La plaza de Paris (Francia) con la Torre Eiffel cual minarete a sus espaldas, igual que el balcón de la Perricholi en Acho. Foto: blog elvitoalostoros
por: EL VITO
Aceptamos la intromisión del gobierno en la administración de lo que fueron escenarios municipales, sin chistar y mucho menos protestar. Intromisión que se ha hecho con el propósito de controlar los espectáculos taurinos en Venezuela y, con ellos, el negocio que significa cambio de la fantasmagórica moneda corriente en Venezuela y sus beneficios cambiarios con el dólar.
En Valencia el gobernador Ameliach procedió a la expropiación de la plaza de toros Monumental “Bernardo Valencia”, también del Teatro Municipal de la ciudad que había sido propiedad del Concejo, desde que el proyecto fue encargado al Arquitecto Antonio Malaussena en 1894.
La plaza de toros Monumental proyectada y construida a finales de 1968 por el Concejo de Valencia, entonces presidido por Jorge Domínguez Nassar, presidente del Concejo Municipal valenciano.
En Caracas, a pesar de la posición del Alcalde Mayor, Antonio Ledezma, en defensa de la Fiesta de los Toros, el Alcalde de Libertador Jorge Rodríguez le arrebató el inmueble y sus funciones a la historia de la ciudad y a los ciudadanos caraqueños, apoyado en su arrebato por los genuflexos poderes públicos para entregárselo a un grupo de organizaciones calificadas como “endógenas”, donde se reúnen maromeros, trapecistas y en especial mangantes que ejercen en las esquinas de las muy transitadas avenidas caraqueñas.
Ameliach y Rodríguez se unen al ejemplo del Gobernador del Táchira, el militar Vielma Mora en San Cristóbal, convertido en “gran capitán” de la feria de San Sebastián que, como Valencia tendrá en San Cristóbal su señuelo en la contratación de las corridas de toros españolas, y grandes figuras del toreo destacados en la temporada española.
Como ocurre hoy en Venezuela, donde la protesta pública está prohibida y el reprimida por fuerzas militares que persiguen a sus promotores, estos hechos ocurridos en San Cristóbal, Caracas y Valencia, ha sido silenciados.
PLAZA DE TOROS DE BUENOS AIRES, ARGENTINA
El doctor Jorge Arturo Díaz Reyes, es sus Viñetas Taurinas que navegan en los océanos de la informática se refiere a la desaparición de las Plazas de Toros en América, desde aquellas que existieron en Buenos Aires, Montevideo, La Habana y Río de Janeiro en Sudamérica, como en la Costa del Pacífico de los Estados Unidos en ciudades tan importantes como Los Ángeles y San Francisco se celebraban corridas de toros con grandes toreros para conmemorar fiestas patrias, religiosas y sus propias temporadas.
Escribe el doctor Díaz Reyes “…tiempo largo ese, cuatrocientos años, desde las carabelas hasta comienzos del siglo XX. "Desperdicios" toreaba en Río de Janeiro, "Bombita" en Montevideo, y las mozas de Córdoba (Esp) cantaban temerosas
Ni me lavo, ni me peino,
ni me asomo a la ventana,
hasta qué no vea venir,
a "Guerrita" de la Habana.
Fue en La Habana, Cuba, la plaza donde la gran figura del toreo cordobés, Rafael Guerra “Guerrita”, recibió la cornada más terrible de su heroica existencia, y fue allí mismo, en La Habana, donde murió Francisco Arjona Guillén “Cúchares”, torero que le imprimió al oficio de la lidia el sello del arte taurino.
TOROS EN LA HABANA EN SU BELLA PLAZA
Todo eso sucedía mucho antes que los Estados Unidos invadieran Cuba durante la Guerra Española provocada por intereses norteamericanos, mucho antes mucho antes que el general Adna R. Chafee, comandante de la fuerza de invasión, expidiera el decreto prohibicionista, que sigue acatando el régimen revolucionario en la isla.
Hoy, por motivo políticos, se rindieron Caracas, al abandono gubernamental. Quito, al voto popular (referendo), y Bogotá, al omnímodo capricho de un alcalde.
Las capitales que se resisten son Lima y México. Amenazadas por los mismos enemigos que sometieron a las otras.
Otros motivos que atacan las raíces de las fiestas de los toros con distintos a los políticos. Es el caso de Táriba, en el Táchira, villa que desde hace dos siglos festejaba sus Ferias y Fiestas de la Consolación cada agosto, pero que, este año, excluyó los toros de su programación sin que hubiera protesta por parte de las tachirenses. Nos recomienda el doctor Díaz Reyes que “..entre Cabo de Hornos y Alaska, pienso, que si aún hay algo que hacer, habrá que comenzar a hacerlo desde adentro, desde nuestras propias debilidades y errores, en lugar de lloriquear echando culpas al contrario.
PLAZA DE TOROS DE MONTEVIDEO, DONDE TOREÓ GALLITO
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