(Especial / Freddy Ramírez "Garapuyo") Para el matador de toros Jonathan Guillen, el tiempo se ha hecho cortó para el trazo largo que ha emprendido en tierras del toro bravo, específicamente en las ganaderías el Puerto de San Lorenzo y la Ventana del Puerto localizadas en El P de la Calderilla, Provincia de Salamanca.
Cuenta Jonathan: “Ya son diez meses de mi llegada a España, me vine con Maybeth, la madre de mi niña y tres corotos; en Venezuela quedó toda mi familia, allá en Mérida también ha quedado guardada la muleta y el capote. En el aeropuerto de Barajas me recibió Nerio Ramírez “El Tovareño” el padre de Rafael Orellana, quien me indicó cómo llegar a la ganadería; una vez acá de inmediato tuve contacto con el campo bravo, fueron unos quince o más días de adaptación, aprendizaje con los ganaderos, Don Lorenzo Fraile y sus hijos Lorenzo y José Juan. Lo aprendido en Venezuela me ha servido; por acá la cría del toro bravo se podría decir que se vive en otra dimensión”.
En ese ir con los toros bravos, el venezolano pudo ir como Mayoral de la Ganadería a Madrid, Bilbao, Valencia, Mont de Marsan, y otras tantas donde la fiesta se vive intensamente.
Ahora mismo, apunta Jonathan, “Existen en el campo unos 96 machos, algunos al comenzar el 2025 estarán cumpliendo los 4 años; algo así como 15 corridas que están programadas para la próxima temporada; además la camada de novillos que van creciendo, junto con las vacas madres y novillas hace que la labor en el campo se acreciente; ese trabajo va desde seleccionar y mezclar el concentrado, andar con los vaqueros, supervisar los nacimientos, bueno, en fin, estar pendiente de todo lo que pasa en la finca”.
Ahora, al equipo de trabajo se suma Edgar Peña, otro torero que conoce el manejo de los bravos, lo que hace mucho más llevadero las labores camperas: alimentar la cabaña brava, unido al debido mantenimiento de cercados y demás labores.
“Por estos días en el inicio de cuarto de luna menguante, casi llena, se han incrementado los nacimientos; los toros pitan, a propósito de la luna, las bajas en peleas de toros son bajas.
“Ya están cercan los tentaderos, por cierto el pasado martes 12, el día de mi cumpleaños, fui sorprendido al recibir de manos de mi esposa una muleta y un capote, no tuve tiempo de pulsarlos, pues los ganaderos me han obsequiado el manjar de un tentadero”
Contento y agradecido a mas no poder Jonathan comenta:“Las vaquillas fueron superiores tanto en comportamiento y juego, la raza y bravura se vio ante el caballo, todas fueron fijas en la muleta, de largas, lentas y humilladas embestidas, aprobadas con alta nota; ¡han sido de dulce!, además muy femeninas y de una estampa muy fina”
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