunfadora lucha, en un calendario modesto por una indignante orfandad administrativa, le dará pie a derribar el muro que le separa del circuito de las ferias que se merece.
por: Redacción 'Del Toro al Infinito' - Madrid, 19 de Agosto de 2019
Buena tarde de toros ha disfrutado el buen público de Almorox gracias a la actuación de la terna anunciada, y especialmente por la deslumbrante actuación del matador Jesús Enrique Colombo que ha cortado tres orejas. Joselillo ha brillado como profesional en sazón, sin suerte con su lote y con la espada. Ambos han lidiado reses de Mollalta, pura procedencia de Torrealta, de juego dispar.
El novillero local, Jesús Mejías ha aprovechado la nobleza de su primer ejemplar de 'Fernando Peña' para redondear una buena faena con el fino estilo que le caracteriza cobrando una estocada entera para que le concedeira la presidencia dos justas orejas. Muy distinto fue el juego de su segundo utrero, deslucido y descastado, siendo silenciada su labor. Lo sacaron en hombros junto a Colombo y nos hizo recordar los inicios de ambos toreros cuando los dos asistían como alumnos a la ya desparaecida Escuela de Tauromaquia 'Marcial Lalanda', de Madrid.
La tarde fue del diestro venezolano, tal como viene sucediendo en los festejos donde viene actuando. Un joven torero en sazón que asombra por su aparente veteranía, con una entrega total, recreando el espectáculo con su singular carga escénica, con personalidad y dinamismo en los todos los tercios y en cuantas suertes variadas que ejecuta para rematar la suerte suprema con su habitual "cañonazo".
A su renuente, en principio, primer toro de Mollalta, con movilidad pero sin fijeza en los engaños logró entusiasmar al público con la capa, con valor y decisión angarzó una seria de espectaculares chicuelinas para después hacer un quite tremendo echándose el capote a la espalda. Un perfecto tercio de banderillas, "marca de la casa" precedió a una lidia superior para aprovechar la nobleza de su oponente y sacarle el fondo de bravura que solo Colombo intuyó. Gran faena rematada con una certera estocada entera, y dos orejas para el esportón con las que dió una clamorosa vuelta al ruedo.
El segundo de su lote, tras un incierto juego de salida se fue apagando tras el brillante tercio de banderillas por Colombo, durando poco en la muleta. Su corta embestida obligó al venezolano "pegarse el arrimón" y robarle pases con dominio y temple por ambos pitones, aunque sin la brillantez deseada por la falta de fuelle del toro. No obstante, y tras eficaz estocada, el público supo reconocer su mérito, solicitando la oreja que fue a parar a las manos de Colombo para recibir de nuevo las aclamaciones de esta buena afición toledana acostumbrada, año tras año, a las corridas serias y con trapío tal como sus vecinos de los pueblos colindantes conocidos como "El valle del terror". Se nota que al valiente Colombo no le aterroriza nada...
Admirable resulta la capacidad que muestra este joven matador, todo un lujo, que vive y siente en torero, e increíble y sorprendente aparece la actitud del mundo profesional taurino manteniéndolo en el ostracismo. Sin duda, su tenaz y triunfadora lucha, en un calendario modesto por una indignante orfandad administrativa, le dará pie a derribar el muro que le separa del circuito de las ferias que se merece. Superará sin duda su actual e impuesta posición de "yunque" para convertirse en "martillo". La tauromaquia ganará un torero y Venezuela un héroe.
Ficha:
Almorox (Toledo). Toros de Mollalta y novillos de Fernando Peña. Lleno. Joselillo, oreja tras aviso y ovación; Jesús Enrique Colombo, dos orejas y oreja; el novillero Jesús Mejías, dos orejas y silencio.
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