La faena fue muy variada, escuchó música en su trasteo y agradó al público. Foto: Saul del VallePor: Saúl del Valle Uzcátegui – Revista Tribuna Taurina
Con un cuarto de entrada de público en la plaza Cesar Girón de Maracay estado Aragua al centro de Venezuela, se celebró la novillada de la Feria de San José 2009; se corrieron novillos de la ganadería venezolana de los Aránguez bien presentados y desiguales en juego para los novilleros César Altuve, Javier Palacios y Edgar Antonio Díaz.
Abrió plaza César Altuve, de azabache y cabos negros, quien recibió a su enemigo en suerte por verónicas bien logradas, con la muleta inició su tanda por derechazo a un novillo complicado y difícil por el pitón izquierdo; muy voluntarioso trató de agradar, pero finalmente decidió cercenar la vida de su enemigo que no le dio prestancia; con el estoque pinchó en dos oportunidades y resolvió con el descabello.
Con el segundo de su lote entró más plantado con el capote; inició la faena con la derecha para dejar escuchar música; finalizó su faena con palmas, para tomar el estoque y pinchar en dos oportunidades escuchando un aviso.
Javier Palacios, salió en segunda oportunidad de azul turquesa y oro, recibió su novillo por verónicas para rematarlo por chicuelinas; el tercio de rehiletes lo ejecutó con decisión logrando colocar tres buenos pares; con la muleta se encontró con un novillo arrollador y lo desarmó en varias oportunidades; sin embargo, Palacios se armaba con muleta en mano tratando de agradar ante un novillo de poco recorrido. Muy voluntarioso, logró arrancarle varios muletazos a su novillo al final de la lidia; pinchó en tres ocasiones y finalizó con el descabello para escuchar un aviso.
En el segundo en suerte, Palacios salió con más ganas; lo recibió por verónicas; en el tercio de banderillas invitó a Edgar Antonio Díaz para dar un buen espectáculo con los garapullos, lamentablemente no se dejó ver en su lidia notándosele descentrado; con el estoque cercenó la vida de su novillo luego de tres pinchazos.
Edgar Antonio Díaz en tercera oportunidad, de blanco y azabache, recibió su novillo en suerte por verónicas bien ceñidas a pies juntos con lucimiento para rematarlo por chicuelinas; el tercio de rehiletes lo ejecutó con profesionalismo, entrega y disposición demostrando que está preparado para grandes cosas. Su faena de muleta estuvo muy variada; dejó escuchar música; con el acero pinchó para luego colocar una estocada certera y recibir una oreja.
Con el segundo novillo en suerte, y último de la tarde-noche, lo recibió con dos largas cambiadas y remató con revoleras artísticas. En el tercio de banderillas Edgar Díaz invitó a Palacios para agradecer el gesto que este tuvo con él; en la faena de muleta estuvo con entrega y disposición de igual manera. La faena fue muy variada, escuchó música en su trasteo y agradó al público; lamentablemente con la espada sintió el amargo sabor del pinchazo en varias oportunidades, para terminar con el descabello luego de un aviso y perder las dos orejas por el estoque.
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