Paz

La Fiesta Brava en lo que a la continuidad del Calendario Taurino Venezolano se refiere, quedó en tiempo muerto.

por: Giovanni Cegarra

Un mes justo lleva Venezuela, en algunos Estados del interior del país, con serias escaramuzas que tuvieron como antesala, una protesta pacífica y hoy día, todo, es un verdadero caos anárquico en la que predomina de todo, nada han ganado, han perdido mucho: cantidad de detenidos, heridos y sacrificio innecesario de vidas humanas y elemental, que entre los perdedores, figuran, quienes viven y conviven en la Fiesta Brava, lo que no se puede desconocer ni mucho menos esconder, a pesar que algunos, pretenden decir lo contrario, usando como bandera, lo político.

El clamor del colectivo venezolano, entre los que se encuentran, los espectadores y aficionados taurinos, es tener paz, tranquilidad, convivencia ciudadana, que se produzca el franco diálogo, entre todos los sectores del país, entiéndase, políticos, empresarios, productores, opositores y gobierneros radicales, etc., todos sin distingos de clase y posición, quieren paz.

Nada se ha ganado, mucho se ha perdido en Venezuela, no hay duda en ello, hasta ahora no se dislumbra una luz al final del túnel, una realidad que ojalá logren entender, lo antes posible, los actores y protagonistas, de lado y lado, del caos anárquico en la que está sumida Venezuela.

La Fiesta Brava en lo que a la continuidad del Calendario Taurino Venezolano se refiere, quedó en tiempo muerto. Suspendida la Feria Taurina de Mérida, Estado Mérida, en la región andina; reprogramadas las fechas de la Feria de San José en Maracay, Estado Aragua, región central y como diría mi difunta madre "no hay mal que por bien no venga, las cosas a veces pasan porque tienen que pasar".

Dentro de todo este panorama, que no puede esconderse ni muy debajo de las piedras, la afición taurina venezolana se une al colectivo del país, abogando porque la sensatez, reine entre los actores de esta película que se rueda, desde hace un mes, sin ton ni son, que venga la paz, lleguen las soluciones para salir, en buena ley, de la actual crisis que sacude a todos por igual, nadie gana todos pierden y en definitiva, todos, de una u otra forma, quieren paz y olé.