Se lidió la segunda corrida de toros en la Plaza de Acho de Lima. Tarde que se inició con sol y al caer la tarde, una inusual garúa limeña enfrió el albero rimense. Cartel compuesto por Antonio Ferrera, David Fandila “El Fandi” y Ginés Marín. Un cartel que no era el más atractivo de la corta feria que terminó en un sorpresivo mano a mano debido a que “El Fandi” ingresó a la enfermería luego del paseíllo y salió a torear el tercero de la tarde que solo lanceó al capote. Si no se encontraba en condiciones no debió presentarse a lidiar. El parte médico indicaba dolor agudo intenso en la región lumbar que le impidió continuar con la lidia.
Media entrada en los tendidos y algo más en sol. Se lidiaron toros de ganaderías peruanas. El primero y el sexto de San Pedro y del segundo al quinto de la Ganadería Santa Rosa. No tuvieron raza y si bien algunos estuvieron bien presentados, no permitieron mayor lucimiento, salvo algunos que presentaron fondo y permitieron lo poco destacado de la tarde.
Ferrera toreó el primero, cuarto y sexto por la no presencia de El Fandi y Ginés Marín lidió el segundo, tercero y quinto. Al tercero le tocaron los tres avisos y fue devuelto a los corrales. En general fue una tarde deslucida con algunas pocas cosas que destacar.
FERRERA.- El primero “Soberbio” (453 kilos) enmorrillado tuvo fondo pero justo de fuerza, tuvo cierta nobleza pero mucha técnica de Ferrera que le permitió faena en los medios por la derecha con mano baja. El toro humillaba y el matador cuajó varias tandas en base a técnica y voluntad. Al entrar a estoquear fue cogido dos veces de manera aparatosa sin mayores consecuencias. Al tercer intento dejó una estocada entera algo desprendida. Silencio para el matador.
Luego salió para lidiar el cuarto porque al terminar el primero fue a la enfermería. “Farsante” de 589 kilos, bien presentado fue brindado al público y en los medios alargó la embestida logrando algunos muletazos de mano baja y adornos tratando de cuajar faena. El toro se rajó pronto y buscó tablas, allí lo buscó y cuajó algunos pases más. Pinchó en hueso y el burel dobla al tercer intento. Silencio.
El sexto que cerró la tarde no fue para recordar, escupió varas y Ferrera se fue en silencio dejando en el recuerdo anteriores años en los que logró cuajar toros.
GINÉS MARÍN.- Es un torero clásico del gusto de Lima. El segundo al que tuvo que lidiar ante el retiro de “El Fandi” le hizo lo más destacado de la tarde. Logró, en base a voluntad y cruzarse, una faena en la que buscaba alargar la embestida pero el toro nunca rompió. Naturales hondos corriendo la mano, hubo entrega y muletazos templados, dejando apreciar sus buenas maneras. Se equivocó al alargar la faena sin motivo y pinchó en dos ocasiones. Silencio.
El tercero: “Soberbio” de 535 kilos, un castaño bien presentado acudió pronto al capote y recibió buen puyazo. Quite por chicuelinas y el público algo frío no aprecia. Con la muleta el toro no humillaba y tenía peligro, pese a ello lograr algunos pases que se deslucen por la poca raza del toro. Deja una entera en lo alto y luego el toro casi coge al matador al ir tras él. Nada intentó entrar nuevamente a estoquear o descabellar, lo dejó ir tras el tercer aviso. El quinto fue un manso que se refugió en tablas pero a base de insistencia, arrancó pases sin dejarlo ir. Nuevamente falla con la espada y descabella. Silencio.
Tarde que preferimos olvidar y que terminó con un aire frío luego de la lluvia. Será para la próxima Dios mediante y nos veremos en el tiempo!
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