*** Fabio Castañeda se consolida
En nuestro país la fiesta brava ha sido centralista, por eso el Nuevo Circo y la Maestranza de Maracay fueron por largo tiempo determinantes para la consagración de los toreros.
Luego surgieron los cosos de moderna estructura de San Cristóbal, Mérida, Maracaibo, Valencia y Tovar, pero ante tanto concreto y exigencias, las províncias se revelaron y plantearon corridas para cambiar los gustos y la afición que venía por años.
Reflejo de ello es que por las condiciones en el país, las ferias populares andinas vuelven a tomar vigencia y sirven de escenario para muchos de los toreros nuestros, pero entre tanto, en el centro del país más aburridos que una marmota, vemos con resignación imágenes y reseñas de los eventos taurinos andinos con la bonita evidencia de un público apoyando y toreros disfrutando del éxito, incluso con nuevos hierros ganaderos que hacen frente a la crisis, sin que haya mucha alegría en las taquillas golpeadas por lluvias inclementes.
El Vigia, Las Mesas, La Grita, Tariba, Seboruco, Zea y Tovar reviven esos añejos sentimientos taurinos que enorgullecen y llenan de confianza y optimismo ante una fiesta golpeada, ofendida y amenazada, pero que por la región andina tiene importante protección oficial que ojalá no nos lleve a depender definitivamente de los gobiernos de turno, porque tal vez estaríamos fabricando su caja mortuoria.
*Castañeda se impone*
El joven matador tachirense Fabio Castañeda se ha venido forjando como torero Importante dentro de la dureza de la fiesta, porque ni en el ruedo ni en los despachos le han puesto las cosas fáciles después de triunfos novilleriles en Europa y como matador en ferias andinas.
Pareciera que en Castañeda hay nuevos planteamientos y perspectivas, ya que tras buenas actuaciones en El Vigia y Tariba asume el nuevo reto con el mejor cartel del ferial de Tovar alternando con Miguel Ángel Perera y Diego Silveti con toros de "Rancho Grande".
El valiente diestro no tiene una guerra contra el destino, sino consigo mismo, con su capacidad, amor propio y vocación con el firme deseo de mayor presencia en nuestras principales ferias con renovada actitud.
*Clarinazo de Antonio Suárez*
El joven otorrino que a pesar de tener muchas barreras por vencer, se impuso en Tariba dejando atrás las crónicas que lo ninguneaban cuando salía de las plazas sin trofeos. En esta oportunidad, los raptos de su sublime toreo brillaron con su clase y arte torero con alma y autoexigencia que es elemental.
Antonio con su hermano Miguel y su padre Amenodoro tienen el Coliseo de Tariba por otro par de años, lo que podría servir para reafirmar este reacondicionado coso que poco le sonríe a la taquilla.
*Alejados nubarrones*
Es absurdo tratar de engañar pretendiendo tapar los ojos al público con oscuros nubarrones que afortunadamente en La Grita se dispersaron en medio de la lluvia y con un encierro debutante al que le cortaron tres orejas con cuatro faenas musicalizadas y un toro de vuelta al ruedo.
Son absurdos y oscuros intereses mediáticos y personales de quienes lamentablemente prestan su pluma para intrigas palaciegas con sibilinas maniobras que solo sirven para sembrar confusión y dejar claro su enanismo mental.
Foto dos: Fabio Castañeda se consolida profesionalmente.
Foto tres: Antonio Suárez justificación artística en Tariba.
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