Johan Santana, un venezolano que nos hace sentir orgullosos, por sus logros deportivos y ejemplo ciudadano. Foto: blog elvitoalostoros
Desde su nacimiento, la ciudad de Mérida se ha arropado por instituciones de muy elevado rango para labrar su digno y heroico destino.
La Universidad de los Andes y el Seminario de San Buenaventura motivos de orgullo para Mérida por lo que hombres y mujeres han realizado a través de los años en Ciudad de los Caballeros, urbe admirada y conocida en el mundo por los venezolanos de bien.
Entre sus hijos destacados por el éxito, que son amados, emblemáticos del gentilicio, está el tovarense Johan Santana quien lleva el nombre de la Ciudad de los Caballeros, junto al de su natal Tovar, más allá de las cumbres andinas; y más allá de los límites latinoamericanos en el inmenso territorio de la historia deportiva de los Estados Unidos.
Lo que hizo Johan Santana. lo ha hecho con sus logros en el beisbol; y por su conducta ejemplar en la vida, destacándose por ejercer sus deberes ciudadanos, cumpliendo el mandato de “amarás al prójimo, como a ti mismo”: y haciendo del mandato su deber como no lo han hecho otros venezolanos con más poder, mayores recursos y oportunidades.
Santana, “El Gocho” como con orgullo se le distingue, es el venezolano cuando se refiere el héroe deportivo que fue más allá del deber en estos días de Navidad le lleva a los niños de los Andes alegría y amor por la patria. Lo mismo que a los desamparados con la calidez de la ayuda material y espiritual. Todo lo hace, Johan Santana, en ruidoso silencio: y no en un inning; cubre los nueve episodios de cada año, enfrentando con generosidad, valentía y amor la calamidad de quienes en Venezuela han sido desamparados.
Todo lo hace “El Gocho” sin esperar retribución alguna. Se conforma con sentir y saber que va mucho más allá del deber y de la obligación.
Le satisface saber que cumple como venezolano.
Leo y releo lo que ocurre en la Ciudad de los Caballeros con la plaza de toros Monumental “Román Eduardo Sandía”, en Mérida. Escenario que ha sido torpemente manejado por la voracidad de la corrupción de algunos de los empresarios que condujeron el destino de la Plaza Monumental, por penosos y lamentables caminos. Son aquellos que, ante los ojos del mundo, desnudan la Mérida de las virtudes ante los tribunales discutiendo penosos y vergonzosos conflictos, que nada tienen que ver con la idiosincrasia del emeritense que ellos, los andinos de la sierra son hombres y mujeres que nos han dado a través de la historia lecciones de ciudadanía al resto de los venezolanos.
Situaciones ajenas a la Tauromaquia, a las intenciones de la Universidad de los Andes, a la tradición de la Ciudad de los Caballeros y sus gentiles ciudadanos y por supuesto que al pueblo andino, que tantas veces en las más diversas y repetidas oportunidades se ha identificado con el espectáculo más nacional de los venezolanos: la fiesta de los toros que, en Mérida, en sus más dignos y ejemplares momentos, exaltó méritos y valores del gentilicio.
Johan Santana en sus 12 años como estelar miembro de las Grandes Ligas logró muchas metas, inalcanzables para la gran mayoría de deportistas que brillan en el beisbol de las mayores: logró un juego Sin Hits y Carreras, y dos veces fue distinguido con el Cy Young en la Liga Americana, las temporadas de los años 2004 y 2006: dos veces ganador del Premio Nobel como lanzador, pudiera señalar como una travesura de quien escribe para aquellos que desdeñen el deporte como actividad humanista.
Aunque a Johan se le recuerde por su Juego Sin Hits y Carreras, el primero de julio de 2012 ante el histórico Cardenales de San Luis, hoy son sus valores ciudadanos los que le exaltan. Valores como su muy demostrado afecto por la Fiesta de los Toros y por lo que, con la humildad necesaria, proponemos desde estás líneas se le otorgue a Johan Santana la buena pro para la organización empresarial de la Feria del Sol de Mérida para febrero próximo y por un período mínimo de cinco años para que pueda proyectar una gran revolución en la organización del evento más importante que se realiza en Venezuela.
Invitamos a los lectores, taurinos y personalidades emeritenses como el ilustre Baltazar Cardenal Porras, apreciado taurino, el doctor Duque Corredor, orgullo venezolano como jurista, el doctor Nilson Guerra, inteligente y honesto aficionado, nuestro apreciado compañero en Ventaurinos, el doctor Fortunato González, a todos que nos ayuden para llevar a Johan Santana a la conducción del destino de la Plaza Monumental, necesario en sus manos para sacarla del camino de los conflictos donde la han encasillado turbios personajes que llegaron a ceñir su timón, porque con Johan Santana al frente de la Feria del Sol mucho tendrá que ver con el destino de la Escuela Taurina de Mérida, las ganaderías de Toros de Lidia que hay en el estado, los toreros – novilleros, matadores de toros y rejoneadores – emeritenses.
El ciudadano Gobernador del Estado Mérida, Jheyson Guzmán ofreció, sin presiones y sin populismo, remozar y rescatar la Plaza de Toros Monumental Román Eduardo Sandia como una acción de su gobierno cara al pueblo venezolano. Su promesa nos ilusiona, entusiasma y nos invita militar en la gran cruzada por el rescate de los toros en la Feria del Sol, mejorar y dignificar la gerencia de la plaza de toros y con esos grandes esfuerzos con “El Gocho” en la lomita ganar el juego contra los enemigos del toro de lidia, la estirpe de mayor abolengo y linaje entre los bovinos, desde la creación del mundo a nuestros días. Es decir, el individuo que gracias a la tauromaquia en el reservorio biogenético más importante conque cuenta la humanidad y que, su defensa, se convierte en bastión ecológico único en el mundo.
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