Las escuelas taurinas son el vivero del futuro. Foto: GCegarra
A quince años de refundación, el catorce del mes en curso, para ser más precisos, arriba la Escuela Taurina de Mérida, municipio Libertador del estado Mérida, en la Región Los Andes de Venezuela, “vivita y coleando”, gracias a la ilusión, pasión, afición, constancia, de un grupo de niños(as) que tras cumplir con sus labores escolares, acuden por las tardes, a la Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia” a recibir su instrucción y formación taurina, mentalizados en que algún día, podrían coronar su meta y convertirse en profesionales del toro.
La Escuela Taurina de Mérida, está “vivita y coleando” bajo la tutela de un grupo de taurinos que sin mezquindad e interés personal, la han conducido como debe ser, es todo un claro ejemplo, a nivel regional, nacional e internacional, me atrevería a asegurar, que no vale crisis ni pandemia, que pueda hacer mermar la lealtad, pasión, afición, esfuerzo, voluntad, espíritu de trabajo, que se merece una Escuela que en sus quince años de refundación, ha sembrado buena semilla que ha dado excelente fruto, habida cuenta que han sido formados en ella, novilleros y banderilleros que hoy día, han puesto muy en alto el nombre institucional de la misma, todo un gran orgullo taurino andino merideño venezolano.
La Monumental “Román Eduardo Sandia” de Mérida ha sido testigo fiel del devenir de los alumnos que hoy día hacen vida formativa instructiva en la Escuela Taurina de Mérida, que a Dios gracias cuenta con una amplia sede, cedida en comodato por largos años, en la que ellos junto a sus padres, comparten momentos de tertulia y educación, todo un espacio que dignifica la formación de la nueva generación taurina de nuestro país, que sin miramiento alguno, distingo de clase y posición, debe contar irrestrictamente con el apoyo de los aficionados taurinos en general, va por ella y sus abnegados alumnos, con Dios, a más ver y olé.
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