por: Cèsar Omaña
Director de venezuelataurina.com
El ansiado acto del doctorado de Jesùs enrique Colombo se consumò en la Plaza bicentenaria de Acho en Lima ante un ejemplar del Puerto de San Lorenzo que se vino a menos luego de la pica convirtiendose en un marmolillo que no permitio lucimiento. Algo más de media entrada se observó en los tendidos de la bicentenaria Plaza de Acho.
Con lucidos lances de capa Colombo, en un terno Palomo y oro, recibiò a su primer toro llegando a los tendidos al ceñirse con el astado y rematar las series con una larga cambiada de rodillas en los medios que terminò de levantar al pùblico para aplaudir al venezolano.
El primer tercio se pasò un poco de vara debiendo ser el mismo torero quien se acercara a solicitarle levantarla. Siguiendo con su fino repertorio de capa instrumentò lucidos quites para rematar el tercio.
Siendo conocido en los ruedos peruanos, el pùblico comenzò a solicitarle a Colombo la ejecuciòn de las banderillas. El comportamiento del burel cambiò a menos, por lo que JE Colombo arriesgò en cada para al punto de fallar en el tercero al violìn; esto le llevò a solicitar el permiso para un par adicional lo cual fue autorizado; para cerrar el venezolano se asomò al balcòn y en la retirada cayò a la arena pasando el animal por encima del torero pero sin consecuencias gracias a la asistencia de su banederillero.
Para el momento de la ceremonia del doctorado, Sebastiàn Castella, de azul elèctrico y azabache, se viò inspirado por unos minutos prodigándole unas palabras que mas adelante seguramente poderemos conocer.
En la faena de muleta, Jesùs enrique se fuè a buscar a su Madre: Mary de Ruiz, en el tendido para brindarle su primer toro; pero fue fallido el intento al no poder ubicarla por lo que se regresò al burladero de matadores para brindar a su padre, matador de toros en retiro: Jesùs Colombo.
Saliò el toricantano con toda la intenciòn de triunfar pero las condiciones del morlaco cada vez eran menos favorables; debiò consentir al del Puerto de San Lorenzo, para poder pegar una serie de cinco a siete muletazos en el tercer intento. Lo llevò mas por el pitòn derechoen su lidia a la cual embestìa casi que caminando en los pases y saliendo distraìdo totalmente. Luego de convencerse que no tenìa nada què buscar, Colombo despachó de media estocada el toro de su doctorado. Recibió una gran ovación.
Esta reseña ha sido posible por el esfuerzo de unos aficionados del Perú que desde el tendido trasmiten vía Facebook en su página Cajabamba Taurina... Agradecmiento de los venezolanos que alcanzaron mas de 500 personas viendo la trasmisión en vivo del doctorado.
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