Plaza de toros monumental de Valencia - foto: Carlos Lozano
Las crisis son también las grandes oportunidades para pensar, actuar y resolver, es decir tres pasos para encontrar soluciones a los problemas. En estos últimos días se ha visto en Venezuela cómo los profesionales y aficionados, han podido ir articulando estrategias para comenzar una lucha que será larga pero totalmente necesaria.
El estado de deterioro y abandono de las plazas de toros de Maracay y Valencia, encendió las alarmas y, lo más importante, consiguió que el problema trascendiera. Las plazas de toros son un reflejo del estado de la fiesta. Pero como no hay mal que por bien no venga, el rescate de dos de los cosos más emblemáticos del país está en marcha, sin olvidar al Nuevo Circo de Caracas ni la plaza de Maracaibo.
La unión es -y aunque sea repetitivo hay que decirlo las veces que haga falta- necesaria para lo que se viene, pues no hay que olvidar que los antitaurinos no descansan, aprovechan cualquier oportunidad para intentar abolir la fiesta con un animalismo mal entendido; pues no olvidemos que el toro de lidia se mantiene gracias al toreo.
Ganaderos, toreros, periodistas, cronistas y aficionados todos a una por el toreo, con organización, esfuerzo e inteligencia para saber cómo, cuándo y dónde actuar, despacio, pero firme debe darse cada paso.
Sin duda alguna es digno de elogio lo que se está haciendo desde Valencia, Maracay y que es extensivo a todo el país. El toreo venezolano está más vivo que nunca y por él hay que seguir trabajando.
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