Solitaria oreja para Edgar Antonio. Foto: G. Castillo Informa: José Luis Jiménez
Foto: Gladys Castillo Mariñez
Contra viento y marea se dio inicio, en la parte taurina, a la feria de San José de Maracay 2009. Tarde sabatina con poco sol, poca asistencia en los graderíos de la Maestranza “César Girón” y algunos errores propios de la organización a contra reloj, que ameritará un comentario aparte.
Sólo un novillo reprobó el examen. el primero, por lo áspero de sus embestidas, mientras que los cinco que completaron el encierro, han sido para cortarle las orejas y consagrar a los toreros César Altuve y Javier Palacios, quienes dentro de la escala objetiva de la clasificación, debían poner la carne en el asador y no conformarse con medianías y aisladas palmitas del tendido, a sabiendas que las oportunidades a partir de ahora, serán casi nulas. Sólo la disposición del tercero del cartel, el siempre batallador Edgar Antonio, salvó la totalidad del festejo.
En resumen: Gracias a los novillos de Los Aranguez, la tarde no se sumió en el sopor, pero los aficionados salieron frustrados por el poco interés de los muchachos antes mencionados, en apuntar y no disparar, lo que hace cuesta arriba ser valorados como generación de relevo. Se salva de los dicterios, repetimos, el joven Edgar Antonio, a quien debemos reconocerle su decidida manifestación en querer hacer las cosas bien, con entrega y profesionalismo, siendo su talón de Aquiles el mal manejo de la espada que le privó cortarle las dos orejas al sexto de la jornada.
César Altuve: Silencio y aplausos.
Javier Palacios: Silencio y silencio
Edgar Antonio: Una oreja y aplausos
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