El contrapunteo de Florentino y el Diablo, del poeta criollo Alberto Arvelo Torrealba. Foto: eltubazodigital.com
** Ojalá que todo, en definitiva, marche a pedir de boca y se pueda iniciar el próximo año paladeando el banquete taurino
por: Eduardo Soto
Una de las expresiones bíblicas para demostrar regocijo, es la que encabeza estas líneas, la cual aparece también en el contrapunteo de Florentino y el Diablo, del poeta criollo Alberto Arvelo Torrealba.
En todo caso, ese debe ser el sentimiento predominante en la afición taurina del país, al enterarse de que Colombito se presentará en la Monumental de su terruño; y esta buena nueva se agrega a la ya bienvenida información que Manolito Vanegas hará lo propio en la plaza merideña, durante la celebración de su Aniversario de Oro.
Seguramente, ambas noticias son motivo de profunda satisfacción pues, con el hipérbaton taurino que es capítulo cerrado, va a ver a sus ídolos con la posibilidad de desplegar todos los argumentos de su verdad torera, en el marco de las dos plazas cimeras del país.
No habrá sido fácil, pues todos llevamos a cuestas el pesado fardo de la coyuntura, pero mucho nos alegramos que al fin se haya logrado la cuadratura de números en San Cristóbal, lo cual permitirá admirar, si bien hasta ahora por separado, a las dos nuevas figuras taurinas de la patria.
Falta que los toros embistan, que la autoridad taurina tenga tino y que la suerte se haga presente, para redondear un espectáculo que ayude a disipar, al menos en la Fiesta Brava, las tinieblas que actualmente acosan por doquier la población venezolana.
Ojalá que todo, en definitiva, marche a pedir de boca y se pueda iniciar el próximo año paladeando el banquete taurino ofrecido por las ferias andinas, antes de que todo vaya adquiriendo el agridulce sabor de la política, que generalmente tiene más del Diablo que de Florentino.
Eduardo Soto
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