Mérida, ciudad serrana andina venezolana, a unos 1.630 metros sobre el nivel del mar. Foto: GC
Por estos días de febrero, la ciudad goza de un clima veraneal, generado de los rayos emanados del astro rey, radiante, picante a flor de piel, el ideal para la época Ferial del Sol que este año, por las razones pandémicas consabidas, no se dará el evento. Ha sido la decisión del Alcalde del Municipio Libertador del Estado Mérida, es un diferido -dijo- para cuando las condiciones estén dadas para ello y ni para saber.
El coronavirus, al igual que en otras latitudes terrenales, nos ha arrebatado e impedido de disfrutar, de una de las tradicionales ferias taurinas de relevancia e importancia, aún activas, dentro del Calendario Venezolano, la Feria del Sol y con ella, el Carnaval Taurino de América y hoy por hoy, los merideños y los que no lo son, disfrutamos de por la mañana, resto del día, con sentimiento y pesar, de aficionado de la Fiesta Brava, de una resolana ferial sin toros.
Imposible negar que, en Mérida, a todos los sectores, pega fuerte no tener ferial taurino. La pandemia coronavirus, llegó y para quedarse por buen tiempo, por los vientos que soplan; se ha cargado consigo, entre otros, a seres humanos, coartado la realización de actividades sociales, deportivas, culturales, costumbres, tradiciones pueblerinas citadinas y en nuestra Región Los Andes; nos privó de celebrar la Feria Internacional de San Sebastián en San Cristóbal, y ahora, de la Feria del Sol/Carnaval Taurino de América, en Mérida, y sin abrigar esperanza alguna, de que podamos ver festivales, novilladas, corridas de toros, en lo que queda del año. No somos pesimistas, es la realidad que tenemos por delante.
Ni modo, “al mal tiempo buena cara”, cuesta a quienes tenemos bien arraigado la pasión taurina, asimilarlo, es la realidad y pues nada, acá en Mérida, sin Feria del Sol ni Carnaval Taurino de América, disfrutaremos por demás desconsolados, de una resolana ferial sin toros y olé.
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