Abrir los carteles: ¿Deseo o Necesidad?

La edad media de los toreros anunciados en Sevilla (2023) sería ahora de 36,2 años. Esto supone casi tres años más que en 1987. Fuente: Diego Sánchez de la Cruz - gaceta.es

por: Víctor Ramírez “Vitico”

La fiesta de los toros es grande porque en ella caben muchos matices y todas las opiniones; es, por decirlo así, un mundo totalmente democrático, donde se dan ideas, se presentan opciones, sugerencias y demás consideraciones, aunque luego la realidad se impone muchas veces a los deseos. 

Abrir los carteles ha sido siempre uno de los argumentos que se esgrimen para dar variedad a las temporadas de ferias taurinas, dando paso a nuevas caras que llenen de ilusión a los aficionados. En todos los países taurinos es un anhelo que a veces se cumple y otras no. 

Hace unos días se presentaba en España un interesante trabajo sobre el “envejecido” escalafón europeo, tomando en cuenta la edad de las figuras del toreo y sus años de alternativa. El deseo de ver a jóvenes toreros que vienen abriéndose paso a codazos en una temporada copada por los que mandan, hace ver a diestros con quince años de alternativa como “viejos”. 

Las figuras del toreo lo son por algo y es lógico que defiendan su sitio, pero para el que pasa por taquilla también es interesante ver a los viejos leones batir el cobre con los que llegan con la fuerza de la novedad. Muchos de los espadas que son novedad se quedan relegados de las grandes ferias, por ello surge entre otras la Copa Chenel, ahora bien es interesante este certamen porque no sólo toma en cuenta a los noveles, también llama a toreros veteranos que  pueden aportar muchas cosas al toreo. 

En nuestro país con una temporada de momento muy corta, también sería interesante dar espacio a diferentes toreros nacionales, pues los hay para todos los gustos:

- Los que tienen años de alternativa pero pueden seguir dando auténticas lecciones de un toreo tamizado por el tiempo, 

- Los que están buscándose la vida en otros países 

- y por supuesto, los novilleros que ya desean tomar la alternativa. 

La variedad es necesaria, la oportunidad también. 

Lógicamente es imperante el tirón en taquilla para que las empresas se animen a tomar en cuenta varios nombres, pues los sitios de privilegio hoy día en el toreo, no sólo han de defenderse frente al toro sino demostrando también poder de convocatoria. 

Por tanto, son los aficionados y espectadores quienes brindan apoyo a unos u otros toreros, por lo que la cuestión es si abrir los carteles es un deseo o realmente una necesidad.