Poco más de un cuarto de entrada en el Coliseo El LLano de Tovar con buen tiempo y ambiente, pero que fue disminuyendo con el comportamiento de los toros de"Los Ramírez", complicados, inciertos, con casta administrada por el Sundee, con la excepción del quinto, el más potable de los ocho astados correctos de presentación.
Currito Ramírez no tuvo su tarde. Salió dispuesto con el primero en larga de rodillas y doblones tratando de meter en la muleta al complicadísimo astado que además era burriciego largo y que despachó para alivio de todos tras oír dos avisos.
Con el quinto, un astado bravo pero exigente, tuvo aislados muletazos pero sin planteamiento, luego la eternidad para despacharlo oyendo los tres recados.
David Galván es torero de buen gusto; se lució en bonitos verónicas en su primero para luego mostrarse valeroso ante el ejemplar que echaba la cara arriba. Tras aviso, silencio. En el otro, no eran mejores las condiciones del astado con el cual supo Galván con decisión oír la música de la extraordinaria banda en derechazos muy contados pero de buen gusto que animaron la tarde. Una estocada desprendida le valió para la primera oreja de la tarde.
Román Collado no tuvo astados aptos para su debut en Venezuela; sin embargo con su empeño y sitio, logró muletazos con la derecha prácticamente a toro parado; estuvo con decoro oyendo un aviso.
Con el séptimo, imperó la disposición del diestro en conquistar terreno con derechazos y trío de naturales que obligaron la música. Dos viajes con la espada fueron aval para saludar desde el tercio.
Jesús Enrique Colombo es un remolino que brinda emoción con sus banderillas; sobre todo el par del violín, que lo tiene hecho porque en las otras ejecuciones hay pares caídos. Con las rodillas en tierra los muletazos por alto con un toro que no transmitía y con el cual el taribero aceleró el empeño para oír la música en derechazos. Lamentablemente caló al toro con espada que asomó por los costillares fallando repetidas veces con el acero para oír dos avisos.
Con el último de la larga jornada de ocho toros, fue desigual en banderillas, destacando nuevamente con el par del violín. Los ayudados por alto abrieron la labor muleteril para hacer sonar la música con la primera tanda de derechazos, aprovechando las iniciales embestidas del jabonero sucio. Con el paisanaje a su favor algunos naturales de más acople, que tuvieron el colofón de un espadazo desprendido pero efectivo que permitió poner en sus manos una oreja.
Bien las cuadrillas con pares de lujo de Chico Paredes, Ramón Contreras y Carlos Pizutto. Además, con buenas varas de Carlos Alzate y Segundo Salgado pero el lamentable percance de Guillermo Guimerá con fracturas en el hombro izquierdo. Brega de maestro de José Linares "El Jhony" para comentario aparte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario