La Monumental Román Eduardo Sandia, fue la primera plaza del país, cuyo Paseíllo lo preside una Alguacililla: Rocío Grisolía en 2011; y han pasado dos bellas damas mas. Foto: Germán D’ Jesús Cerrada
Columna: Retazos Taurinos
por: Eduardo Soto
Entre las características particulares de la Monumental de Mérida, se encuentra su Reglamento Taurino, el más novedoso y completo de cuantos existen en el país. Entró en vigor el año 2015 y declara a los festejos taurinos, por vez primera en la normativa legal de una plaza de toros del país, Patrimonio Cultural Inmaterial y Bien de Interés Cultural, por cuanto forman parte de la cultura, idiosincrasia, tradición y gentilicio del pueblo merideño. Además, en tal condición, los poderes públicos garantizarán la promoción y protección de los festejos taurinos, como también la participación y asistencia de niños, niñas y adolescentes, en compañía de sus padres, representantes o responsables.
Al centor: Frnacisco D'Jongh (ctro) El Reglamento Taurino de Mérida, trasluce el interés y conocimiento gracias a su aporte. Foto: Germán D’ Jesús Cerrada
Este Reglamento Taurino, trasluce el interés y conocimiento de la Comisión Taurina Municipal (CTM) pero, en particular, el de un aficionado que adquirió su borla universitaria y taurina en Mérida, aunque es oriundo de la Tierra del Sol Amada. Su pericia de jurista en materia taurina, lo faculta para hacer valiosos aportes y su interés como estudioso e investigador, le ha permitido ser autor de varios libros ligados a tal temática. Se trata del abogado Francisco de Jongh, actual Vocal de la CTM, cuya traza proclama, a los cuatro vientos, que no tiene un pelo de tonto.
Es de recordar, que Tovar ya se había colocado a la vanguardia en defensa de la tauromaquia, cuando su Alcalde: Lizandro Morales decretó en 2010, que los espectáculos taurinos de la Feria de la Virgen de Regla, la más antigua del país, forman parte del Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo tovareño.
Otra característica singular de la Monumental Román Eduardo Sandia, es que le correspondió el honor de haber sido la primera plaza del país, cuyo Paseíllo lo preside una Alguacililla, privilegio histórico que ocurrió en 2011. No podía ser de otra manera, tratándose de la Ciudad de los Caballeros que, una vez más, pasaba a ser adelantada en esta materia y ha propiciado que alguna otra plaza de la región haga lo propio, pues es reflejo de la admiración por la mujer, innata en el espíritu de los taurinos andinos, la cual aflora junto con nuestros primeros pasos como aficionados.
Las tres Alguacilillas que hemos tenido en la Román Eduardo Sandia, todas hábiles caballistas, han sido hasta ahora, Rocío Grisolía, profesora de flamenco y dos estudiantes universitarias, María Alejandra Lobo, a punto de finalizar su carrera de Medicina en la ULA y Gina Sánchez, quien cursa estudios de Veterinaria en la Universidad del Zulia.
Por cierto, el apellido Grisolía es bien conocido en los medios taurinos de los Andes; los Lobo, es una familia de afición comprobada, como lo demuestra Iván, recientemente designado Vocal de la CTM, pero que ya se hace notar por su diligencia y bonhomía, inclinación que se continua en sus dos descendientes, nuestra Alguacililla y el varón homónimo, buen jinete y aspirante a rejoneador, con pasantías en Portugal y España; por su parte, los Sánchez, son bien conocidos ganaderos del Sur del Lago de Maracaibo.
En el coso merideño, el Paseíllo, se efectúa además al compás del Pasodoble Insignia de la Plaza, “Monumental de Mérida”, de la admirable cosecha del Maestro Antonio Rangel, Director de la Banda Taurina de la Mesa de los Indios, sin lugar a dudas la mejor de Venezuela y una de las más destacadas del mundo de la tauromaquia.
Las excelentes interpretaciones de tan reconocida Banda Taurina, traen a la memoria los Conciertos de Pasodobles, los cuales acaban de cumplir diecisiete años celebrándose en el Mérida Country Club, que abre sus puertas de par en par en tan grata ocasión.
Estas veladas artísticas, se deben a la iniciativa y continuo apoyo del actual Presidente de la CTM, Don Jorge Bustamante Calderón, quien siempre ha estado pendiente de obtener nuevas partituras y la participación de compositores y músicos taurinos, tanto de Venezuela como del exterior.
Tal es el caso del Maestro Abel Moreno Gómez, distinguido compositor español, quien nos acompañó en 2007, dirigió la música también en la Monumental y plasmó su inspiración en “Toros en Mérida”, pasodoble en honor de las corridas de la Feria del Sol, que incorpora al final una estrofa del Alma Llanera. Ciertamente, el Concierto de Pasodobles es ya una tradición, que constituye pórtico de gala al ferial merideño.
Muchos taurinos, suelen llegar a la Plaza con antelación y esperan la hora del festejo en el Patio de Cuadrillas de la Monumental de Mérida, acertadamente bautizado con el nombre del Maestro César Faraco, El Cóndor de Los Andes, cuyo perfil se encuentra grabado en un artístico mosaico, enclavado en la columna de honor del Patio del cual es epónimo.
En el César Faraco, cuyas paredes están adornadas con hierros de las ganaderías que se han lidiado, retratos de taurinos destacados y placas conmemorativas de efemérides del Coso, tienen lugar conversaciones, entrevistas, se entrecruzan las últimas informaciones taurinas, se puede quedar deslumbrado ante la radiante belleza de las Reinas de la Feria, pasearse por el Museo Taurino, su Biblioteca o visitar la Capilla de la Plaza.
El Museo Taurino de Mérida, se inauguró a principios de los noventa y fue idea de la Junta Directiva de Correalsa, presidida por el primer taurino tovareño (y por qué no también merideño), Don Miguel Rondón Nucete. El Museo ha venido adquiriendo mayor dinamismo, cuenta con programación a lo largo del año, pero destaca la que se cumple acompasada con la Feria del Sol. Las exhibiciones están en constante renovación, como el espacio dedicado a Bernardo Valencia quien, en 1985, fue el primer matador en indultar un toro en el coso de Mérida. La Biblioteca tuvo su origen en la colección de libros taurinos, pertenecientes a mi querido colega, como diplomático y taurino, fallecido hace unos años, Marcial Pérez Chiriboga, por cierto, hijo de Víctor Manuel Pérez Perozo, Rector de la ULA, cuya figura plasmó al óleo el sacro pincel del Cardenal Quintero.
También se encuentra en ese entorno, la Oficina Administrativa de la Escuela Taurina Humberto Alvarez, que tiene su Sede en la Monumental y está dirigida por el torero tovareño Fabián Ramírez. Estas Escuelas son verdaderos seminarios donde, con la entusiasta cooperación de sus progenitores, se cultiva la vocación taurina de nuestros muchachos. Estos centros de aprendizaje, merecen apoyo irrestricto de todos los aficionados.
En la Capilla, aparte de los momentos de fervor, hay oportunidad de admirar varias imágenes de la Virgen María, incluida la Virgen de La Montera, interesante obra de la escuela cuzqueña de pintura, donación del conocido académico y taurino merideño, Chachá Quintero, quien sirvió como diplomático en tierras peruanas.
La Román Eduardo Sandia, es sin duda la Plaza Mariana por excelencia del país. Por su ruedo han desfilado, a hombros de los cofrades, La Inmaculada Concepción, Patrona de la Ciudad, la Virgen del Rocío, la de Regla de Tovar, la de la Consolación de Táriba, La Chinita de Maracaibo y la Virgen de La Montera, todas acompañadas de Salves Rocieras y de la veneración y respeto de los aficionados que colman la Monumental de La Liria. Sería muy honroso que, en un futuro próximo, lo hiciera también Nuestra Señora de Coromoto, Excelsa Patrona de Venezuela.
Hay otras advocaciones marianas, ligadas a la Fiesta Brava, como la Virgen de la Macarena, que derramó lágrimas de verdad cuando murió Joselito; la Virgen de la Esperanza de Triana, cuya protección suelen solicitar los toreros que actúan en la Maestranza de Sevilla, al otro lado del Puente; y la Virgen de Loreto, cuyo manto dio origen al color conocido en tauromaquia como Purísima.
Religión y tauromaquia han estado unidas en múltiples instancias, pero la Plaza presenta otra característica única, pues entre sus aficionados se encuentra uno que será próximamente purpurado: Su Eminencia Reverendísima Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, llamado cariñosamente entre taurinos Monseñor Baltazar, quien no solo ha oficiado Santa Misa en su Patio de Cuadrillas, sino que siempre ha sido uno de los más entendidos parroquianos de la Monumental de Mérida.
Eduardo Soto
(FIN PARTE II)
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