** Dos orejas en la primera de feria en San Cristóbal
** Vanegas y Galán oreja, Escribano sin suerte en su lote
por: Jorge Cepeda
Se desarrolló la primera corrida de la tradicional feria de San Sebastián en San Cristóbal este viernes 26, donde se lidió un encierro de la ganadería tachirense de la familia Molina Colmenares: Rancho Grande y El Prado. 1,2,3,5 de Rancho Grande y 4 y 6 del Prado. Toros parejos de presentación que dieron diferente comportamiento durante la lidia; destacaron el segundo noble; tercero de corto recorrido; cuarto se dejó; quinto noble, justo de fuerza, sexto noble y bien presentado.
Actuaron los españoles:
Manuel Escribano (palmas, aviso).
David Galán (palmas, oreja) y
el venezolano Manolo Vanegas (oreja, aviso).
Hubo buena concurrencia media entrada. En tarde alegre y entretenida.
Manuel Escribano
Venía el torero sevillano con muchas ganas de reencontrarse con la afición local donde tiene gran cartel y grandes amigos. Con el primero estuvo aseado, con muchas ganas pero fue ejemplar que se le vino a menos y le ofreció dificultad, destacó con cuatro pares de rehiletes. A la muleta le echaba la cara arriba y poco se dejó arrimarse; despachó de entera, luego de pinchazo.
Con el cuarto se destacó en banderillas y con la muleta fue aprovechando lo poco que le dejaba el ejemplar del Prado; le perdía un pasito y a veces tenía que pasar él, porque el toro no se dejaba; despachó de caída y descabello para oír un aviso.
David Galán
Debutante en esta plaza donde le correspondió en su primero, un toro que a pesar de recibir un puyazo trasero, le dio tanda de doblones y le dejó colocar en si sitio para lograr muletazos de gusto y de buen tacto. Sobre todo con la izquierda que le trazo buenas tandas, aprovechando la nobleza del ejemplar, con pinchazo y espadazo le dieron palmas a su labor.
Con el quinto, un buen toro que le dejó estar bien, aunque tenía nobleza carecía de fuerza, por lo que su faena fue a media altura que gustó al soberano, con estocada entera, caída le dieron una oreja.
Manolo Vanegas
Realizaba su debut como matador de toros en su tierra el buen torero tachirense y donde la afición lo esperaba. Su primero lo recibió con largas y remató con serpentina. A la muleta le llegó con poco recorrido, ligando unas buenas tandas por la izquierda pero el toro al salir del muletazo se iba a tablas y poco le dejó hacer con estocada tendida y entera lo despachó. El público pidió insistentemente oreja que fue otorgada.
Con su segundo. Un toro bien presentado, jabonero que le dejó esta nuevamente a media altura con muletazos bien ligados y con dominio y ganas de agradar llevó la faena a más, hasta lograr que el público disfrutara de sus buenas maneras. Lástima que la espada no cayó en buen sitio por lo que demoró en caer y le dieron ovación tras un recado.
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