por: Jorge Cepeda
Colombo por la puerta Grande en corrida complicada de San Antonio
Tres orejas en la segunda de Feria
El matador de toros tachirense Jesús Enrique Colombo logró convencer a la afición de su tierra y a sus amigos, de las condiciones físicas y mentales con las que cuenta para llegar a ser una importante figura del toreo.
Este sábado 27/1 se encerró en la plaza Monumental de Pueblo Nuevo en San Cristóbal, con seis toros en solitario de la ganadería nacional de San Antonio; y fue tanto que no hubo necesidad de que ninguno de los dos sobresalientes actuaran, sus paisanos: Marcos Peña "El Pino" y Ángel Ramos.
Cortó tres orejas: dos al segundo y una al quinto de la tarde.
En total se lidiaron seis toros bien presentados que no dieron el juego esperado tanto por el ganadero como por el torero y la afición. Tres negros y tres colorados. Primero, poco recorrido. Segundo, colaborador y con son a la muleta. Tercero, desarrollo sentido. Cuarto, parado sin recorrido. Quinto el más pequeño pero se dejó. Sexto complicado. Hubo algo más de media entrada en los tendidos y mucha alegría por ver a su torero triunfar. Buen tiempo y sol radiante en todo lo alto.
Con el primero lo recibió por verónicas y remató bien con media; al caballo el toro recibió un buen puyazo, pero se vino a menos; esto lo entendió el torero y su lidia fue muy corta; destacó los tres pares de banderillas que dejó en todo lo alto del morrillo del toro. Con la muleta se fue a los medios y le lanceó por alto y le trató, de someter pero no había nada qué buscar.
Su segundo, fue su saludo con larga cambiada y se adornó con la capa soltando la capa a una mano. En banderillas estuvo tan bien que el público degustó sus buenas condiciones para ganar pronto la cara de los toros; es más le gana muy rápido la cara y si el toro no le ayuda se queda sin él.
Con muleta se fue al tercio con estatuarios, para seguir con derechazos de mando; entendiendo que tenia material para realizarle una buena faena y con estocada entera se fue sin puntillas para que le dieran dos orejas.
Con el tercero, que hizo salida de toro con problemas, lo recibió con largas cambiadas y se fue a los medios para adornarse con un quite por tapatías; luego de recibir un buen puyazo de "Goyito" y del primera vara René Quintana, que voló por los aires como un papel. A la muleta no llegó para lucirse por lo que lo despachó pronto con una estocada que parece como un fusil.
Con el Cuarto, un colorado de bonita lámina, se adornó con quite por delantales que tuvieron garbo y alegría. Bien nuevamente en banderillas con tres pares que gustaron al cotarro. Con la muleta el toro llegó con corto recorrido y con genio por lo que le realizó un trasteo corto y de torero inteligente sin tachaduras ni enmiendas. Despachó de otro estoconazo para oír palmas.
Con el quinto, el más pequeño de la tarde, lo recibió con dos rodillas en tierra para darle los primeros lances a la capa por verónicas, otro quite por tafalleras y tres pares de rehiletes, arriba en todo lo alto.
Con muleta estuvo bien con una buena faena a un toro que le ayudó y le dejó dar muletazos largos y de gusto por ambos lados, donde la banda de música fue acompañada por una cantaora: Judit, que tuvo por fondo ribetes taurinos inolvidables, se pidió hasta el indulto, pero sin mirar mucho volvió a tomar la espada y dejó estocada que enfrió al público y luego de un aviso le dieron otra merecida oreja.
El sexto, fue una oveja negra, a pesar de recibir un buen puyazo nuevamente de Goyito que fue aplaudido y con castoreño en mano se despidió. A la muleta se paró y no le dejó hacer nada, sin prepararlo para despacharlo pronto.
Al final de la corrida se otorgaron premios de diferentes entidades a la ganadería de Hugo Domingo Molina y al torero tachirense.
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